- El rebote postpandemia continúa, pero los vientos contrarios comienzan a restarle fuerza. Y la economía navarra, que cayó menos que la española y que se estaba recuperando con mayor rapidez, no es ajena a esta coyuntura. Según los datos provisionales adelantados ayer por Nastat, el PIB de la Comunidad Foral se encuentra a un 2,3% de recuperar sus niveles precovid, tras avanzar un 1,8% en el tercer trimestre del año, algo por debajo de la expectativas iniciales. Esto hará que la recuperación total se retrase hasta la primera mitad de 2022.

Este crecimiento es sensiblemente inferior al del trimestre anterior, que se situó en el 2,6% y muestra tanto una cierta debilidad del consumo (el comercio al por menor cae un 4,4%, lastrado por ejemplo por la baja actividad de los concesionarios) y es el resultado final de la rotura de la cadena de suministros, que está reduciendo la actividad manufacturera y empujando los precios a una subida en vertical sin precedentes en las tres últimas décadas.

El dato navarro del verano queda ligeramente por debajo del español (2% intertrimestral), que se beneficia quizá en mayor medida de una cierta recuperación turística, pero no oculta que, salvo desastre, Navarra debería recuperar antes el nivel de PIB precrisis. En estos momentos, la economía navarra es un 2,3% inferior a la del cuarto trimestre de 2019, último periodo no impactado por el virus, mientras que la economía española se encuentra todavía un 6,6% por debajo. En el último año, de hecho, el comportamiento de la economía navarra es sensiblemente mejor a la española. Avanza un 4,1% frente al crecimiento española medio del 2,7%.

El Instituto de Estadística de Navarra explicaba que la moderación se debe "al menor dinamismo observado en todas las ramas de actividad". Así, por la vía de la demanda se atenúa "la recuperación del consumo de los hogares" y se modera también "la formación bruta de capital, la inversión" al tiempo que la aportación de la demanda externa retoma tasas negativas condicionada por la baja actividad de Volkswagen Navarra y en conjunto del sector del auto.

Pese a estos nubarrones, Elma Saiz, consejera de Economía y Hacienda mantenía un tono optimista. "La reapertura de la movilidad y la relajación de las medidas de distanciamiento social han dado un fuerte impulso a actividades como hostelería, cultura, ocio y turismo, que llevaban medidas restringidas por la pandemia", dijo antes de recordar que el impacto en los niveles de ocupación: "La revitalización de los servicios se ha traducido en una notable mejora de las cifras de empleo y la Seguridad Social ha sumado 3.900 cotizantes en el sector en 2021.

Inflación al menos hasta bien entrado 2022. El Gobierno de Navarra estima que la inflación pudiera mantenerse elevada hasta bien entrado el próximo año, y se moderaría a medida que se vayan corrigiendo las distorsiones de oferta y demanda provocadas por la pandemia. No obstante, desde el área económica del Ejecutivo no se quieren perder de vista las voces que señalan que podría tratarse de un aumento de carácter más estructural.

Seguirá la recuperación. El Elma Saiz ha sostenido que Navarra está actualmente "en un escenario favorable para la actividad económica y empresarial" y que "se espera que la recuperación continúe durante 2021 y 2022, respaldada por el ahorro acumulado de las familias, el crecimiento del empleo, los bajos tipos de interés y los estímulos fiscales".

Caída de la producción industrial. La actividad industrial, por su parte, ha comenzado a dar algunos síntomas de desaceleración. La producción industrial ha caído un 15% en julio y agosto, y la cifra de negocios, más de un 20%. La recuperación de esta actividad industrial podría retrasarse algo más de lo esperado y es que en su contra juegan factores como el encarecimiento de la factura energética o las disrupciones en las cadenas globales de suministro provocadas por el desajuste entre la oferta y la demanda y que están elevando los precios de las materias primas y del transporte, expuso ayer la consejera.