El euríbor a doce meses cerró mayo en el 0,287%, tras haber dejado atrás el terreno negativo en abril por primera vez en más de seis años. Esto, sin duda, propiciará un encarecimiento de las hipotecas variables referenciadas a este índice, hasta casi en 600 euros de media al año, según los expertos. ¿Sería, por lo tanto, este un buen momento para pasar de una hipoteca variable a una fija? La respuesta: Depende.

“Mi consejo es que se tome esta decisión en función de la situación de cada uno y la tranquilidad que a uno le dé. El hecho de no estar angustiado con la subida de tipos depende de la deuda, porque si tú tienes una deuda de 50.000 euros y unos ingresos más que suficientes, pues te va a dar igual si sube un poco, el tema está en la capacidad de absorción que tiene tu economía de esas subidas”, reflexiona Josu Tolosa, colaborador del Colegio Vasco de Economistas.

En el mercado existen tres tipos de hipotecas: variable, fija y mixta, en función del tipo de interés que se aplica a cada una. Hasta hace poco las hipotecas más demandadas en el Estado eran las variables, principalmente, porque el euríbor estaba en negativo. Sin embargo, en marzo se firmaron más de 43.000 hipotecas, de las cuales el 72,7% -más de 31.000-, fueron a tipo fijo, uno de los porcentajes más altos de la serie histórica, precisamente por la amenaza de que el euríbor entrase en terreno positivo.

“Como ha subido tanto el IPC, el Banco Central Europeo solo tiene dos medidas que tomar: comprar deuda, que están haciéndolo, pero sobre todo la subida de tipos de interés. Porque si tú subes los tipos frenas el crecimiento, las empresas vamos a tener un coste mayor en financiación, los particulares también y estás frenando de alguna forma el endeudamiento, los préstamos, con lo cual la financiación se va a frenar automáticamente y va a fernar la economía, de tal forma que el IPC se corrija, esa es la idea de esa subida de tipos”, explica Tolosa.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya ha desvelado que la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad prevista para el próximo mes de julio será el momento oportuno para acometer la primera subida de los tipos de interés de la zona euro en más de una década. Y esta normalización de la política monetaria ha llevado al euríbor a encadenar fuertes subidas desde que comenzó el año, pasando de cerrar diciembre de 2021 con una tasa mensual del -0,502% a marcar un valor positivo del 0,013% el pasado mes de abril y un 0,287% en mayo.

Ante este escencario se plantean varias preguntas. ¿Es mejor pagar menos a corto plazo con un tipo variable y arriesgarse a que el euríbor suba? ¿O es más conveniente pagar un poco más con un interés fijo y asegurarse una cuota estable para siempre? La respuesta de los expertos es que “depende de la situación de cada uno”. Una hipoteca fija es mejor si quieres pagar siempre lo mismo y no te importa que tu cuota sea un poco más cara durante los primeros años. Por su parte, una hipoteca variable es mejor si quieres pagar poco a corto plazo y no te importa que tu cuota cambie, siempre que puedas asumir una posible subida de las mismas.

A corto plazo, no conviene

Porque aunque el euríbor ha subido, las cuotas de las hipotecas variables (que suelen depender de este índice) siguen siendo más económicas que las fijas, por lo que, a corto plazo no conviene. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, muy probablemente, el euríbor seguirá al alza, algo que puede perjudicar a las personas que cuenten con hipotecas variables, ya que acabarán pagando más dinero.

“Si económicamente estás muy justo en los porcentajes de deuda sobre ingresos, es decir, de cuota que tienes que pagar sobre los ingresos que tienes, es mejor que te pases a un tipo fijo. Si superas o te acercas al 40% de tus ingresos o más no te metas en variable, porque vas a morir de angustia”, analiza Tolosa.

“Las hipotecas a tipo fijo todavía rondan el 2%, que es mucho interés comparado con el variable, pero es que el 2% es el IPC coyuntural que tendría que ser. Si tienes un tipo de interés del 2% estás teniendo lo que se llama un interés que equipara la subida de precio y en este caso no lo veo tan mal. Tienes que tener claro que si coges una variable tienes que tener capacidad económica para absorver esa subida y no tener una angustia por ello”, añade.

Otro elemento a tener en cuenta es que los bancos han empezado a encarecer sus tipos fijos por la subida del euríbor, por lo que es probable que en los próximos meses sea superior a ese 2%.