La importancia de usar con criterio y de forma responsable los medicamentosPixabay
Desde hace muchos años, el eslógan ‘consulte con su farmacéutico’ ha acompañado a cualquier publicidad referente a un artículo farmacéutico con el propósito, por una parte, de poner en valor la figura experta de este profesional sanitario, y por otra, de evitar la automedicación y promover un uso responsable de los medicamentos. La OMS manifiesta que es importante que el público tenga una mejor información sobre la automedicación, especialmente en el uso del antibiótico ya que su consumo inadecuado y/o excesivo está incrementando el fenómeno de la resistencia microbiana. Los antibióticos no deben ser medicamentos de venta libre, sino “siempre prescritos por un médico para combatir cuadros infecciosos originados por bacterias” (no por virus), asegura el organismo internacional e insiste en que es “muy importante que se esté trabajando de manera intersectorial en este tema”.
Entender que los medicamentos no son inocuos y que su uso racional beneficia a toda la sociedad es una práctica que toda persona y profesional de la salud debería aplicar. El fomento del uso racional de medicamentos (URM) se está llevando a cabo mediante estructuras y medidas de política, información y educación. Pero, ¿qué es el uso racional de medicamentos? Según la OMS (2006), se refiere a que “los pacientes reciben la medicación adecuada a sus necesidades clínicas, en las dosis correspondientes a sus requisitos individuales, durante un período de tiempo adecuado y al menor coste posible, para ellos y para la comunidad”.
El fomento del uso racional de medicamentos (URM) se está llevando a cabo mediante estructuras y medidas de política, información y educación.
En términos simples, el URM hace referencia al uso apropiado de los medicamentos, tanto por parte del profesional que los prescribe, como por los pacientes que los consumen. Al entregar la información necesaria sobre el fármaco, se puede asegurar la utilización de los fármacos únicamente cuando estos sean requeridos, además de comprender el motivo de su receta, la dosificación y tiempo de consumo.
El URM hace referencia al uso apropiado de los medicamentos, tanto por parte del profesional que los prescribe, como por los pacientes que los consumen
Para un uso racional del medicamento, tal como indica el portal de Eurofarma, una vez se ha emitido la receta, el profesional debe indicar al paciente aspectos claves como el nombre del medicamento, si es genérico, cuál es el efecto esperado del medicamento, dosis y tiempo de administración, recomendaciones en caso de olvidar una dosis. También si se debe evitar el consumo de alimentos o bebidas durante el tratamiento, posibles efectos secundarios, compatibilidad o incompatibilidad con otros medicamentos y/o alimentos, y en qué casos debería suspender el tratamiento.
Por su parte, los pacientes deberían informar al facultativo si padecen de alguna alergia, tienen enfermedades crónicas y si está embarazada o se encuentra en periodo de lactancia. Todos estos datos son importantes a la hora de recetar y tomar una medicación, haciendo que su administración y su seguimiento sea el adecuado y obteniendo así una mayor eficacia.
Unas 8.500 toneladas de antibióticos acaban en los ríos
Unas 8.500 toneladas de antibióticos -casi un tercio del consumo anual mundial humano- terminan en los sistemas fluviales, incluso después de, en muchos casos, pasar por sistemas de depuración. Publicado en PNAS Nexus, un estudio de la Universidad McGill es el primero en estimar la magnitud de la contaminación fluvial global causada por el uso de antibióticos en humanos.
El equipo de investigación utilizó un modelo global validado con datos de campo de casi 900 ubicaciones fluviales. Descubrieron que la amoxicilina, el antibiótico más utilizado a nivel mundial, es el que tiene mayor probabilidad de estar presente en niveles de riesgo, especialmente en el Sudeste Asiático, donde el aumento de su uso y el limitado tratamiento de aguas residuales agravan el problema.
"Este estudio no pretende advertir sobre el uso de antibióticos -necesitamos antibióticos para tratamientos de salud global-, pero nuestros resultados indican que podría haber efectos no deseados en los ambientes acuáticos y resistencia a los antibióticos, lo que exige estrategias de mitigación y gestión para evitar o reducir sus implicaciones", apuntaron los expertos.
Medidas para asegurar el uso racional de los medicamentos
Algunas medidas orientadas a lograr un uso racional de los medicamentos incluyen la creación de entidades nacionales encargadas de coordinar las políticas relacionadas con su uso y de monitorear sus efectos; el desarrollo de guías clínicas fundamentadas en evidencia científica para apoyar la formación de profesionales; la elaboración de listas de medicamentos esenciales que sirvan como base para las compras públicas y los sistemas de reembolso de seguros; el establecimiento de comités en hospitales y distritos de salud que implementen estrategias para optimizar la prescripción y realicen evaluaciones de impacto; la provisión de información objetiva e imparcial al público sobre los medicamentos; la eliminación de incentivos económicos que promueven una prescripción inadecuada, y la asignación de recursos suficientes para asegurar tanto el suministro de medicamentos como la disponibilidad de personal sanitario capacitado.
En el caso de Osakidetza, regularmente se elaboran las ‘Notas sobre uso racional de medicamentos’, una publicación periódica que tiene como objetivo proporcionar a las y los profesionales sanitarios recomendaciones específicas de uso para determinados grupos de medicamentos en los que se han detectado áreas de mejora. De forma que los pacientes reciban una prestación farmacéutica adecuada y de calidad que contribuya a la sostenibilidad del Sistema de Salud. Desde el departamento de Salud de Navarra, también se organizan sesiones de formación para nuevos especialistas con el propósito de conocer los principios del URM, reflexionar sobre la ética en la prescripción y conocer los recursos disponibles para optimizar la prescripción de medicamentos.