El Gobierno tiene previsto celebrar este viernes una reunión con representantes del sector bancario en la que se abordará, entre otros temas, el nuevo impuesto temporal al sector anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que tendrá una duración de dos años y buscará recaudar un total de 3.000 millones.

Aunque la reunión no gira en torno a este impuesto extraordinario del que aún se desconocen los detalles, fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos han confirmado que se tocará el tema con el sector financiero, que de momento se ha mostrado contrario a la aplicación de este nuevo tributo dirigido a entidades que facturen más de 1.000 millones de euros al año.

A la reunión, que encabezará Nadia Calviño, están invitados las patronales del sector --AEB, CECA y Unacc--, directivos de las principales entidades financieras y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

Al encuentro asistirá la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán, y el director general de CECA, José María Méndez. Por parte de los bancos está confirmada la asistencia del consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez; del presidente de BBVA, Carlos Torres; del presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu; del presidente de CaixaBank, Ignacio Goirigolzarri, y del presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga.

También ha sido invitado el presidente de Bankinter, Pedro Guerrero, pero la CEO de la entidad, María Dolores Dancausa, ha señalado que todavía no han concretado quién acudirá, si ella o Guerrero, al tener ambos un viaje programado.

Durante la reunión también se abordarán otras cuestiones con el sector financiero, como la situación macroeconómica y perspectivas, la política económica o la inclusión financiera, con especial atención al medio rural.  

Se prohibirá que el impuesto repercuta en los usuarios

Sobre este tributo que el Gobierno prevé impulsar a través de una proposición de ley, el Ejecutivo ya ha adelantado que la norma que lo regulará incluirá la prohibición de que estos nuevos gravámenes se repercutan en los precios finales que soportan los ciudadanos.

Para ello, se va a dotar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de todas las funciones para que vigile y aplique sanciones en caso de que alguna empresa se separe de la legalidad.

Pese a la escasa información sobre el detalle del mismo, el diario 'El País' publicó que el Ministerio de Hacienda estaría estudiando la opción de imponer un impuesto del 5% sobre las comisiones e intereses que carga la banca a los clientes, aunque se sigue trabajando y diseñando el tributo, por lo que no hay nada concretado.  

El Gobierno justifica el impuesto por el aumento de beneficios tras la subida de tipos

Entre los argumentos para el impulso de este nuevo impuesto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, explicó durante el Debate del estado de la Nación que las entidades financieras habrían empezado a beneficiarse de la subida de tipos de interés.

Justamente, este jueves el Banco Central Europeo (BCE) ha sorprendido con una primera subida de tipos de 50 puntos básicos, frente al aumento de 25 puntos prometida hace un mes, a lo que la banca española cotizada ha respondido con fuertes subidas en Bolsa.

Este endurecimiento de la política monetaria se produce ante la elevada inflación que está experimentando la eurozona: según el dato publicado a principios de esta semana por Eurostat, el IPC alcanzó el 8,6% en tasa interanual en junio, su mayor registro en la serie histórica. 

El sector en contra del nuevo impuesto

Algunos representantes del sector ya han mostrado públicamente su posición sobre este tema. El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha afirmado que el impuesto a la banca puede acabar "afectando negativamente" al consumo, inversión y recaudación, y defiende que "la mejor forma de recaudar más impuestos es que la economía crezca".

De su lado, la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ha ido más allá y no ha descartado que su banco batalle jurídicamente por esta medida, aunque se ha mostrado prudente ante la falta de detalles sobre el anclaje técnico que finalmente tendrá.

Por parte de la Asociación Española de Banca (AEB), se considera que el nuevo impuesto "dificulta la capacidad de los bancos para financiarse" en el mercado y, por consiguiente, la de dar crédito a las familias y empresas, al tiempo que critican "la improvisación jurídica", que "distorsiona el mercado".

CECA, de su lado, ha señalado que el nuevo tributo es una medida que "no contribuye a armonizar los regímenes fiscales" dentro de la Unión Bancaria, si bien ha recalcado la necesidad de conocer los detalles de la medida "para poder hacer una valoración más informada".