La huelga de villavesas en Pamplona y Comarca ha vuelto a tener un seguimiento masivo este jueves, con un 98,5% de participación según el comité de empresa y del 94% según TCC Moventis, que hace el cálculo sumando fijos y eventuales. Se trata de un apoyo superior al registrado el pasado martes, aunque con tres autobuses más en circulación.

La jornada ha estado marcada por mayores retrasos y presión en el servicio: varios autobuses han llegado a acumular hasta 20 minutos de demora, informan los representantes de la plantilla, que indican que "únicamente una persona eventual ha roto la huelga trabajando sin estar asignado a servicios mínimos y un conductor inspector". Moventis TCC ha señalado que los servicios mínimos, fijados en un 60% entre las 6 y las 8.30 horas, han salido con retraso desde las cocheras debido a la presencia de piquetes informativos.

La normalidad en el transporte urbano comarcal ha ido recuperándose paulatinamente entre las 9 y las 10 de la mañana, como en jornadas anteriores de paro. De momento, no hay fecha para una nueva reunión entre la dirección y el comité, después de que la prevista para el pasado martes fuese cancelada por la empresa por motivos de agenda.

Los paros se enmarcan en la negociación del nuevo convenio colectivo, que mantiene enfrentados a trabajadores y compañía. El miércoles 8, viernes 10, lunes 13 y miércoles 15 volverán a registrarse paros. Las huelgas previstas, según los datos facilitados por la Mancomunidad, afectan diariamente a aproximadamente 83.000 viajes

"Tenemos sensación de ninguneo"

El comité de empresa —integrado por seis delegados de UGT, cuatro de CCOO, tres de ELA, dos de LAB y dos de ATTU— ha calificado de "éxito total" el paro secundado este jueves. Los representantes sindicales han denunciado asimismo el malestar existente en la plantilla ante la ausencia de una convocatoria de reunión con la dirección.

Comunicado de la plantilla de TCC Moventis.

Comunicado de la plantilla de TCC Moventis.

Según han explicado, el gerente de Moventis TCC se encuentra ya en Pamplona, después de que la compañía asegurara al comité que estaba en Barcelona para negociar posibles mejoras en la sede central que pudieran trasladarse a la parte social. “Tenemos sensación de ninguneo”, han dicho desde el comité, al tiempo que han reprochado a la empresa “su escasa responsabilidad en un momento de conflicto que afecta a la ciudadanía, que lleva casi ocho meses sufriendo las consecuencias de estas huelgas”.