Corren tiempos difíciles. El sector del transporte y la logística ha vivido y sigue viviendo momentos de tensión e incertidumbre afectados por la pandemia y la guerra de Ucrania, pero lo cierto es que los datos muestran que recupera su buena salud. El Clúster de Movilidad y Logística de Euskadi confirma que todas sus empresas asociadas facturan cerca de 11 millones de euros, lo que equivale a un 15% del PIB.

Además, desde la corporación fijan su atención en la movilidad inteligente y la evolución tecnológica, algo que también hace Navarra desde el departamento de Transporte del Gobierno foral. En definitiva, tanto en Euskadi como en Navarra las grandes infraestructuras logísticas se adaptan a las tendencias actuales y trabajan por abastecer a toda la población por tierra mar o aire.

Sin ir más lejos, en la CAV, el tráfico portuario en Bilbao y Pasaia remontan, aunque no de la misma manera. En el caso de la dársena vizcaina no será hasta el año que viene cuando se calcula que las cifras podrían situarse en las de 2019. En lo que respecta al puerto guipuzcoano, durante los primeros once meses del año movió 3,2 millones de toneladas, lo que la sitúa en los niveles de tráfico habituales de los últimos años de bonanza económica y equipara la cifra a la registrada a cierre de 2019.

En lo que al transporte aéreo se refiere, en lo que va de 2022, por Foronda han pasado ya 5.451.555 millones de kg en mercancía, y se han llevado a cabo más de 1.000 operaciones. Estas cifras demuestran la buena salud del aeropuerto alavés que en los próximos meses verá algunas remodelaciones para mejorar sus instalaciones.

El consolidado sistema de industrialización de la CAV con sus centros intermodales Zaisa, CTV y Aparcabisa, la han convertido en un punto estratégico para el tráfico de mercancías y la logística

Para Navarra, el sector del transporte y la logística es un sector económico esencial que se encuentra en un momento de cambio, con dos importantes retos que afrontar: el reto de la digitalización y el de la sostenibilidad. Cabe destacar que la lucha contra el cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta y el sector del transporte genera actualmente el 30% de las emisiones de C02.

En la actualidad, Euskadi dispone de una compleja red de autopistas y carreteras, tres aeropuertos y dos grandes puertos marítimos. Su consolidado sistema de industrialización y áreas como sus centros intermodales Zaisa, CTV y Aparcabisa han hecho de esta comunidad autónoma un punto estratégico para el tráfico de mercancías y la logística.

También influye positivamente su firme apuesta por la innovación y la implementación de las nuevas tecnologías en estos procesos. Del mismo modo, la logística y la distribución adoptan un rol fundamental dentro de la economía navarra.

Ambas comunidades comparten el objetivo de fomentar una industria sostenible, altamente competente y capaz de dar respuesta a las necesidades de la población. El compromiso se desenvuelve en el marco de relaciones entre las empresas y las administraciones públicas, quienes trabajan mano a mano para integrar los últimos avances.

Este ámbito atraviesa ahora un periodo de incertidumbre e inestabilidad, en el que los picos de inflación condicionan la actividad cotidiana de las empresas. Sus consecuencias comprenden las dos direcciones de la cadena, ya que los clientes y los productores conviven con el incremento de los precios de los bienes, la crisis energética, la pandemia o la precariedad.

No obstante, a corto y medio plazo, la tendencia parece indicar que se seguirán promoviendo la digitalización y las mejoras globales en el sector, como ya ha demostrado la inclusión de I+D.