En Navarra no caben ni más cerdos ni más macrogranjas, ni más mataderos industriales”, ha afirmado Lorea Flores, coordinadora de Greenpeace en Navarra.

“El nuevo matadero de cerdos de Cárnicas Iruña, proyectado para Lumbier, tendría un efecto llamada, y seguirían incrementándose las macrogranjas en Navarra cuando lo que urge es cerrarlas. Este proyecto no puede llevarse a cabo”, ha añadido Flores ante la noticia de que esta empresa proyecta construir un macro matadero de cerdos.

Según lo que se ha podido saber, el matadero, de llevarse a cabo, tendría la capacidad para sacrificar casi 1,5 millones de cerdos al año, 550 a la hora, casi el doble de la actual cabaña de porcino navarra.

769.890 cerdos y 712 piscinas

La actual cabaña de porcino en Navarra -769.890 cerdos, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA)- genera el equivalente a 712 piscinas olímpicas de purines cada año (2.402,6 millones de litros).

"Esta ingente cantidad de excrementos contribuye de forma determinante a la emisión de gases de efecto invernadero (como el metano y el óxido nitroso), a la de amoníaco, y algo muy importante, a la contaminación del agua por nitratos, el problema más grave de contaminación que afecta a las masas de agua en España, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD)", ha destacado la organización ecologista. "Precisamente, la situación de la contaminación del agua por nitratos no hace más que agravarse", ha añadido.

Un nuevo decreto foral

En una nota, Greenpeace en Navarra ha recordado que "tanto es así que está a punto de aprobarse un nuevo Decreto Foral en Navarra por el que se amplían las Zonas Vulnerables a Nitratos, que pasan de 99.259 hectáreas en 2020 a 247.854 hectáreas en 2025. Es decir, en cinco años casi se ha triplicado la superficie de las ZVN en Navarra, pasando a ocupar ya el 24% del territorio".

Por este motivo, Greenpeace exige que se aplique en Navarra la Estrategia NitraCHE, de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que establece que no se autorizarán nuevos proyectos de ganadería intensiva ni la ampliación de los existentes en las zonas más castigadas por la contaminación por nitratos.

La situación de la contaminación del agua por nitratos es tan grave que llevó al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) a dictar "una sentencia condenatoria contra España en marzo de 2024 por incumplimiento de la Directiva de Nitratos, y a que se celebre este lunes, en el Tribunal Superior de Galicia, el primer juicio europeo por la contaminación del agua generada por la ganadería industrial y sus macrogranjas, algo que podría suceder en Navarra si se mantiene la senda actual", han especificado en el comunicado.

Cuarto país productor

Actualmente, más de la mitad de la carne que se produce en España es de cerdo y alrededor del 60% ya se exporta. Esta producción, que sólo es posible con un modelo altamente industrializado, ha colocado a España en el cuarto puesto mundial de los países que más carne de cerdo producen, sólo detrás de China, EEUU y Brasil, y en el principal exportador mundial (FAOSTAT, 2023). Para alcanzar este punto, el sacrificio de cerdos se incrementó casi un 2.000 % desde los años 60, muy por encima de cualquier otra cabaña ganadera, y las macrogranjas de cerdos en Navarra, un 29 % desde 2014 hasta 2023, según los datos ofrecidos en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR) del MITERD.

En Revolución Alimentaria: urge una transición del inviable sistema actual a un modelo alimentario sostenible, un informe que Greenpeace presentó la semana pasada, se calcula que la producción de carne de cerdo en España debería reducirse un 88% en España de aquí a 2050 para garantizar la transición del actual y destructivo modelo de producción de alimentos hacia un Modelo Alimentario Sostenible (MAS). El informe propone el abandono gradual de la ganadería industrial, el cierre de las macrogranjas y el fomento de la ganadería extensiva de base agroecológica, garantizando una transición justa para el sector ganadero.

Las propuestas

Dentro de las actuaciones propuestas en este modelo, Greenpeace enumera tres imprescindibles: no conceder autorización a nuevos proyectos de ganadería intensiva o a la ampliación de los existentes, con especial prioridad para el cerdo. "Cada nuevo proyecto que se apruebe dificultará aún más la necesaria y urgente transición alimentaria y agravará los efectos negativos de la ganadería industrial", ha detallado.

En segunda lugar, la organización ecologista ha planteado desarrollar un Plan Estratégico de Ganadería (PEG) que permita determinar la carga ganadera máxima para cada región, en función de la base territorial necesaria para mantener la actividad ganadera, y con eso reducir paulatinamente la cabaña ganadera intensiva hasta alcanzar un 50% menos en 2030 y su eliminación total en 2050. "Este plan debe permitir hacer una transición justa en el sector ganadero", ha resaltado.

Por último, ha expuesto "fomentar y adoptar la dieta de salud planetaria”, que lleve a una aceleración de la reducción del "consumo de carne, lácteos, huevos y de pescado, así como un aumento del consumo de legumbres y resto de alimentos de origen vegetal", ha concluido.