La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) en Navarra ha calculado que unas 4.700 personas trabajan a través de la figura del falso autónomo. Ha hecho esta estimación tras el análisis de los datos de afiliación al RETA de los últimos dos años. “Es una cifra preocupante para la economía, un fraude para el sistema de cotizaciones de la Seguridad Social y una competencia desleal para aquellos profesionales que trabajan por cuenta propia de forma legal”, manifiesta esta organización a través de una nota.
Actualmente, la Comunidad Foral suma 46.678 autónomos, un número que apenas ha sufrido alteraciones en 15 años, de los que un 10% se encontrarían bajo el calificativo de falso autónomo, según denuncia UPTA. Este mismo porcentaje lo traslada a España, por lo que de los 3,38 millones de trabajadores por cuenta propia, unos 340.000 se encuentran en una situación irregular.
¿Qué significa falso autónomo?
Es aquella persona que realiza tareas para una empresa; pero esta compañía en lugar de establecer una relación contractual laboral con ella como asalariada, le exige darse de alta como trabajador por cuenta propia para ahorrase el coste de la Seguridad Social y evitar otorgarle los derechos laborales recogidos en el convenio de su sector –por ejemplo, horarios, vacaciones, bajas, permisos o salarios, etc–. Recientemente, Glovo, la plataforma de entregas a domicilio, anunció que va a cambiar su modelo de relaciones con los trabajadores en España, basado hasta ahora en contar con repartidores autónomos, y realizará contratos laborales.
La compañía tomó esta decisión tras estar en el punto de mira por el uso de la figura de los autónomos, lo que llevó a una jueza de Barcelona a investigar si había vulnerado los derechos de sus empleados. La jueza citó a declarar el 3 de diciembre como investigado al cofundador y consejero delegado de la plataforma, Oscar Pierre.
Este anuncio, en un principio, beneficiará a unas 60.000 personas, de las que 200 se ubican en la Comunidad Foral, según datos de CCOO.
No solo repartidores...
UPTA relata en su nota que la proliferación de plataformas digitales de reparto favoreció que estos perfiles de negocio utilizaran en sus estructuras la fórmula del falso autónomo para desarrollar las tareas. Un uso denunciado por los sindicatos y tratado en los tribunales para que estas compañías reconozcan la relación contractual como trabajadores por cuenta ajena.
Pero, UPTA denuncia que esta mala práctica “se ha extendido a otras áreas profesionales, y que afecta a otros sectores como la salud, la educación, la construcción y otros profesionales cualificados”. De esta forma, la organización recuerda que “solo en los últimos dos años, los sectores de alta cualificación han incorporado a más de 95 profesionales autónomos en Navarra”. La Seguridad Social indica que entre 2019 y 2024 en la Comunidad Foral, el número de autónomos en profesiones como actividades sanitarias y de cuidados; en educación; en construcción o en transporte han crecido a diferencia de la tendencia global de este colectivo en Navarra que ha descendido. El incremento puede deberse a la mayor demanda de estas actividades en nuestra economía y la decisión de emprender como autónomo para atender las necesidades que se generan; y, por otro, en ese crecimiento también ha podido influir el uso fraudulento del trabajador por cuenta propia.
Uno a uno
“Sectores como la salud, en especial enfermeros, médicos, fisioterapeutas y podólogos, están siendo cada vez más afectados. Muchos de estos profesionales sanitarios deberían estar contratados como asalariados por compañías o centros clínicos, pero se les contrata como autónomos, lo que vulnera sus derechos laborales”, reitera UPTA en su análisis.
Por su parte, “en el ámbito educativo, especialmente en centros privados y en empresas de formación para adultos, los docentes, que en el pasado debían ser contratados como asalariados trabajan como autónomos, lo que también ha incrementado el número de falsos autónomos en este sector”, puntualiza.
En cuanto a los servicios jurídicos y actividades profesionales, como economistas, arquitectos, aparejadores o tasadores, “están contratando profesionales como autónomos en lugar de asalariados”, subraya.
UPTA insiste en que esta situación está generando “un grave perjuicio económico a los profesionales autónomos que ejercen su actividad de forma legal y perjudica gravemente al sistema de cotizaciones al sistema público de Seguridad Social”.
¿Qué ocurre con la tarifa plana?
Además, UPTA revela que a pesar de que la tarifa plana fue aprobada en su momento por el Gobierno para favorecer el emprendimiento entre jóvenes; en ocasiones, los empresarios aprovechan esta medida en su beneficio. “Ha sido utilizada para contratar a jóvenes con la engañosa promesa de una carrera profesional estable. Estos trabajadores, al ser considerados autónomos, quedan atrapados en una situación de inseguridad laboral, sin los derechos que les corresponderían como empleados. A pesar de que la Seguridad Social está bonificada y no tienen gastos adicionales, no se garantiza una estabilidad ni el desarrollo profesional dentro de la empresa”, especifica.
Por ello, piden a las autoridades como al Gobierno y a Hacienda Foral que analicen a aquellos trabajadores que “facturan en exclusividad o prácticamente todo a una sola empresa, ya que es urgente frenar la falsedad contractual”.