Decenas de miles de personas, unas 22.000 según la Delegación del Gobierno y 150.000 según los convocantes, salieron ayer a las calles de Madrid en la primera gran manifestación para exigir rebajas en los precios del alquiler. Convocada por el Sindicato de Inquilinas, la marcha instó a los caseros, las patronales inmobiliarias y el Gobierno a tomar medidas urgentes. “No hay policías, juzgados ni matones suficientes para desahuciarnos si dejamos de pagar”, advirtieron. "Madrid será la tumba del rentismo", "Los caseros nos roban el sueldo", "Fuera rentistas de nuestros barrios" o "vosotros rentistas sois los terroristas" fueron algunos de los lemas coreados y grabados en las pancartas.

A la convocatoria se sumaron además el sindicato CCOO, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), ONG como Amnistía Internacional, Ecologistas en Acción o el Sindicat de Llogateres. La portavoz del Sindicato de Inquilinas, Valeria Rapu, señaló que la manifestación de ayer era "histórica" y apuntó que a los caseros y a la patronal inmobiliaria "se les ha acabado el tiempo si siguen subiendo los precios".

Miles de personas recorren las calles de Madrid para exigir la regulación de los alquileres. Chema Moya

Entre los que acudieron a apoyar a los manifestantes figuraba la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que acusó "al bipartidismo, durante décadas, de PP y PSOE" por permitir que la vivienda sea un bien “para especular, para invertir y sacar rentabilidad”, cuando en realidad las casas son "para vivir". 

"Necesitamos que en España se prohíba de una vez por todas que los fondos buitre y los grandes rentistas puedan comprar vivienda", señaló Belarra, ya que la vivienda tiene que ser para que las familias puedan vivir en ellas. El problema, añadió, es que el Estado español tiene un Gobierno "en el que ya sólo manda Sánchez, y que no se toma en serio la lucha por la garantía del derecho a la vivienda".

También acudió a la manifestación el secretario general de las Juventudes Socialistas, Javier Camino, que acusó "al PP y a (la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz) Ayuso" de "terrorismo" contra una generación de jóvenes que sólo quiere una vivienda digna. Su homóloga en la Juventudes Socialistas de Madrid, Aranzazu Figueroa, exigió a la Comunidad que aplique ya la Ley de Vivienda y deje de ponerse del lado “de los especuladores y los grandes tenedores”.