La subida en el recibo de la luz no se explica únicamente por la revalorización del gas provocada por la escasez de oferta, el incremento del consumo o la inflación vinculada a la guerra de Ucrania. Según el OMIE, el mes de agosto se cerró con un precio medio en el megavatio de 154,9 euros, un 9% más respecto a julio. Tras introducirse la ‘excepción ibérica’, las compañías comercializadoras han incluido en algunas facturas un ajuste al alza, puesto que las plantas que generan electricidad con gas reciben una compensación por la diferencia entre el coste real y el coste topado que utilizan para hacer sus ofertas. Cada hora que se genera electricidad con gas, si su coste real es superior a los 40 euros el megavatio -que es el tope establecido en el mecanismo que opera en España y Portugal- se remunera a las productoras por esa diferencia.

Las compañías asumen primero ese coste, pero luego lo repercuten en los clientes que firmaron su contrato después del 26 de abril, fecha en la que se anunció el establecimiento del tope al gas. Evidentemente, cuanto más caro sea el gas y más cantidad se emplee, más elevada será la compensación. Existe otra particularidad, como recoge a modo de queja la OCU. En el mes de agosto, “las centrales de gas incrementaron su producción de forma importante, hasta representar el 31% del total del mix energético, cuando los valores medios suelen estar por debajo del 15%. A ese fuerte incremento contribuye la reducción de la generación hidráulica, que ya se arrastraba de meses anteriores, junto a un importante descenso de la generación eólica y fotovoltaica. El resultado es que ha habido mucho gas que compensar y a un precio elevado. Esta situación diluye mucho los efectos positivos de limitar el precio del gas”, explica. Es decir, que la subida del coste de producción y su repercusión en el cliente reducen los beneficios de la ‘excepción ibérica’, mientras que el impacto de las renovables es aún limitado. No obstante, sin la ‘excepción ibérica’ la factura sería mucho mayor. El siguiente paso para contener el recibo lo da la Comisión Europea, que intervendrá de emergencia el mercado eléctrico en próximas semanas. –