Mª José Arrondo Lahera cumplió 40 años este mismo lunes y viajó de Fustiñana –su localidad natal– hasta Lodosa para participar como presidenta del Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra (CPAEN-NNPEK) en una acción de responsabilidad social con la coservera Pedro Luis y Aspace.
“Los muchachos de este centro especial de empleo han recogido calabazas en el campo para luego en la conservera elaborar puré con esta hortaliza, y envasarlo en botes para donarlos al Banco de Alimentos. Así cerramos el círculo”, dice esta agricultura que comenzó a trabajar en esta profesión con 25 años en la finca familiar, en la que no trabaja Óscar Huerta, su pareja. Ella siempre ha vivido en Fustiñana, localidad “que dispone de toda clase de servicios”, y ahí están creciendo sus tres hijas de nueve, siete y cuatro años.
¿Por qué escogió esta profesión?
Me gusta vivir en el pueblo, y tener contacto con la naturaleza y el aire libre. De la infancia, recuerdo que en las comidas siempre la conversación giraba en torno al campo, y cuando no había colegio, mis hermanos y yo estábamos en la finca porque se plantaba hortaliza y ayudábamos: tomate, brócoli o coliflor.
¿Qué cultiva actualmente?
Dejamos la producción de tomate, primero, y posteriormente de brócoli y coliflor por la falta de rentabilidad, y nos enfocamos en el cereal. En las 400 hectáreas de secano, sembramos trigo blando ecológico; y en regadío, que utilizamos el agua del Canal de Tauste, 120 hectáreas de trigo duro, cebada y maíz.
¿Qué generación de su familia representa?
Ni sé. Mi familia siempre ha estado vinculada al campo. Mis hermanos Alberto y Ángel Mari y yo seguimos la hacienda. Llevo el peso de la oficina, cada vez con más burocracia, pero colaboro en el campo. Además, no solo estamos los tres, sino que también hay otros cuatro trabajadores, de los que dos son mis sobrinos, y uno de ellos acaba de instalarse como joven agricultor.
¿Qué le aporta el sector?
Afronto con mucha ilusión cada ciclo del cereal: la siembra, la floración, la maduración y la cosecha para terminar suministrando al Grupo AN. Cuando concluye una campaña, sientes la satisfacción del trabajo bien hecho.
¿Cómo fue la cosecha de secano?
Histórica, los mayores querían estar en el campo en todo momento, porque decían que una cosecha así nunca la habían vivido.
¿A sus hijas les gusta?
Ellas son las que tienen que escoger. Pero si se quedan con un momento, seguro que dirán la cosecha.
¿Qué aspecto positivo destaca de la agricultura?
Es estratégica para autoabastecernos sin depender de terceros países que incumplen nuestras reglas de calidad.
¿Le preocupa el relevo en este sector?
Sí, pero no por ser hombre o mujer, ya que las barreras no surgen por una cuestión de género, sino por la problemática que arrastra la propia actividad. l