Dice Sara Aagesen Muñoz (Madrid, 1976) que tenía ganas de visitar Navarra. Por una cosa o por otra, la secretaria de Estado de Energía no había podido hasta ahora viajar a una tierra que se utiliza como ejemplo de transición energética en el Estado. “Aquí hay dinamismo, hay tejido, trayectoria, y sobre todo conciencia”, resume. El jueves hizo un intensivo para comprobarlo por sí misma: visitó Nordex, Viscofan –que le dejó alucinada– y BeePlanet, el proyecto de reciclaje de baterías que le parece “que tiene lazo”. Mantuvo reuniones políticas y un encuentro con empresarios. Atiende a este periódico a las nueve de la noche desde la sala de autoridades del aeropuerto, con el avión casi en la pista. Pero ni mete prisa ni elude preguntas: asume que debe hacerse una gestión exquisita de las renovables para no romper el “difícil equilibrio” entre energía limpia, entorno y hábitos, y asegura que el autoconsumo, las comunidades energéticas y las renovables son el futuro obligatorio. “Y Navarra va por el mejor camino”, afirma.

¿Qué ha visto en Navarra?

–Muchísima actividad, innovación, nuevos modelos de negocio. Mi sensación es que aquí hay un tejido industrial que quiere aprovechar esta nueva ola de transición energética. Navarra quiere estar ahí.

Navarra fue una tierra pionera en renovables. ¿Se nota?

–Navarra siempre ha sido un referente, especialmente en eólica. Tiene empresas que crean e innovan, está el Cener, que es un centro de referencia internacional, y luego hay algo que es buenísimo: una especie de trabajo colaborativo, un ecosistema perfecto.

¿Qué sensación general le han dejado las visitas?

–Me llevo al Ministerio la idea de que aquí se quiere apostar por la transición energética. Aquí se quieren aprovechar todas las ayudas, pero también se quiere participar en el diseño para que tengan repercusión aquí, en la industria de aquí. Me vuelvo a Madrid con la sensación de que tenemos que trabajar todavía más de cerca, que es algo que hemos empezado a hacer y que vamos a seguir haciendo.

"Los proyectos son ya realidades, en Navarra el autoconsumo ha crecido un 80% y va a ir a más"

¿Cómo van las ayudas a Navarra?

–Los proyectos están siendo ya realidades. El autoconsumo ha crecido un 80% en Navarra y hay muchísimo apetito por lo atomizado. Pero también hay grandes proyectos, como los de Nordex, y otro sobre hidrógeno renovable.

¿Cuáles son las cifras?

–A Navarra han llegado 78 millones para autoconsumo y otros proyectos. Y luego hay otros 20 millones para comunidades energéticas, hidrógeno, cadena de valor... Ya tenemos nuevas convocatorias, porque vemos cuáles funcionan para volverlas a lanzar. Y vamos a ampliar en 500 millones las convocatorias para todas las comunidades.

¿Navarra camina en la dirección correcta?

–Navarra está muy bien orientada. Sobre todo en el hidrógeno, que va a aportar muchísimo valor. Y luego hay muchas oportunidades en lo que tiene que ver con el autoconsumo y las comunidades energéticas que están llegando al ciudadano.

Navarra ha mejorado las cifras de autoconsumo.

–Si pienso en una historia de éxito, esa es la del autoconsumo. Se ha multiplicado por diez desde 2018. Somos un país de sol y viento, tenemos que aprovecharlo.

¿El autoconsumo va a cambiar el paradigma industrial, de edificación, de movilidad...?

–Cada vez nos va a costar menos entenderlo, porque va a ser lo normal. Tenemos que aprovechar los espacios de los polígonos industriales, por ejemplo. Era absurdo que no tuviéramos autoconsumo y que países con menos sol sí. Estamos haciendo desaparecer esas barreras regulatorias y nunca había habido 1.300 millones para estas actuaciones, a las que ahora sumamos 500 millones más. El autoconsumo ha estallado y va a ir a más.

Primero fueron los molinos, ahora las placas.

–Hay un boom de la fotovoltaica, sin duda. Ha habido una madurez tecnológica y ambas tecnologías, la solar y la eólica, son absolutamente complementarias. Ahora se hace más fotovoltaica que eólica.

"Vamos a primar a los proyectos que generen empleo en la zona y reinviertan en los territorios"

Algunos planes se han quedado sin tramitar por falta de tiempo. ¿Qué ha pasado?

–Yo diría que no tantos. Hay muchísimos proyectos en todos los territorios. De 36 gigas se han tramitado 28, la mayor parte de ellos tienen día favorable y van a seguir su trámite. Lo que pasa es que tienen que ser proyectos que cumplan las condiciones. Las renovables tienen que venir rápido, pero tienen que hacerse bien, tienen que ser productos excelentes. Se está haciendo un esfuerzo ingente para que los proyectos nazcan de forma pacificada, con cumplimiento de las condiciones y también armonía en el territorio.

A veces ese equilibrio no se da. ¿Cómo se maneja esto?

–Es un equilibrio complicado, inestable. Pero hay que dar un mensaje, y es que las renovables son necesarias, y que las necesitamos a pequeña, mediana y gran escala. Entiendo que alguien cuando ve que a su pueblo llegan renovables se pregunte qué parte se queda aquí. Tenemos que conseguir que todo el mundo perciba el beneficio de esta tecnología. Y para eso los concursos de acceso a la red van a primar aquellos proyectos que generen empleo, que reinviertan en el territorio, que permitan la participación social. Proyectos bien hechos, maduros. De esos que digo que son excelentes.

¿Qué pasa con la agricultura, la fauna, el entorno? Ha habido quejas por lo invasivo de las renovables.

–Hay que ser muy garantista. Tenemos que respetar la biodiversidad y la riqueza que tenemos en España, eso sí o sí. Pero diría que todos los parques han evolucionado y se compaginan con ganadería, apicultura... Las renovables no necesitan ni el 2% del territorio nacional. Pero hay que compatibilizarlo todo, y hacerlo bien, claro.

¿Vamos a pasar de las renovables masivas a las renovables a pequeña escala, en cada casa?

–Eso ya está cambiando. Donde antes se necesitaban quince aerogeneradores, ahora se necesitan tres. Antes toda la generación era centralizada; ahora, distribuida. Ahora los hogares generan su energía, la usan, la guardan y vierten la sobrante a la red. Pero también hay comunidades energéticas cada vez más eficientes. Cada vez esto lo va a conocer más la gente. Hay territorios que pueden sentir la presión y pensar: estamos rodeados de renovables, sobre todo cuando se habla de grandes subastas. Pero no todos los proyectos salen adelante porque no cumplen las condiciones. Vamos a hacer una transición ordenada, escalonada, pacífica.

¿Es cuestión de ser más didáctico? Me ha recordado a la película As Bestas...

–La pedagogía es esencial. Pacificar significa decir: se necesitan renovables, sí o sí, por necesidad ante el cambio climático. Pero es que además se puede hacer muy bien. Hay muchísimos casos de éxito donde las renovables han generado un beneficio, por ejemplo, en términos de empleo. Es equilibrio inestable, como le he dicho antes, pero todos los esfuerzos tienen que ir dirigidos a hacerlo compatible. Será algo cada vez más sencillo, porque cada vez vamos a contar con más casos de éxito.

La renovable ha tenido un problema con el almacenamiento de la energía. ¿Qué es lo último que hay en el mercado?

–Se avanza en tecnología, y cada vez más rápido. BeePlanet, por ejemplo, que la he visitado, es una empresa que está basada en dar una segunda vida a las baterías de los coches eléctricos para introducirlas en otros sectores. Es un proyecto con lazo, que digo yo. Esto es crucial.

Hemos visto países europeos volver al carbón este invierno.

–En algunos países se ha vivido un contexto extremadamente difícil, con dependencias de hasta el 40% de la energía proveniente de Rusia. Yo lo veo como que son países que han tenido que buscar, en un momento puntual, alternativas al suministro. Creo que todos coinciden en que la transición debe mantenerse con paso firme, pero nadie se esperaba una guerra y han tenido que buscar alternativas. Esto, si algo nos dice, es que precisamente tenemos que acelerar en esta transición, por pura necesidad.

¿La transición energética va a llevar aparejada un cambio de paradigma sobre todo lo que conocemos: habrá que abrir menos las fábricas, viajar menos...?

–El papel de la sociedad es clave en todo esto, y tendremos que llevar cambios de comportamiento. Eso no significa vivir peor. El estándar de calidad no se mide en que puedas ir en un vehículo de combustión, sino que en que si lo necesitas y quieres, puedas desplazarte. Vivir mejor no significa consumir más.

"Tenemos el 35% de la capacidad de regasificación de Europa y el próximo invierno no habrá problemas"

La tarifa energética es cara: ¿hace falta tiempo para ver los retornos de las renovables?

–Uno de los grandes retos es que la sociedad perciba aquí y ahora el beneficio de apostar por las renovables. Y eso es complicado de hacerlo ver, sobre todo con estos precios. Pero mi percepción es que la sociedad apuesta por la lucha contra el cambio climático y la transición energética. Los grandes cambios nacen de épocas de tensiones, y esta tensión nos va a permitir salir reforzados en las propias industrias. Me lo dijeron en Viscofan, que es una empresa que sabe que la energía es importante y que se tiene que apostar por la descarbonización. Fijémonos en el autoconsumo: ahora está por todas partes y antes casi no existía.

En Volkswagen Navarra ya se habla de la pila de hidrógeno como la verdadera nueva movilidad.

–Nunca debemos descartar ninguna tecnología. La palabra innovación tiene que estar en todas las carteras de gobiernos y empresas. Tenemos que invertir en lo que venga después. Es verdad que en movilidad que podemos conocer como pesada, de grandes camiones, lo eléctrico no da una respuesta completa. También pasa en la navegación o en lo aéreo. El hidrógeno puede ser parte de la respuesta.

¿Qué escenario podemos esperar en los próximos meses?

–En España estamos mejor que en Europa. Tenemos el 35% de la capacidad de regasificación de Europa. El próximo invierno España no va a tener problemas. La clave está en la dependencia. Ya hemos visto como Alemania tiene en tiempo récord una regasificadora. ¿Qué va a pasar en ocho meses? Es una situación muy volátil, no sabemos qué va a pasar con la guerra, pero en España estamos preparados.

¿Vamos a tener un horizonte más estable en cuanto a precios?

–Nuestra fortaleza es que estamos más preparados. Cuando te dan un golpe y te levantas, te preparas para el siguiente. Tenemos varias herramientas a nuestro servicio, como la excepción ibérica, al menos hasta finales de 2023. Tiene una eficacia probada. Y si lo necesitamos, pediremos ampliarla.

EN CORTO

Fecha de nacimiento. Nacida en Madrid en 1976,

Formación. Ingeniera química por la Universidad Complutense de Madrid, con especialidad de Medio Ambiente (2001).

Trayectoria profesional. En 2002 se incorpora a la Oficina de Cambio Climático, donde ha desarrollado una trayectoria vinculada a la acción por el clima y la transición energética tanto en el marco nacional como internacional.

Desde 2018. En 2018 es nombrada asesora del gabinete del Ministerio para la Transición Ecológica, donde se ha responsabilizado de la dirección, coordinación y definición del borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 y de la Estrategia a Largo Plazo 2050. Asimismo, ha participado en el diseño de políticas y medidas del nuevo marco regulatorio en materia de energía.