El mercado global del automóvil aún sufre los efectos del coronavirus, que supuso un frenazo a nivel mundial llevando al sector a mínimos de los últimos 10 años y que tardará, al menos, un par de años en recuperarse. Ahora también afectado por la crisis de los semiconductores, cuya escasez está perjudicando a buena parte de los fabricantes que ya están paralizando su actividad y, en consecuencia, a los concesionarios europeos. Como contrapartida, en el mercado de electrificados las matriculaciones en 2020 superaron los 1,3 millones en Europa, fundamentalmente impulsadas por las subvenciones y ayudas de los países. En este contexto, España tiene mucho camino por delante para lograr que la electromovilidad sea una realidad, ya que aún estamos lejos del crecimiento de la media europea, liderado por Noruega, Países Bajos y Alemania.

El temor de los concesionarios es seguir viendo cómo las ventas caen cada mes, algo que no es sostenible a largo plazo y menos si ahora se añade nuevamente la subida del impuesto de matriculación.

El mercado de la movilidad eléctrica sigue creciendo e incrementando su cuota de mercado. El mes pasado, el aumento de las matriculaciones situó la participación de mercado de este segmento por encima del 30% del mercado total en España. Para 2025, se estima que entre el 25% y el 35% de todos los automóviles que se vendan serán híbridos, enchufables o totalmente eléctricos.

Con relación a nuestro mercado, Navarra sigue la tónica nacional, con más de 3.150 matriculaciones. Una tercera parte se corresponden con tecnologías híbridas, tecnología que combina la combustión y la electrificación.

Está claro que el futuro irá hacia las emisiones cero, pero a día de hoy, donde los coches de combustión siguen siendo el 98% de nuestro mercado, necesitamos que el cliente realmente se crea la realidad del coche eléctrico. Entre otras cosas, falta un mayor desarrollo de infraestructuras públicas de recarga, mayor autonomía de las baterías y evidentemente ayudas directas que actúen de estímulos para afrontar el elevado precio que tienen este tipo de vehículos. Solo el 20% de las familias españolas pueden acceder a este tipo de vehículos.

Los concesionarios navarros apostamos por la puesta en marcha de un Plan Renove foral, que de forma complementaria a los planes estatales, impulse paulatinamente la transición hacia este nuevo modelo del sector más electrificado y conectado. En este sentido, los concesionarios nos estamos viendo obligados a implicarnos en un mercado digital que está transformado por completo nuestro negocio.

A diario nos encontramos con un cliente más informado y, por tanto, más exigente, que ya sabe lo que quiere y cómo lo quiere después de haberse informado a través de Internet. Con este nuevo ecosistema digital, se hace necesaria nuestra reconversión para incrementar la aportación de valor al nuevo cliente digital. Al final de todo el proceso de información, el cliente valorará más el servicio recibido, o los servicios añadidos junto con la compra del vehículo, que cuestiones como la mecánica o el diseño.

La calidad, facilidad y agilidad en toda la gama de servicios en el concesionario tienen que generar una experiencia de usuario alrededor del cliente potencial que será clave para que finalmente compre el vehículo.