Dos mundos diferentes. Por horas trabajadas al año, por condiciones laborales y acceso a permisos, pero también cada vez más por la realidad salarial de unos y otros. El sector público y el sector privado de Navarra han registrado en la última década evoluciones muy diferentes en sus sueldos, ensanchando una brecha que ya existía y que nada hace pensar que vaya a disminuir. Desde 2013, la retribución anual media en la Administración Foral ha crecido el doble que en el conjunto de la empresa privada. 

Los datos que aporta el Gobierno de Navarra y el Instituto Nacional de Estadística permiten realizar un seguimiento preciso de la realidad de los sueldos medios desde 2013 en adelante. Y muestra que, en el conjunto de los asalariados navarros, el sueldo medio ha crecido en 1.908 euros brutos al año entre 2013 y 2022, último ejercicio del que existen datos cerrados. En el mismo periodo, la retribución media en la Administración Foral ha crecido en 5.054 euros brutos al año. 

Así, el salario medio en el sector privado ha pasado de unos 25.517 euros a 27.425 euros. Esto supone una subida del 7,5%, que se queda muy lejos de cubrir la evolución de los precios en este periodo, próxima al 17%. En el mismo tiempo, la remuneración media percibida por los trabajadores de la Administración Pública ha pasado de 36.554 euros a 41.598. Un alza próxima al 14% que tampoco cubre el incremento del IPC y confirma una pérdida de poder adquisitivo, menor, eso sí, a la del conjunto del sector privado, donde las diferencias son en todo caso, muy importantes, en función de las empresas y las ocupaciones. 

Las diferencias salariales entre uno sector (un 43% en 2013 y un 52% ahora) tienen en todo caso su lógica. Mientras que el sector privado engloba actividades todo tipo, con un peso escaso de los servicios de alto valor, una estabilidad en la industria y un intenso crecimiento en algunas de las actividades peor remuneradas, como la hostelería, en el sector público se engloban algunos de los trabajadores más formados de Navarra. 

Jornada laboral: 1.592 horas frente a 1.708 de media No siempre el sueldo medio en el sector público ha sido tan superior al del sector privado. La tendencia se ha acelerado en las dos últimas décadas y esta ventaja se une a otra de carácter ya tradicional. La jornada entre los funcionarios siempre ha sido sustancialmente más reducida que entre los trabajadores del sector privado. De hecho, los trabajadores del Gobierno de Navarra cuentan con una jornada base de 1.592 horas al año, que no ha variado de manera sustancial en los últimos años, es cierto. Y que se queda, eso sí, muy por debajo de la que rige en el sector privado. Según los datos del Ministerio de Trabajo, los más de 100.000 trabajadores protegidos por convenio en Navarra tienen una jornada de 1.708 horas anuales. Esto se puede traducir en aproximadamente media hora de trabajo menos al día. O, acumulado en días, en casi tres semanas más de vacaciones al año en el sector público. 

Es el caso de los médicos y de buena parte de los profesionales sanitarios, pero también de los profesores, así como de innumerables puestos en la administración ocupados por titulados superiores que optan a formar parte de los niveles A de la Administración Foral. En total, casi dos terceras partes de los trabajadores públicos del Gobierno de Navarra se encuadran en los niveles A y B. En el primero, la retribución media percibida en 2022 fue de 54.704 euros al año, mientras que en el caso de los niveles B, el sueldo medio fue de 41.624 euros. Más de 19.000 de los 29.000 trabajadores de la Administración Foral forma parte de estos dos niveles

La importancia del grado

Pero no todas las diferencias, ni tampoco la muy distinta evolución en los últimos años, se explican por las diferencia de cualificación entre unos y otros trabajadores. El grado, un ascenso en la práctica automático –el Gobierno ha sido incapaz de regularlo durante cuatro décadas–, también ayuda a entenderlo, al suponer una subida del 9% en cada ascenso. Así, el paso de los años y la propia demografía, con una plantilla cada vez más envejecida, han ayudado a impulsar las retribuciones en mucha mayor medida que en el sector privado, donde el complemento de antigüedad no se encuentra, ni mucho menos, generalizado. 

Esto se aprecia en todos los niveles retributivos de la administración, también en el más bajo, el D, donde se engloban buena parte de los administrativos. El salario medio ha pasado de 24.500 euros a 28.400, un alza del 16%, muy similar a la evolución de los precios durante este periodo, y que ha servido para mejorar los salarios más bajos de la administración, que se han convertido en la envidia de miles de empleados del sector privado. Solo las categorías más altas del convenio navarro de oficinas y despachos, al que se adscriben muchas labores administrativas, alcanzan estas remuneraciones, con jornadas anuales, además, mucho más largas. 

Este comportamiento en las categorías inferiores difiere sustancialmente de lo sucedido en el sector privado, especialmente entre 2013 y 2018, cuando los sueldos mantuvieron un tono general muy bajo. Solo en los dos últimos años han iniciado una cierta recuperación, casi obligada por el alza de precios, y que puede mantenerse en algunas ocupaciones ante la creciente escasez de mano de obra cualificada. 

Europa es otro mundo: en Alemania y Francia los sueldos sí crecen

Cada uno elige con quién compararse.Si Navarra mira hacia el sur, la fotografía de sí misma que obtiene es más o menos feliz. Pero si gira la cabeza y alza la vista hacia el norte, observa que la realidad salarial de muchos países nada tiene que ver con la local. Según los diferentes modos de medirlo, el sueldo medio en la UE sigue siendo entre un 10% y un 13% superior al de la Comunidad Foral. Pero las diferencias con los países más prósperos del continente son mucho más amplias. Sobre todo con Alemania, Austria, Países Bajos y con Dinamarca y Escandinavia. 

Y lo cierto es que estas diferencias, en lugar de cerrarse o mantenerse, se han ampliado en la mayor parte de los casos, tal y como se desprende del análisis de los datos de Eurostat, referidos a los costes laborales por hora efectiva de trabajo. Hace 15 años, el coste laboral por hora trabajada y efectiva en Navarra era similar o incluso superaba mínimamente la media de la Unión Europea, con unos 16,3 euros la hora. En 2022, último año comparable, Navarra se encuentra ya claramente por debajo (en torno a un 13%), con un coste de 20,26 euros frente a los 22,9 euros de media de la UE,

Durante este periodo (2008-2013), el coste medio ha crecido en Navarra en torno a un 25%, mientras que en el conjunto del continente ha subido más de un 41%. La década que abarca de 2009 a 2019 sirve para explicar gran parte de esta diferencia: mientras que en Europa los salarios subían con cierta moderación, en España, y también en Navarra, los salarios se estancaban. La alta tasa de paro –a mayor número de desempleados más mano de obra disponible–, la reforma laboral de 2012 y el resto de políticas de austeridad ayudaron a que las diferencias siguieran ampliándose. 

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Con Alemania, el caso resulta especialmente llamativo. Hace quince años, la diferencia alcanzaba los cinco euros por hora trabajada. Hoy se ha duplicado hasta rondar los diez euros la hora. Con Francia, la brecha también se ha ampliado, desde los cuatro hasta los siete euros por hora. Solo con Italia se ha reducido, desde los dos euros hasta menos de un euro. 

La evolución refleja, sobre todo, el muy diferente impacto de la crisis de 2010, que hundió a Grecia y golpeó con dureza a España e Italia, castigando sobre todo a las generaciones más jóvenes. Los menores de 30 años tardan cada vez en equiparar sus retribuciones a los del conjunto de trabajadores. Su permanencia en los escalones inferiores de las empresas se alarga así durante años, atrapados en dobles escalas o en carreras profesionales más largas. Su sueldo es hasta un 35% inferior a la media.