Síguenos en redes sociales:

Irujo acusa a BSH de “atentar contra los principios mínimos de la ética”

El consejero remite una carta a la dirección de la compañía en la que señala su "falta de humanidad"

Irujo acusa a BSH de “atentar contra los principios mínimos de la ética”Iban Aguinaga

El consejero de Industria y Transición Ecológica, Mikel Irujo, ha acusado a la dirección de BSH de actuar con una “falta de humanidad” y de “atentar contra los principios mínimos de la ética empresarial” tras la confirmación del cierre de su planta en Esquíroz. Irujo ha hecho pública una carta abierta dirigida a la compañía en la que critica duramente su actitud, que, a pesar de las peticiones de flexibilidad y de la existencia de posibles inversores, ha mantenido su decisión de cerrar la fábrica y despedir a su plantilla de 655 trabajadores.

El pasado 16 de diciembre, BSH comunicó por carta a los trabajadores y a los gobiernos central y foral su intención de cerrar en un plazo de seis meses la planta de fabricación de frigoríficos y lavavajillas compactos en Esquíroz, argumentando que “la producción ha dejado de ser competitiva”. Desde entonces, explica el consejero, se han mantenido “innumerables reuniones”, entre ellas una celebrada en Madrid el 10 de enero con el Ministerio de Industria y el Gobierno foral, en la que se acordó la creación de un grupo de trabajo para buscar alternativas que permitieran garantizar el futuro de la planta.

Según Irujo, desde febrero las instituciones solicitaron más tiempo a la empresa, una petición “razonable” dado que “un proceso de esta naturaleza conlleva más tiempo antes de que pueda culminarse”. El consejero insiste en que el argumento de la pérdida de competitividad no se sostiene, ya que “las cuentas anuales de la empresa no constatan en ningún caso que la planta arrastre pérdidas contables”.

Imágenes de las nuevas protestas antes de la reunión entre BSH y el comité de empresa en IrurtzunPatxi Cascante

9

Reuniones con la empresa

El 9 de mayo, los gobiernos de España y Navarra, encabezados por el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, volvieron a solicitar en Barcelona más flexibilidad ante la existencia de posibles inversores de sectores como la automoción, las energías renovables o la defensa. Sin embargo, afirma Irujo, “todo ha sido en vano” y BSH ha hecho “oídos sordos” a todas las peticiones.

Finalmente, el pasado 9 de junio, la dirección de la empresa comunicó por videoconferencia a los representantes institucionales que mantenía su decisión de cerrar la planta, coincidiendo con el cumplimiento del plazo legal de seis meses. “Negociar una inversión a la vez que se negocia el despido colectivo va a resultar extremadamente complicado”, lamenta Irujo, quien, no obstante, subraya que las administraciones no cejarán en su empeño.

El consejero ha reprochado además la contradicción entre el discurso público de la empresa y su comportamiento efectivo. En su carta de diciembre, BSH aseguraba ser consciente de su “responsabilidad social” y reconocía la “dedicación y profesionalidad” de los trabajadores. La propia página web de la compañía defiende que “las personas son el centro” de su actividad, que “el liderazgo también significa escuchar” y que la comunicación debe ser “abierta y oportuna”. También el código de conducta de BSH y de su matriz, Robert Bosch GmbH, destaca la importancia de la reputación y de actuar conforme a valores éticos.

Imágenes de la protesta de este lunes en BSH EsquírozJavier Bergasa

29

Viabilidad de la empresa

Frente a estas declaraciones, Irujo contrapone el proceder de la empresa: “Personas que han formado parte de la ‘familia’ de BSH por décadas han sido despedidas por carta. Una sola carta. Y la comunicación definitiva del cierre y despido colectivo ha sido transmitida por videoconferencia, tanto a las administraciones como a los trabajadores”.

El consejero subraya que el centro de todo deben ser las personas, y recuerda que la futura Ley Foral de Industria en la que trabaja el Ejecutivo navarro incluirá un título sobre los valores empresariales, así como un plan integral de impulso a la responsabilidad social empresarial y a los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). También alude a estándares internacionales como el Convenio 158 de la OIT o la ISO 26000, que establecen principios éticos y de sostenibilidad en la gestión empresarial.

Irujo pone en valor la trayectoria de la plantilla de BSH en Esquíroz, “altamente cualificada, con una experiencia media de 25 años, galardonada con diferentes premios hasta 2023”, y que ha desarrollado tecnologías pioneras como las bombas de calor y la mejora de la eficiencia energética de los productos. “¿Este equipo se merece un despido colectivo anunciado por carta y videoconferencia? No puedo compartir este comportamiento”, concluye.

La carta termina con una apelación directa a la dirección de la compañía, preguntándose si su actuación actual está alineada con el legado de su fundador, Robert Bosch, quien afirmaba: “Prefiero perder dinero que la confianza”. Según Irujo, la empresa “sigue estando a tiempo de rectificar”.