- Miguel Ángel Cubero es el CEO de Ingredalia, una empresa surgida de la colaboración y de la puesta en común de ideas. Y que encaja como un guante en criterios como la sostenibilidad, llamados a definir la economía de la próximas décadas. La compañía navarra, que trabaja también en proyectos cardo, tomate y pimiento, tiene la patente para convertir subproductos de brócoli en cápsulas con alto valor añadido, que pueden servir, por ejemplo, para prevenir el cáncer.

“Ahora mismo nuestro objetivo ya es comenzar a vender en serio”, explica Cubero, que se desplaza con regularidad desde Catalunya y hasta Milagro, donde la empresa tiene su sede, para afianzar el crecimiento de una compañía que trabaja con la mirada a largo plazo, pero sin descuidar las oportunidades de crecimiento inmediato. “Miramos el mercado nacional, Madrid y Barcelona, por supuesto, pero también el internacional, sobre todo Europa y Estados Unidos, pero también hemos dado pasos en Asia, para comenzar a vender en Tailandia”, explica Cubero, que se incorporó a la empresa en febrero de 2020, justo antes del estallido de la pandemia.

La compañía se había fundado formalmente el 26 de diciembre de 2017 por Tecnalia y Trasa y a ella se incorporaron en los años siguientes distintas empresas del sector agroalimentario de Navarra, como Virto, conservas Viuda de Cayo y el Navarrico, que aportaron la capacidad económica para invertir, así como “conocimientos complementarios, porque algunas empresas trabajan más a volumen y otras son más de nicho”, dice Cubero.

“Y 2020 fue el año en que llevamos nuestro producto desde la patente hasta la industria. Ahora hemos comenzado a vender algo y en 2022 queremos ya crecer de forma clara”, dice Cubero. Para ello, además de firmar acuerdos comerciales (Rioja Nature Pharma y Soria Natural han sido los primeros), la empresa avanza estas semanas en su implantación industrial, prevista para 2022 y cuya ubicación no se encuentra todavía definida al 100%, si bien Navarra es la opción con más posibilidades. La inversión, entre 0,5 y un millón de euros, serviría para llevar a cabo la encapsulación bicapa que requiere el producto y se abordaría de modo paulatino, mediante un sistema modular que permitiría ir ampliando tamaño en función de la demanda.

Gracias a la tecnología desarrollada en parte por Tecnalia, Ingredalia extrae la molécula responsable de los efectos saludables del brócoli (sulforafano y glucosinolato) y la incorpora a sus productos. Su diferenciación procede tanto de su circularidad -“somos los únicos que recuperamos los componentes a partir de un subproducto”- , de un precio competitivo y de una eficacia contrastada. El producto solo se abre en el intestino, desde donde es absorbido por el cuerpo y genera “una cascada de efectos beneficiosos”, antioxidantes, preventivos de enfermedades como el cáncer y la diabetes o que refuerzan el sistema inmunitario. “Por los estudios que hemos realizado, un kilo de nuestro producto equivale a entre dos y cinco toneladas de brócoli”.

Los productos desarrollados por la empresa navarra tienen aplicaciones tanto en el ámbito de los suplementos alimentarios, la parafarmacia, la cosmética o la alimentación animal. Uno de los primeros acuerdos comerciales servirá para fabricar suplementos alimentarios para caballos.

Tres empleados. Ingredalia cuenta en la actualidad con tres tgrabajadores, si bien estima que podría duplicar su plantilla en los próximos años.

Las aplicaciones. Los desarollos de Ingredalia tienen aplicaciones en los ámbitos de la saluid, la cosmétic o los suplementos alimentarios.

Plan de negocio. Ingredalia confía en alcanzar una producción de entre 10 y 15 toneladas de producto.