Los consejos de un padre suelen recordarse. A veces durante toda la vida. Alberto Alonso recuerda con nitidez lo que le dijo quien, en 1991, fundó Alme, una correduría de seguros especializada en empresa. “Alberto –le dijo–, esto te tiene que gustar”. Y en 2016, con apenas 23 años, lo apuntó a un curso en una asociación sectorial a nivel nacional. “Fue entonces cuando comenzó a llamarme la atención. Había estudiado Administración y Finanzas y, en paralelo, obtuve el título oficial de mediador de seguros. Una vez realizadas las practicas me incorpore en 2017 a la empresa familiar. A día de hoy, sigo formándome de manera continua en el sector asegurador”, explica.

¿Qué dudas tuvo en el momento da incorporarse a la empresa familiar?

–La principal fue la adaptación al equipo de trabajo. Me preocupaba encajar sin imponer cambios y ganarme la confianza desde el trabajo diario; por eso empecé escuchando mucho al equipo y entendiendo el porqué de cada proceso antes de realizar un cambio.

¿Qué cualidades cree que necesita tener un líder de una empresa?

–Un líder necesita coherencia, capacidad de escuchar, criterio para priorizar, valentía para decidir y, sobre todo, habilidad para hacer crecer a su equipo con delegación y feedback para que este mejore cada día y con ello la empresa.

¿Cómo se imagina la empresa dentro de unos años?

–Siguiendo en la empresa y siendo una empresa familiar que mantiene los valores. Me la imagino como una empresa más digital que se adapta al mercado y su evolución y que el trato y servicio al cliente sigue siendo nuestro valor por excelencia.

¿Qué cree que puede aportar a la empresa?

–Lo primero frescura, la juventud tiene otra mentalidad y forma de hacer las cosas. Desde que llevo trabajando en la empresa hemos evolucionado digitalmente para adaptarnos al mercado y a las necesidades del cliente.

Casi la mitad de los jóvenes dice que le gustaría ser funcionario. Una opinión mayoritaria entre las mujeres. ¿Qué le parece?

–Es lógico, estamos en un país que se esta perdido nivel adquisitivo, problemas con la vivienda, los salarios no son acordes al nivel de vida que nos encontramos. Es normal que parte de la gente joven busque esto, quieren estabilidad en sus vidas ya que la incertidumbre que tenemos es muy alta. Lo que no puede ser es que sigamos aumentado el gasto público y estemos perdido poder adquisitivo.

¿Cómo ve el papel de las empresas en Navarra?

–El empresario a día de hoy tiene una mala imagen. No podemos seguir con esta mentalidad porque esto provoca inseguridad. Para que sigamos invirtiendo y contratando, ayuda mucho contar con reglas claras, estabilidad y menos burocracia para ganar en agilidad.