- Los precios no dan respiro. Impulsados por el gas, el petróleo y la electricidad cerraron septiembre en Navarra en el 4,1% de aumento interanual, su mayor crecimiento desde el otoño de 2008. La cifra, que suena ya como una amenaza si no se corrige en los próximos meses, ha encendido algunas alarmas tanto entre los sindicatos, que temen por el poder adquisitivo de los trabajadores, como de las empresas.

Alinar, la Asociación de Industrias Agroalimentarias de Navarra, La Rioja y Aragón, denunciaba ayer mismo la insostenible situación a la que se están enfrentando las industrias agroalimentarias. Una situación que comenzó durante la pandemia con el aumento generalizado de los costes de producción y transporte, y que ha alcanzado un punto, que califican de alarmante, con la subida histórica del precio de la electricidad que se está produciendo a nivel nacional. A su juicio, esto se va a traducir en subidas de precios en los alimentos, un bien de primera necesidad que hasta ahora se había mantenido relativamente estable. "Va a haber que revisarlos", explicaban desde la asociación.

Los expertos no prevén, además, que los precios se moderen con claridad durante los próximos meses. A juicio de Funcas habrá que esperar a 2022 para observar cómo la curva de precios enfila el camino descendente. "Podemos cerrar el año en el 4,8% ó 5%", explican desde el servicio de estudios de las antiguas cajas de ahorros. Según sus previsiones, en un escenario tensionado, "ante una escalada del precio del gas que no se detiene y por tanto con una subida del precio de la electricidad hasta el final del primer trimestre de 2022", la tasa de inflación ascendería hasta el 5,3% en diciembre, manteniéndose la media anual en el 2,9% y en 2022 se situaría en el 3%.

Tampoco en la Cámara Navarra son especialmente optimistas respecto a la evolución de los precios. "Si la tendencia de precios energéticos elevados se mantiene, lo cual parece probable en los próximos meses, supondrá mayor presión sobre los costes empresariales y esto podría trasladarse a los precios de otros bienes de la cesta de consumo de las familias".

La entidad recuerda que "los precios al consumo en Navarra crecieron un 4,1% con respecto al mismo mes del año pasado, y seis décimas con respecto al dato agosto". "Es la mayor subida del año y está claramente influenciada por el aumento del precio de la electricidad y los carburantes", ha dicho.

Según detalla, "esto ha hecho que la partida de vivienda haya experimentado un incremento de los precios del 16% con respecto a septiembre de 2020 y la de transporte un 9,4%". El resto de partidas se ha comportado dentro de la "normalidad" con incrementos de los precios más moderados, por debajo del 2%, explican desde Cámara Navarra.

Por su parte, CCOO considera que la escalada del IPC es un problema de primer orden porque está afectando a las condiciones materiales de vida de los trabajadores y de las familias, además de a la competitividad de las empresas y, por lo tanto, al empleo. "Creemos que el Gobierno tiene que hacerle frente desde diferentes perspectivas", insta el secretario de Juventud y Nuevas realidades del trabajo de CCOO, Carlos Gutiérrez.

Además, el sindicato considera que hay que proceder a aumentar los salarios en España. Según dice, los salarios pactados en los convenios colectivos están aumentando al 1,5% aproximadamente y no amortiguan el crecimiento del IPC.

Por su parte, UGT ha exigido adoptar medidas eficaces para atajar la subida de precios de bienes y servicios básicos y ha instado a aplicar una subida generalizada de los salarios y a derogar "ya" la reforma laboral, para acabar con la precariedad de los empleos.

En lo que va de año. En los nueve primeros meses de 2021, los suministros de la vivienda se han encarecido un 14,7%, el grupo más inflacionistas.

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