Exigida en Europa, aunque con noticias esperanzadoras en sus ventas en esta primera mitad de 2025; golpeada en China, donde la competencia de las marcas locales es feroz, y pendiente de Trump en Estados Unidos, al que han ofrecido nuevas inversiones para evitarse los aranceles, el grupo Volkswagen, uno de los tres mayores fabricantes de coches del mundo, mira al presente, pero también al futuro, que pasa por crecer en los mercados foráneos menos desarrollados y por ser líder en casa en movilidad eléctrica

Para ello, no solo ha lanzado una ofensiva comercial con sus vehículos de baterías, sino que también contempla abrir una planta de producción en Egipto. Una iniciativa que le permitiría suministrar a un mercado, el del norte de África, donde se prevén grandes crecimientos en los próximos años y establecer asimismo un centro productivo cercano a Europa con unos costes laborales mucho más bajos. Su objetivo, mejorar su modesta rentabilidad. ¿El riesgo? Que la decisión impacte en otros centros productivos en un contexto general de menor demanda de coches. 

“Estamos muy interesados ​​en Egipto como centro de producción y esperamos poder algo pronto", dijo a Bloomberg Martina Biene, responsable en África del grupo, que esta misma semana ha firmado la salida de cerca de unos 20.000 trabajadores en Alemania, donde cuenta con un exceso de capacidad productiva y unos elevados costes laborales. En total, Volkswagen quiere reducir 35.000 puestos de trabajo en su país de origen para mejorar su competitividad, pero contempla crecer en mercados emergentes, como el asiático y el africano. 

De hecho, el grupo cuenta desde hace ya años con una fábrica en Sudáfrica, donde se ensambla un modelo tan conocido por los navarros como el Polo. La factoría de Uitenhage asumió durante el pasado verano la fabricación de este modo, que en 2025 cumple medio siglo de vida y que durante las cuatro últimas décadas (1984-2024) se ensambló en Landaben. Además de la planta sudafricana, Volkswagen cuenta con pequeños proyectos y centros de ensamblaje en Ghana, Ruanda y Kenia.

Apuesta clara por África

Volkswagen no ha aclarado, sin embargo, en qué consistiría este centro productivo. “Podría establecer primero una unidad de ensamblaje utilizando las instalaciones existentes y luego el posible siguiente paso es un plan para construir una fábrica, pero tendremos que esperar para ver si esto se limitará al ensamblaje o a la fabricación de vehículos”, dijo Biene.

Un proyecto de fabricación integral, señalaban las mismas fuentes de Bloomberg, parece más probable ahora que hace unos años , ya que la empresa cierra fábricas en Alemania por primera vez en sus casi 90 años de historia, se enfrenta a competidores más económicos y a la contracción de la demanda en algunas partes del mundo. Además de ampliar el acceso a Oriente Medio y África, trasladar la fabricación a Egipto también conllevaría una reducción significativa de los costes laborales. 

Prensas en Volkswagen Navarra

El norte de África se convertiría así, como ya ha hecho Renault-Dacia en Marruecos, en una plataforma desde la que poder exportar a otros mercados, como el europeo. De hecho, según Bloomberg, Volkswagen planea abrir hasta cinco nuevas plantas de producción en el continente en los próximos 10 a 15 años, según el servicio de noticias económicas.

China ya está allí y fabrica MG

Volkswagen no es el único fabricante de automóviles que ha puesto sus ojos en Egipto como ubicación. El 29 de diciembre de 2024, la china SAIC firmó un acuerdo de cooperación con el Grupo Mansour de Egipto, con el que se comprometía a invertir 135 millones de dólares en la construcción de esta nueva planta de fabricación de automóviles.

La nueva fábrica está diseñada para tener una capacidad de producción anual de 50.000 vehículos en su primera fase, prevista para iniciarse en el segundo trimestre de 2026. En la segunda fase, se planea ampliar esta capacidad a 100.000 vehículos anuales. Además, se espera alcanzar un nivel de localización de la producción del 45% en esta segunda etapa.

La construcción y operación de esta fábrica no solo fortalecerá la presencia de MG en la región, sino que también generará empleos. Se estima que la planta creará alrededor de 10.000 empleos directos e indirectos, lo que será un impulso significativo para el sector industrial egipcio.