El euríbor volverá hoy a cotizar muy cerca del 3% tras su respuesta el viernes a la última subida de tipos de interés por parte del BCE. En concreto, la referencia hipotecaria cerró la semana pasada en el 2,993% y la media del mes ya está en el 2,869%.

Con los tipos de la eurozona situados en el 2,5% y con la advertencia por parte del Banco Central de nuevas subidas el próximo año, los expertos vaticinan que el euríbor se situará en el 3,5% en el primer semestre del próximo año. El impacto en las cuotas de las hipotecas será automático y ya se prevén incrementos de cerca de 400 euros mensuales.

Todo ello además en un contexto de sobrecalentamiento de los precios de los productos básicos. España es el país de la moneda común con la menor tasa de inflación, por debajo del 10,1% de media de la UE pero aún lejos de lograr el objetivo europeo del 2%.

Esta inflación generalizada en la zona euro llevó al Banco Central Europeo (BCE) a romper en 2022 la política de tipos negativos que había mantenido en los once últimos años y subirlos hasta en cuatro ocasiones –la última el pasado jueves-, hasta situarlos en el 2,5 % y a advertir de que estos aumentos continuarán.

Este cambio de política monetaria ha ido encareciendo cada vez más el coste de las hipotecas, reduciendo la constitución de nuevas y empujando a miles de hipotecados a tratar de cambiar las condiciones de las suyas para que sean a tipo fijo, y no variable.

Este aumento del coste de las hipotecas en España, que se acelerará durante 2023, ha elevado hasta el millón y medio el número de hogares altamente endeudados, según los últimos datos del Banco de España. El Gobierno español ha tratado de aliviar esta situación negociando con la banca una serie de medidas de alivio para hogares de rentas bajas y cuyos requisitos podrían flexibilizarse para aumentar el número de beneficiarios.

Salarios

Junto a ello, también ha puesto en marcha otro tipo de iniciativas este año, como descuentos en el transporte público, controles en las subidas del gas, cheques a familias vulnerables o mayores subidas de pensiones bajas. El Gobierno estudia ahora medidas para hacer frente al encarecimiento de la cesta de la compra, en concreto, controlando el precio de los alimentos, algo que puede resultar muy complicado, según apunta Torres, que apuesta más a la contención indirecta del coste del transporte de alimentos.

Con el índice de precios de consumo (IPC) creciendo a un ritmo tres veces superior que los sueldos, los sindicatos reclaman incrementos salariales, en contra de las advertencias de organismos como el Banco de España, que augura una espiral inflacionista y aboga mejor por un pacto de rentas como solución.

En declaraciones a Efe, el director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres, descarta esa espiral, ya que considera que, hasta ahora, los sueldos han actuado de “dique de contención” con “una gran moderación salarial” mientras que los márgenes empresariales han respondido de forma “más desigual”.

A su juicio, “la perdida de poder adquisitivo ha sido muy importante, del 7 % en los últimos dos años”, y el reto ahora es “compartir –su impacto– entre todos, procurando que los colectivos vulnerables estén protegidos”.

Uno de los elementos sobre el que no ha habido consenso de cara a un posible pacto de rentas es si éste debe incluir o no a los funcionarios y a los pensionistas.

Tras aprobarse el primer bloque de reforma de las pensiones, estas han vuelto a revalorizarse automáticamente con el IPC, lo que supone un incremento del 8,5 % para más de diez millones de pensionistas en 2023.