Trini y Ángel han acudido en la mañana de este miércoles junto al resto de compañeros y compañeras de Cirmauto a la rueda de prensa celebrada en ELA para defender sus empleos.

Esta administrativa suma 42 años de trayectoria profesional en el concesionario de Citroën en Cordovilla; y este mecánico, más de tres décadas. Ambos han desarrollado toda su trayectoria laboral en esta empresa que ahora les da la espalda. La mayoría de la plantilla lleva una media de 20 años en este negocio de venta y reparación de vehículos. Aunque uno de ellos se califica el benjamín del grupo. “Me contrataron hace tres años”, apunta.

Concluida la rueda de prensa, el responsable de la Federación de Industria de ELA, Carlos Sarasa, invita a estos empleados y empleadas amenazados por un ERE a que se queden en la sala de reuniones para celebrar una asamblea. “Hemos compartido ocho horas diarias durante muchos años, y eso ha favorecido la confección de un equipo excepcional que se caracteriza por su complicidad”, confiesa Trini Lacunza Arrizibita, de 61 años.

“YO YA ME DESPIDO DEL MERCADO LABORAL”

Divorciada, con dos hijos, uno de ellos en paro, Trini cree que “ya no va a tener oportunidades en el mercado laboral” una vez reciba la carta de despido. “Todavía tengo energía para seguir trabajando, pero creo que me resultará complicado encontrar un empleo a mi edad, ya que hay personas jóvenes mejores preparadas que yo”, confiesa esta profesional, que siempre ha ocupado un puesto en el departamento comercial, primero en taller y ahora en postventa.

“TRAS 33 AÑOS SIENTO LA EMPRESA Y LA MARCA COMO PROPIAS”

Ángel Colomo Mauro, mecánico de 53 años, cuenta que “solo ha trabajado en Cirmauto”, y que hizo las prácticas de FP en esta empresa. “En aquella época se consideraba este concesionario un referente y era un premio entrar como aprendiz”, manifiesta Ángel, casado y con dos hijos en edad de estudiar.

Tras una carrera profesional de 33 años, Ángel siente “la empresa y la marca Citroën como propias”, por eso no comprende que la dirección de Cirmauto haya actuado así con el anuncio del cierre y de los despidos.

Manifiesta que este negocio cuenta con volumen de trabajo, y que “con algunos clientes se han estrechado lazos de amistad”.

Ahora, afrontará la búsqueda de empleo y seguirá formándose. “Da vértigo afrontar este reto después de sumar tres décadas en una misma empresa, amoldado a determinados hábitos”, admite.

“SOMOS UNA FAMILIA QUE NO SE MERECE ESTE FINAL”

Tanto Trini como Ángel y el resto de la plantilla han echado en falta que la dirección no les haya reunido para informarles de sus intenciones. “Hemos sido siempre una familia que no se merece este final”, coinciden en decir.