La campaña del tomate para industria ha sufrido una montaña rusa de fenómenos meteorológicos este año: desde la sequía del invierno que frenó su siembra hasta las tormentas y pedriscos sufridos en plena recogida. Entre tantos obstáculos, Navarra ha registrado un 20% de reducción de la cosecha, con la consiguiente repercusión en la producción de las conserveras. Esta es la previsión del Grupo AN –socio de la Unión de Cooperativas Agroalimentarias de Navarra (UCAN)– que recoge el 42% de las toneladas en la Comunidad Foral. Este año calcula recolectar casi 60.000 toneladas. En esa línea de merma se mueven otras cooperativas de UCAN: San Blas de Ribaforada, Santiago Apóstol de Funes y La Esperanza de Valtierra. 

Si se extrapola este porcentaje a las casi 173.000 toneladas de tomate de industria recogidas en Navarra el año pasado, según las cifras de Desarrollo Rural, una rebaja del 20% supone dejar la campaña en las 139.000 toneladas.

El tomate para industria –cultivado exclusivamente en regadío– se convierte en la hortaliza más producida en la Comunidad Foral, y después le siguen el brócoli, el maíz dulce y el guisante verde.

"“Los agricultores navarros aseguran el 100% de las hectáreas de tomate industrial”

Mari Luz Cano - Directora Zona Norte de Agroseguro

Sin embargo, el Valle del Ebro –donde se ubica Navarra– aglutina un 12% de la producción nacional. Extremadura se posiciona como la primera comunidad productora, al englobar el 75% del total, seguida de Andalucía.

A pesar de la disminución del número de toneladas, la demanda del tomate en lata se mantiene en los supermercados, y han crecido las ventas en el canal Horeca (hoteles, restaurantes y caterings). Esto se explica porque se trata de un alimento básico que consumidores y hostelería incluyen en sus menús, a pesar de que el precio haya subido por el aumento de la materia prima y los costes de producción. El valor medio de una lata de tomate puede oscilar actualmente entre los 0,50-0,60 euros. 

“Ha sido atípica”

“Podemos calificar de atípica la campaña de recolección debido a la sequía, a las altas temperaturas y a las tormentas con granizo muy localizadas a diferencia de otras ocasiones. La bajada de producción ha hecho que los fabricantes no hayamos cumplido nuestras expectativas”, indica Rafael Castejón, director general de Conservas Dantza (Grupo AN).

La prolongación de la sequía de 2022 durante el primer semestre de este año perjudicó la planificación de la plantación de tomate, principalmente en la zona de la Ribera que sufrió restricciones en los regadíos por la falta de agua embalsada –por la grave situación en el pantano del Ebro, en Cantabria–.

Menos hectáreas plantadas

Los agricultores optaron por sembrar menos hectáreas, como relata en la revista Acción Cooperativa José Luis Blanco, socio de la cooperativa Asociación de Labradores de Tudela y vocal de Hortícola del Consejo Rector del Grupo AN: “En febrero decidimos plantar 20 hectáreas en lugar de las 70/80 hectáreas de otros años”. En definitiva, un 75% menos.

Pero todas las zonas no se han comportado de manera uniforme, sino que cada una ha dependido de los recursos de agua y de la calidad del propio terreno. El arranque de la cosecha en verano, que se adelantó unos diez días respecto a otros ejercicios, “auguraba buenos resultados”, cuenta Castejón. Sin embargo, “las tormentas de granizo de septiembre truncaron las previsiones anteriores, y acortaron la campaña”, aclara Gonzalo Visus, vocal hortícola de UCAN. 

1.921 hectáreas de tomate para industria

Navarra registró 1.921 hectáreas de tomate para industria el año pasado –últimos datos disponibles en Desarrollo Rural–. La directora Territorial de la Zona Norte de Agroseguro, Mari Luz Cano, recuerda que “los agricultores aseguran el 100% de estas hectáreas, por la percepción de riesgo que tienen al ser un cultivo de verano, sujeto a posibles lluvias intensas o pedrisco”. Este año están aseguradas 2.100 hectáreas de tomate en Navarra –incluidas las destinadas a industria y a venta en fresco–.

Cano explica que las indemnizaciones por la siniestralidad en las parcelas de tomate han marcado récord esta campaña, con el abono de más de cinco millones de euros por los diferentes fenómeno meteorológicos. Agroseguro ha registrado 2.275 hectáreas dañadas –en este total hay duplicidades porque una misma parcela puede haber recibido varios pagos por siniestros–. De esas 2.275, un 56% se debe al pedrisco. Gonzalo Visus resalta, como ejemplo, que “todos los socios productores de tomate de la Cooperativa Agrícola San Blas de Ribaforada tuvieron que dar parte a los seguros”.

La Cooperativa Santiago Apóstol de Funes, perteneciente a UCAN, destaca que aunque en su zona “no hubo tantos problemas climatológicos como en otras, padecieron pedrisco y lluvias con una bajada de los rendimientos”. Por último, la Cooperativa La Esperanza de Valtierra reconoce que “la subida del precio del tomate y los pagos del seguro han salvado la campaña, porque los rendimientos finales han sido malos”.

Consumo doméstico y en el canal Horeca

El director general de Conservas Dantza, Rafael Castejón, señala que la demanda de tomate envasado en los supermercados para consumo doméstico se ha mantenido a pesar de aumentar el precio de este producto, y que ha crecido en el canal Horeca, motivado principalmente por un aumento del turismo.

Castejón destaca que “el tomate se presenta como un alimento básico, que se mantiene en la cesta de la compra”.

A pesar de que se haya recolectado menos que el año pasado, no considera que se repita el episodio sufrido con el aceite, cuyo precio se ha disparado ante su escasez. Castejón recuerda que el peso del volumen de toneladas de tomate en Navarra es minoritario respecto a la producción total en España, además de que compite en un mercado global. “Extremadura es la principal productora en España, seguida de Andalucía”, especifica. Los fabricantes nacionales distribuyen también en el mercado internacional, principalmente a Europa. “Comercializamos la mitad en las comunidades autónomas, y la otra mitad la exportamos, sobre todo a Francia y Portugal”, concluye.