La ausencia casi general de lluvias y un verano de temperaturas muy variables, con fuertes golpes de calor y noches también muy frescas, va a condicionar la vendimia de 2021, que ya ha arrancado en La Rioja y que en los próximos días lo hará también en la DO Navarra. Las previsiones apuntan a una sensible reducción en la cantidad recogida, con muy buenos niveles, eso sí, de calidad.

Los datos que maneja el Gobierno de Navarra en su informe semanal del campo reflejan las impresiones de los viticultores. Y muestran que los datos de este año se quedarán muy por debajo de los 74 millones de kilos de uva recogidos en 2020, que fue en cualquier caso muy elevada, casi un 35% superior a los 54,5 millones de 2019. Para 2021, se estima una producción que quedaría algo por debajo de lo normal, si bien la DO

Navarra no ha facilitado todavía los datos correspondientes a una campaña que, por motivos climatológicos, acumula unos días de retraso respecto al año pasado. Como siempre, la vendimia arrancará en Navarra en el sur (Tudela, Fitero, Murchante, Corella, Cintruénigo...) y de ahí se irá extendiendo hacia la Ribera Alta y la Zona Media.

Lo mismo ha sucedido con la DO Rioja, con presencia también la Comunidad Foral de Navarra, y que ayer presentaba sus previsiones. Tan solo las variedades blancas más precoces, Tempranillo blanco, Sauvignon blanc y Chadonnay, van evolucionando correctamente y se aproximan a situación de vendimia.

Faltan semanas para que se generalice

De hecho, la vendimia en la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja comenzó oficialmente en la madrugada del miércoles con la recogida de las primeras uvas blancas en Viñedos de Aldeanueva de Ebro y con expectativas de una alta calidad, aunque más ajustada en cantidad que la anterior, que podría situarse en el entorno de los 400 millones de kilos de uva. El estado sanitario del viñedo es óptimo en el conjunto de las 65.811 hectáreas productivas de la Denominación, a la que pertenecen las comunidades riojana, vasca y navarra; y las expectativas cualitativas son muy altas, aunque todavía quedan unas semanas para que se generalice la vendimia en Rioja, que son claves para la calidad final del fruto.

En cantidad, se espera un rendimiento moderado, debido, principalmente, a la falta de lluvias durante la primavera y el verano, lo que ha reducido la presión de las enfermedades fúngicas (mildiu y oidio) y permitirá una maduración equilibrada de las uvas, explicaron fuentes del sector a EFE.

Las primeras uvas en cortarse, a partir de las 6:00 de esta mañana, fueron de la variedad tempranillo blanco, situadas en parcelas más altas de Rioja Oriental de los viñedos de Aldeanueva (La Rioja), firma que marca tradicionalmente el comienzo de la vendimia.

A falta de ver cómo se desarrollará el mes de septiembre, la impresión de las fuentes consultadas es la de lograr una cosecha más corta que la del año anterior, debido a la presencia de menos racimos y menos peso. Desde el punto de vista sanitario, “nos encontramos con una campaña, a priori, excelente”, por esa falta de lluvias y de fenómenos meteorológicos adversos”, lo que, unido a la diferencia térmica entre día y noche de las últimas semanas, han dado lugar a “una uva sana y de gran calidad”, explicaron desde el sector.