David Echeverry, profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra, es prudente ante la tercera bajada consecutiva de la inflación interanual en la Comunidad –del 11,4% al 8,4%–. A pesar de ello, el IPC se encuentran en niveles altos.

¿Por qué el IPC interanual en Navarra apunta su tercer descenso consecutivo?

-El otoño ha sido más cálido de lo esperado y las reservas de gas no han caído tanto, y eso ha aliviado el precio de la energía y no el resto de grupos de consumo que forman el IPC. El invierno todavía no ha llegado, y habrá que esperar cómo repercute en el precio del gas. Este volverá a subir cuando caigan las reservas. Por ese motivo, el alivio del IPC actual debemos tomarlo con cautela, porque puede crecer el próximo ejercicio.

Todavía está pendiente el debate sobre el tope del gas en Europa.

-Sí, por el momento no hay un consenso en Europa sobre cómo va a limitarse el precio de la energía; y mientras tanto existe incertidumbre de qué ocurrirá el próximo año para cubrir las reservas de gas. La guerra en Ucrania y el conflicto con Rusia dificultarán la obtención de ese gas natural, y resulta complicado encontrar fuentes nuevas en el medio plazo, por lo que todo esto puede suponer un incremento del valor de la energía.

¿Por qué sigue creciendo el precio de la cesta de la compra y del resto de grupos de consumo?

-El dinero que el consumidor paga por un bien o un producto va a tres agentes: a los proveedores de materias primas, a los salarios de los empleados y al propietario de la empresa por medio de los beneficios. Los datos indican que las compañías han mantenido los márgenes y con ello sus beneficios, y que las negociaciones entre sindicatos y empresas están suponiendo diferentes subidas salariales. Sin embargo, si empresas y sindicatos no sacrifican márgenes y sueldos, los precios continuarán creciendo.

Sin embargo, esta espiral no puede mantenerse en el tiempo.

-El Gobierno actúa para que esto no ocurra de manera inmediata mediante la limitación de precios, como por ejemplo en el tope del gas o la subvención del combustible. Con ello, la ciudadanía no siente este golpe del IPC tan rápido.

"Si empresas y sindicatos no sacrifican márgenes y sueldos, los precios continuarán creciendo"

Pero, el Gobierno debe hacer un buen uso de su capital, con los ajustes necesarios, para que no lo paguen generaciones futuras.

¿Ha acertado el Estado con las medidas?

-El Gobierno está pensando de manera más uniforme para todos los estamentos de la pirámide. Sin embargo, yo soy más partidario de dirigir los recursos a la base, compuesta por aquellas personas que más sufren esta situación que a la parte de arriba, más pudiente. Por ejemplo, el pan ha subido un 15% en el último año en Navarra, pero ese porcentaje no puede considerarse igual para toda la sociedad. Los que se encuentran en la base de la pirámide poblacional con pocos recursos económicos sufren mucho más ese aumento que quienes dispone de mayores ingresos.

"El pan ha subido un 15% en el último año en Navarra, pero ese porcentaje no puede considerarse igual para toda la sociedad"

¿El Gobierno puede limitar el precio de la cesta de la compra?

-Los precios son señales importantes que no se deben opacar sino trabajar con ellas. La regulación distorsiona los mercados. Por ejemplo, si un país decide topar el precio de la harina, los productores huirán. Los mercados coordinan a los agentes económicos para asignar bienes y servicios a la sociedad, y los Estados deben comprender los precios para mitigar sus impactos, sobre todo entre aquellos más vulnerables mediante la aportación de recursos.

¿Qué ocurrirá en 2023 con el IPC?

-Tiene que ver con las decisiones de muchos agentes. Pero para contestar a esta pregunta me gustaría recordar qué ocurrió en la década de los 70 y 80. En aquella época los países sufrieron una inflación elevada, y cuando los bancos centrales percibieron una moderación del IPC, bajaron los tipos de interés. Sin embargo, esa decisión generó un incremento acelerado de los precios, y los bancos centrales prácticamente tuvieron que quebrar las economías para salir de ese escenario.

"Si los mercados bursátiles se ponen demasiado optimistas pueden complicar el problema de la inflación"

Actualmente, los mercados han mostrado un optimismo desmesurado por la moderación de la inflación al pensar que esta situación se ha resuelto; algo que preocupa a los bancos centrales. De esta forma, si los mercados bursátiles se ponen demasiado optimistas pueden complicar el problema de la inflación.