Ahora que parece que la covid-19 empieza a dar una tregua, quizás sea el momento de retomar las buenas costumbres y volver a programar alguna escapada.

Si el medio de transporte que vamos a utilizar es el avión, a la hora de realizar la reserva, nos será muy útil conocer cuáles son los mejores asientos para que nuestro viaje resulte lo más placentero posible.

No existe el asiento ideal, sino que dependerá de nuestras preferencias y de factores tan diversos como nuestra envergadura y estatura, si viajamos solos, en pareja, con amigos o con niños, si tenemos miedo a volar, si nos ponen nerviosos las turbulencias...

En términos generales, los asientos próximos a la salida, los que están en el pasillo o en la ventana y los de la parte delantera están entre los más demandados. No obstante, cada viajero elegirá el que más le convenga según cuál sea su situación personal.

Aquí van algunas recomendaciones.

- Si tienes miedo a volar. Los asientos más recomendables para los pasajeros más aprensivos son los que están próximos a las alas y los que se encuentran en el centro del gravedad del avión, ya que perciben menos alteraciones causadas por los cambios de velocidad y altitud y por las posibles turbulencias. Para estos pasajeros lo menos aconsejable es viajar en la cola del avión. Cuanto más grande sea el avión y el asiento, menos notaremos las turbulencias.

- Si viajas con niños pequeños. Viajar con niños a veces puede resultar complicado, ya que si el viaje es muy largo se les puede hacer pesado y pueden estar inquietos. La mejor opción en estos casos son los asientos de mampara o con pared divisoria puesto que son espacios más amplios. La ventana también es una buena opción para que estén más entretenidos durante el viaje. Si viajamos con bebés, la peor ubicación son los asientos de los pasillos por varias razones: el carrito molestará al servicio de comidas y bebidas, los niños pueden hacerse daño con las ruedas y, además, podría derramarse sobre ellos algún líquido caliente. Las filas de salida son más amplias, pero no son recomendables porque son lugar de paso del resto de pasajeros. Las salidas de emergencia tampoco por cuestiones de seguridad.

- Si buscas silencio y tranquilidad. El lugar idóneo si aspiras a un viaje tranquilo debes buscarlo en las filas delanteras del avión. Desde allí, apenas percibirás el ruido de los motores. Además, los asientos de pasillo son más silenciosos que los de ventanilla. Sin embargo, estos también tienen sus ventajas: además de las vistas, nadie te molestará al entrar y salir en el asiento, y podrás descansar apoyando la cabeza en la ventanilla.

- Pasajeros altos. Los asientos más espaciosos suelen encontrarse al lado de las salidas de emergencia, ya que cuentan con una fila entera extra de espacio delante, o en la primera fila entre todas y cada una de las secciones del avión. Se debe estar atento, ya que muchas aerolíneas ofrecen estos asientos con espacio adicional con un cargo extra. Conviene evitar sentarse en las últimas filas del avión, que a menudo tienen menos espacio para las piernas que las otras; y la última fila de todas a veces tiene asientos no reclinables y suele estar al lado de los lavabos, por lo que es mejor evitarla.

- Para estirar las piernas o ir al baño. Si somos de los que no podemos pasar mucho rato sentados y necesitamos de vez en cuando levantarnos o ir al servicio, los mejores asientos serán los que están junto al pasillo, ya que podremos salir todas las veces que queramos sin molestar al resto de viajeros.

- Los asientos más seguros. Un estudio de la revista Time dice que los asientos de la parte trasera de los aviones son más seguros que los de la parte delantera y los que están pegados al pasillo, son preferibles a los que dan a ventanilla.

- Las ventajas de los últimos asientos. Los asientos de cola son los menos demandados, ya que los pasajeros que los ocupan son los últimos en descender del avión. La salida se realiza por los asientos más próximos a la cabina. Además, son localizaciones ruidosas y de mucho movimiento al estar cerca de los baños y de la cocina. Si buscas un viaje tranquilo, sin duda tu lugar está en las filas delanteras. Pero, no todo son inconvenientes. También tienen sus ventajas: son los primeros en subir al avión, los que más espacio tienen para guardar su equipaje en el portamaletas y, además, como son los menos solicitados, existe la posibilidad de que quede algún asiento libre y puedas viajar sin acompañante.