Cuando el Banco Central Europeo empezó a aplicar las subidas de tipos de interés, hace ahora un año, el principal objetivo era frenar la demanda privada y, a partir de ahí, rebajar la inflación. Y, según las estadísticas, está logrando de tal manera reducir el consumo de familias y la financiación de empresas que la contracción, en lugar de ser beneficiosa, puede dañar la economía. Hoy, el organismo que dirige la política monetaria en la eurozona informó de que la demanda de préstamos y líneas de crédito por parte de las empresas se desplomó en el segundo trimestre hasta el mínimo histórico desde 2003, cuando el BCE empezó a hacer estas encuestas entre los bancos adheridos al sistema. Además, las condiciones para la concesión de hipotecas y créditos para el consumo también se han endurecido, si bien menos que en anteriores trimestres.

Un total de 158 bancos respondieron a la encuesta internal del BCE entre el 19 de junio y el 4 de julio y las respuesta fueron nítidas. Así, el 14% de los bancos aseguraron haber reforzado las condiciones para los créditos, porcentaje que en el Estado fue del 8%, mientras que en Francia alcanzó el 25% y en Italia el 18%. En especial, se han reducido los créditos a empresas vinculadas al sector inmobiliario y al manufacturero. En general, la caída observada “fue sustancialmente más fuerte de lo esperado por los bancos”, según advierte el informe del Banco. Las pymes, sobre todo, han visto recortado el acceso a financiación en mayor medida que las grandes empresas. “El aumento de los tipos de interés y la disminución de la inversión fija siguieron siendo los principales impulsores de la bajada neta de la demanda de préstamos”, proclama el documento. Estas políticas acaban teniendo su traslación en el plano empresarial. La patronal vasca, Confebask, ha subrayado recientemente que el número de empresas en Euskadi disminuyó en junio en 498 empresas, la segunda peor cifra para un mes de junio. 

En lo que se refiere a las hipotecas, los bancos también endurecieron sustancialmente sus estándares de crédito para los hogares. Así, un 8% de los bancos consultados dijo haber restringido las condiciones de estos préstamos. Los criterios de concesión de los créditos hipotecarios se endurecieron en Alemania (11%), en España (10%), en Francia (20%) y se mantuvieron en Italia, según la encuesta. Por su parte, las condiciones de los préstamos de consumo se han vuelto más severas en Alemania (14%), España (25%) y Francia (36%) y se han mantenido en Italia.

De cara al tercer trimestre, no se espera que los criterios varíen, con condiciones similares de acceso a financiación y una caída de la demanda de créditos en ese período. Además, está previsto que el Consejo de Gobierno del BCE, en su reunión del jueves, decida un nuevo incremento del precio del dinero, que está ahora en el 4%, y que probablemente será de un 0,25%.