"¿Seis euros por solo un litro? Imposible, lo dejamos". "Si sigue subiendo, vamos a tener que renunciar a comer de manera saludable, pero es inasumible, tendremos que sustituirlo por algo más barato". Son muchos los consumidores a los que esta semana les ha pillado por sorpresa la espectacular subida que está sufriendo un producto en los supermercados. Un artículo de consumo diario. Se trata del aceite de oliva virgen, el oro líquido "más oro que nunca". Ayer martes su precio ha rozado los seis euros por un litro, una cantidad que ha dejado a muchos clientes atónitos y con un fuerte malestar.

Todo apunta a que los precios del aceite de oliva están inmersos en una carrera alcista debido, además de la inflación y de la guerra en Ucrania, a un nuevo elemento: las consecuencia de la olas de calor que hemos sufrido los últimos meses y la sequía en los olivares (el olivar a nivel estatal es el responsable de casi la mitad del aceite de oliva del mundo).

Lo que sucede es que las temperaturas extremas y la falta de lluvias han golpeado la producción en España, con una de las peores cosechas, una situación que se ha traducido en un aumento del 20 al 25% de los precios que llegan al consumidor.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha advertido de que aunque el aceite de oliva “constituye un producto asumible para las familias”, se debe evitar que se convierta en un producto “selectivo o gourmet”, ante el escenario de altos precios al que se enfrenta y ha hecho un llamamiento para “evitar que los precios se desborden”.

Planas ha hecho estas declaraciones estas declaraciones durante la presentación del libro 'Aceite de oliva y salud. Beneficios de los aceites de oliva vírgenes', una obra de referencia promovida por la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero y la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español que, “a partir de ahora servirá para divulgar y conocer mejor las bondades del aceite de oliva”.

Según los datos de Infaoliva (observatorio de precios del aceite de oliva), desde principios de este año 2022 hasta el 8 de noviembre de 2022, los precios han subido entre un 43% y un 50% dependiendo de las calidades. Así, el que más ha crecido en precios ha sido el aceite lampante que ha pasado de pagarse a 3,050 €/kg (euros/kilogramo) a 4,450 €/kg, lo que supone un aumento del 50% en el precio.

El aceite de oliva virgen ha pasado de pagarse a primeros de año a 3,2 €/kg a primeros de 2022 a los 4,500 €/kg que se paga actualmente, supone un crecimiento en previos del 47%.

El que, aunque también ha subido en precio pero en menos porcentaje, ha sido el aceite de oliva virgen extra, que ha experimentado un aumento del 43,7%, pasando de pagarse a 3,200 €/kg a primeros de 2022 a los 4,600 €/kg a los que cotiza en la actualidad.

El titular de Agricultura ha señalado que ve “el futuro del sector con optimismo, por el producto y por quien está detrás. Creo que es fundamental que todos los eslabones no de la cadena alimentaria sino del sector del aceite de oliva estemos unidos para sacar el mayor rendimiento posible a este producto”, ha asegurado.