Navarra creará unos 11.000 puestos de trabajo entre 2021 y 2022. Un crecimiento notable, de la mano del rebote económico, que será todavía más intenso el próximo año, y que debería servirle para sobrepasar, por primera vez en su historia, los 300.000 ocupados.

No bajará de la misma manera la tasa de paro, que caerá apenas hasta el 9,8%, la segunda más baja entre todas las comunidades autónomas, en una muestra de la nueva realidad del mercado laboral. Un número creciente de personas queda al margen de los nuevos flujos económicos y de generación de empleo, en un escenario no exento de riesgos económicos, sociales y sanitarios.

Son las previsiones que maneja BBVA, que ha presentado esta mañana de miércoles su informe económico sobre Navarra, donde refleja que el PIB cayó el año pasado un 10,6%, dos décimas menos que la media nacional donde prevé un crecimiento del 5,9% este año (6,5% en España) y del 7,3% el próximo año, frente al 7% medio.

Casi todos los vientos soplarán en los próximos trimestres a favor de la recuperación. Y algunos ya se perciben con cierta claridad. Es el caso del consumo, que BBVA mide a través de su red de terminales de punto de venta, y que directamente echaron humo en agosto y han comenzado septiembre también trabajando a buen ritmo. “Las ventas aumentan un 5% respecto al mismo mes de 2019”, ha dicho Miguel Cardoso”, responsable del servicio de estudios del banco, quien ha señalado asimismo que las dos primeras semanas de septiembre han mostrado ya una recuperación no solo el turismo nacional, muy visible en agosto, sino del extranjero. “Se está notando sobre todo en Pamplona, está volviendo ese turismo de congresos y de negocios”, ha dicho.Del ahorro al gasto público y privado

Junto a ello, el banco confía en que el sobreahorro de la pandemia, especialmente intenso en Navarra, se deje notar en los próximos trimestres en forma de una recuperación del gasto, pero también e la inversión en vivienda. “Los datos de visados de nueva vivienda muestran un crecimiento y los últimos datos de precios muestran ya ligeras subidas”, ha dicho Cardoso, quien cree que la construcción puede ser uno de los sectores que contribuya a generar empleo. “Si a eso le añadimos que se puede reactivar el gasto en infraestructuras, creemos que el empleo en la construcción se puede retroalimentar”, ha concretado.

No serán los únicos sectores que tiren del empleo en los próximos trimestres. “El hecho de que muchas inversiones vayan encaminadas a la digitalización puede beneficiar a la industria, con peso importante en Navarra”, ha dicho Cardoso, que ha advertido en cualquier caso de dos riesgos que acechan especialmente a las fábricas de la comunidad. Por un lado, la crisis de abastecimientos no remitirá hasta el primer semestre de 2022 y será “difícil que no impacte en la automoción navarra”. Por otro lado, el precio de la energía derivada del petróleo seguirá siendo elevado y podría restar un punto de crecimiento a Navarra el próximo año. “Sería una de las comunidades más afectadas debido a la dependencia de las fábricas y el transporte”.