La cosecha de oliva del trujal de Arróniz arrancó esta pasada semana con la bajas expectativas de un año dominado por la sequía y las altas temperaturas del verano. Un año seco que sucede a otro como el de 2021 donde ya la producción de esta almazara de Tierra Estella produjo un 30% menos que en 2020 donde se batieron todos los récords llegando a un producción de 11.7 millones de kilos. Un bajón consecutivo que sin mencionarlo muchos acusan al cambio climático que también asuela Navarra dejando dos inviernos consecutivos sin apenas precipitaciones. La cosechas de oliva del trujal de Arróniz arrancó esta pasada semana con la bajas expectativas de un año dominado por la sequía y las altas temperaturas del verano.

Un año seco que sucede a otro como el de 2021 donde ya la producción de esta almazara de Tierra Estella produjo un 30% menos que en 2020 donde se batieron todos los récords llegando a un producción de 11.7 millones de kilos. Un bajón consecutivo que sin mencionarlo muchos acusan al cambio climático que también asuela Navarra dejando dos inviernos consecutivos sin apenas precipitaciones. Lo cierto es que el efecto climático también se ha traducido este año en un una campaña que ha comenzado con varios días de antelación respecto a los datos históricos. “Antes era raro comenzar antes de diciembre pero en los últimos años se va adelantando esto mucho y ya parece que estemos en Andalucía”, aseguraba uno de los primeros recolectores de oliva del trujal de Arróniz. Un año que Pedro González, presidente de esta cooperativa describía como desastroso climatológicamente hablando. Primero porque ya en mayo en pleno mes en el que los olivos sacan la flor vino la primera ola de calor”, aseguró González quien añadió que también en el comienzo del verano con las altas temperaturas de junio influyeron en el cuajado de la flor a fruto. El calor intenso del resto del verano y la falta de precipitaciones hicieron que las olivas mermaran su tamaño y que los olivos tiraran fruto “es su sistema se supervivencia cuando no hay agua antes de secarse tiran sus frutos para sobrevivir”, aseguró González.

30 años

La recogida de la aceituna en torno a Arróniz es una tradición muy arraigada en cerca de las 39 localidades navarras de Tierra Estella y también de otras partes de la Zona Media. Una marca que aglutina en torno a Mendía alrededor de 5.000 productores, lo que la convierte en una de las cooperativas con mayor número de socios de toda Navarra. Un proyecto de 1992 en el que se fundó una nueva cooperativa fundada mediante la asociación de 22 antiguos trujales de diferentes localidades de la zona media y la riera de Navarra que dio lugar al actual Trujal Mendía que cuenta con una masa cercana al millón de olivos repartidos en cientos de explotaciones que ocupan alrededor de en 2.800 hectáreas.

Entre los productores que acuden cada año a entregar sus producciones los hay con explotaciones muy pequeñas como la de Carlos Zubieta, natural de Irún pero que posee un pequeño olivar de 17 olivos viejos. “Los puso mi tatarabuelo y yo creo que rondarán los 200 años”, aseguró Zubieta que este año entrego un total de 91 kilos de aceituna lo que significa “una quinta parte que el año pasado que pudimos recoger 471 kilos”. “Seguramente me sale más barato comprar el aceite pero hay que respetar estos olivares que a nuestros antepasados les costaría mucho plantar”. 

Recogida de la Oliva

Recogida de la Oliva

Esta vez con tractor se acercó hasta el trujal Ángel Busto, traía las aceitunas cogidas “con vibrador de un olivar de Barbarin. No estaban malos pero tendrán la mitad que otros años” aseguró este vecino de Arróniz que reconocía que en estas fechas se intercambian las ayuda a la hora de recoger la oliva.

Otros de los pequeños productores que acudieron a su cita en los primeros días de recogida fueron José Martínez y Victoriano Iturralde, vecinos de Arróniz que acudieron con la cosecha del olivar de Cantabrana que cuenta con olivos de más de 300 años de edad y del que este año recogieron 364 kilos “esto es un 40% menos que el año pasado que tampoco fue un buen año”, aseguró Martínez. “Estos inviernos no hay humedad y estos árboles para sobrevivir lo que hacen es tirar el fruto. Pero si esto sigue así unos y no llueve más que los últimos años los olivos por muy viejos que sean se acabarán secando, ya estamos viendo las primeras  muestras con las puntas de los árboles amarillentas” comentaba Iturralde. 

La apertura del trujal se produjo el pasado miércoles día 2 de noviembre y la recolección está prevista hasta el próximo 15 de diciembre si no hay interferencias climáticas o de otro tipo como ocurrió el año pasado en el que las lluvias de diciembre retrasaron la recolección. 

Este año, con todo, tampoco hay predicciones sobre la cantidad total de la cosecha. “Cuando viene un buen año se puede arriesgar a calcular una cantidad pero este año no tenemos ni idea. Hay olivares que parece que están bien pero hay otros muchos que no tienen nada. Y también hay que ver el peso de las olivas que este año se han quedado en general más pequeñas”, aseguraba Pedro González. “Además esta zona apenas hay olivares en regadío como son los de Andosilla o Sesma que son lo que pueden tener más producción este año, el resto han padecido la sequía y la producción será menor aunque todavía no podemos decir cuánto.

¿Cómo se recoge una oliva?

La aceituna se deja caer golpeando las ramas de los olivos con un vibrador mecánico y luego se recogen en redes especiales. Los agricultores combinan el método manual con el uso de tractores especiales con pinza vibratoria y una capa telesférica para recoger la oliva. Según explica José Francisco Doncell, agricultor, con el tractor se consigue barrear un olivo por minuto con una sola persona, mientras que a mano se emplean unos diez minutos y tres personas. De este modo la densidad que se logra a mano viene a ser unos 160 árboles por hectárea frente a los 220 que se consigue con el tractor. "Tres personas a mano pueden recoger un año bueno 1.400 kilos al día, y con el tractor se pueden recoger un año normal dependiendo el tajo entre 10.000 y 12.000 al día", destaca Doncell. Ayer se recogieron únicamente 600 kilos a mano y 6.500 con el tractor, "la cosecha ha mermado a la mitad". "Si no llueve el próximo año será peor, en Andalucía están pensado en la cosecha de 2024, la de 2023 la dan por perdida. Aquí todavía no estamos en esta situación", reitera Doncell.