Cuatro meses han bastado para que la reforma laboral, aprobada en el Congreso por error y un solo voto, impacte de lleno en el mercado de trabajo de Navarra. En este tiempo, la contratación indefinida se ha quintuplicado, su peso en el total ha pasado de 5% al 30% y, sobre todo, ha logrado que miles de personas pasen de tener un contrato eventual a uno de carácter indefinido. Según las primeras estimaciones, cerca de 6.000 personas han visto cómo su vida laboral ganaba en estabilidad.

Los datos de la Seguridad Social, que analizan el número de cotizantes por tipo de contrato, reflejan esta realidad con nitidez. En abril, tras coincluir el periodo de transición de la reforma (enero-marzo), Navarra contaba con el mayor número de trabajadores fijos de su historia: 151.302. Son unos 6.400 más que a finales de año. Al mismo tiempo, el número de fijos discontinuos, la modalidad de contrato menos habitual, crece con mucha fuerza (1.700 más, en torno a 30%), especialmente en el sector agrario. Y, mientras tanto, el total de eventuales se ha reducido en cerca de 6.900 personas entre diciembre y abril.

Y si hace tres meses los eventuales representaban el 28,4% de los afiliados totales en el Régimen General, en estos momentos son ya el 26,1%. Un porcentaje que, advierten tanto UGT como CCOO, debería seguir reduciéndose en los próximos meses. Unai Sordo, máximo responsable de CCOO, explicaba este mismo jueves en Pamplona que, “si esto continúa así, la caída de la temporalidad en España va a hacer que lleguemos al objetivo de situarnos en la media europea”. Así, destacó que España era el “patito feo de la temporalidad europea” y señaló que “hemos conseguido ya reducirla al 22%”. “El objetivo debe ser disminuir ese diferencial de 10 puntos que siempre hemos tenido con Europa”, dijo, para añadir que la situación mejorará “la estabilidad y la certidumbre vital de millones de personas en este país”.

Más allá de sus consecuencias prácticas, la realidad es que, por primera vez desde los años 80, el mercado de trabajo parece apostar decididamente por una contratación fija que, cierto es, cuenta hoy con un nivel de protección muy inferior al de hace un par de décadas. La reducción de los costes del despido y, sobre todo, la eliminación de la causalidad, propician hoy que las empresas se resistan menos a incorporar a un trabajador como indefinido. Hay un cambio evidente en la pauta de contratación de las empresas.

En ello coincide uno de los pocos estudios académicos que ha analizado el impacto de la reforma. Desarrollado por Ángel Martínez y Carlos Victoria, de EsadeEcPol, no tiene en cuenta todavía los datos de abril, pero concluye que “la reforma parece haber cambiado las expectativas de las empresas”. El estudio confirma asimismo que cuanto mayor era la proporción de contratos de obra y servicio mayor ha sido la creación de empleo indefinido. Una tendencia que estaría beneficiando en mayor medida a los jóvenes y que debería mantenerse. “El refuerzo de la causalidad -explican- podría dificultar que unos contratos temporales sean sustituidos por otros”.

Otras formas de precariedad

Fijos discontinuos. ELA y LAB no apoyaron la reforma laboral y tienen dudas de que los datos muestren una reducción de la precariedad. “La inestabilidad está adquiriendo nuevas formas”, explican desde LAB, que admite que la temporalidad ha descendido “considerablemente”, pero, aún así, recuerda que en Navarra “más del 70% de los nuevos contratos son eventuales, por encima de los datos del Estado español”. En ese sentido, dice que, “aunque nos han vendido la última reforma laboral como la reforma de la estabilidad, la precariedad y la inestabilidad trascienden el ámbito de la temporalidad”. En esa línea, señaló que la reforma laboral “ha abierto la posibilidad de que la inestabilidad adopte nuevas formas, como la ampliación de los contratos fijos discontinuos”. “Aunque aparezcan como fijos, se trata de una fórmula para sustituir a los contratos de obra o eventuales”, indicó, para precisar que el trabajador que “solo trabaje tres meses al año, aparecerá como fijo, sin saber cuándo y en qué condiciones volverá al trabajo”.