La Planificación de la Red de Transporte de Electricidad con horizonte 2026 para impulsar un futuro verde contempla reforzar la seguridad de suministro en la Comunidad Foral, especialmente en la zona de Tierra Estella, con nuevas infraestructuras que facilitarán su desarrollo económico, industrial y social.

En concreto, según detalla Red Eléctrica en un comunicado, la Planificación 21-26 incluye actuaciones que reforzarán de forma significativa la seguridad de suministro en Navarra, especialmente en la zona de Tierra Estella y el mallado de la red de transporte que conectan la región con el País Vasco y Aragón, a través de dos ejes.

Además, añade, la Planificación será un vector clave para impulsar el proceso de transición ecológica en la comunidad que tiene como hoja de ruta el Plan Energético del Gobierno Foral Horizonte 2030.

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la Planificación de la Red de Transporte de Electricidad hasta 2026, que, con unas inversiones previstas de 6.964 millones de euros en diferentes actuaciones, se estima que generará cerca de 80.000 empleos hasta esa fecha.

Entre los proyectos de esta nueva Planificación en Navarra, destaca la puesta en marcha de la nueva subestación de Tierra Estella 220 kV y su conexión a través de un doble circuito con la subestación existente de Muruarte 220 kV.

También el documento prevé la ampliación de la subestación de Sangüesa 220 kV con el fin de habilitar la conexión de un gran consumidor que requerirá de importantes volúmenes de energía.

Asimismo hace referencia a la construcción y puesta en marcha del nuevo eje que facilitará la integración de renovables en la región y reforzará la conexión del eje norte con el eje mediterráneo. Con una inversión que supera los 65 millones de euros, este corredor consistirá en la conexión de la subestación existente en la actualidad en Itsaso (Gipuzkoa) con la línea existente en Navarra entre Castejón y Muruarte.

Contempla también, de aquí a 2025, un eje adicional entre Navarra y Aragón que supondrá la construcción de un doble circuito entre La Serna 400 kV (en el término municipal de Tudela) y Magallón (Zaragoza) y del aumento de la capacidad de transporte de varias líneas de 220 kV en la zona reforzando la conexión eléctrica entre dos zonas del sistema eléctrico con muy alta implantación de generación renovable e importante desarrollo industrial.

El Gobierno ha dado luz verde en su reunión de este martes a esta planificación de inversiones en la red eléctrica, que -según indicó la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, cuando la presentó en el Congreso de los Diputados- permitirá un ahorro de costes al sistema eléctrico superior a los 1.600 millones anuales.

La nueva planificación está enfocada a conseguir la máxima penetración de renovables, e incluye los primeros desarrollos para la futura incorporación del hidrógeno verde y de instalaciones de eólica marina.

En concreto, está especialmente diseñada para desplegar nuevas instalaciones renovables en las zonas con mejores recursos y menor impacto ambiental.

Su ejecución permitirá que este tipo de generación crezca hasta cubrir el 67 % de la demanda nacional total -en 2021 llegó al 46 %-, reduciendo la generación con gas, rebajando la factura energética del país, y aumentando, con ello, su independencia energética.

Esta planificación, de carácter vinculante, define las infraestructuras de la red de transporte de electricidad de los próximos años y se ha buscado maximizar la utilización de la red eléctrica existente, renovando y ampliando su capacidad, y utilizando nuevas tecnologías, como baterías o compensadores síncronos, presentes por vez primera en la planificación.

Se podrán conectar 37.000 megavatios (MW) de nuevas instalaciones renovables y sólo el 13 % requerirá nuevas subestaciones para conectarse.

Gracias a ello, las emisiones de gases de efecto invernadero del sector eléctrico bajarán hasta los 17 millones de toneladas de CO2 en 2026 (un tercio del nivel de 2019) y la penetración de las renovables alcanzará el 67 % ese mismo año, de acuerdo con lo contemplado en la senda del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que prevé una penetración del 74 % en 2030.

Las mejoras de redes ya existentes beneficiarán a 8.000 kilómetros de red, a los que se sumarán 2.700 kilómetros de nuevas líneas y 700 kilómetros de interconexiones submarinas.

Según el análisis coste-beneficio que se ha hecho, la planificación supone una inversión total de 6.964 millones en infraestructuras con una media de 40 años de vida útil, que, una vez en servicio, permitirán un ahorro de costes al sistema eléctrico superior a los 1.600 millones anuales.

Desde el punto de vista macroeconómico, cada 10 millones de inversión generarán 15 millones de actividad industrial e incrementará seis millones el PIB.

UN 18 % DE LA INVERSIÓN SERÁ PARA INTERCONEXIONES

La planificación contempla una inversión de 5.704 millones para actuaciones de refuerzo de la red de transporte nacional.

Mientras, las interconexiones con otros países recibirán cerca del 18 % de la inversión, unos 1.260 millones, y corresponden al proyecto submarino con Francia por el Golfo de Vizcaya, al enlace con Portugal por Galicia, a una tercera conexión con Marruecos, y a una nueva con Andorra.

La mayor partida inversora, el 27 % del total, con casi 1.900 millones, se destinará a la integración de renovables y a mitigar las limitaciones de la red de transporte que impedirían el aprovechamiento de las energías limpias.

Otros 1.550 millones irán a garantizar la seguridad, calidad y fiabilidad del suministro, incluyendo refuerzos para el apoyo a la red de distribución o la alimentación de líneas ferroviarias.

Asimismo, se invertirán 1.500 millones de euros en los enlaces no peninsulares (todos ellos submarinos) en las islas Baleares, Canarias y Ceuta.

El año que viene se lanzará un nuevo proceso de Planificación 2024-2029, de cara a incorporar nuevos desarrollos asociados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, como los vinculados a la eólica marina o el almacenamiento, así como enlaces adicionales entre islas y dos nuevas interconexiones con Francia por la zona central de los Pirineos.