En 2008, tras darse cuenta del impacto ecológico que suponía la fiesta para el medioambiente, el Nafarroa Oinez creó Oinez Basoa, un proyecto con el objetivo de minimizar la huella ecológica que genera el festejo. Desde entonces, las Ikastolas han adquirido un compromiso con el entorno y organizan la fiesta de la forma más sostenible posible. Entre tanto, cada centro se implica con la plantación de árboles para dejar en el lugar de la celebración, un testigo permanente de calidad medioambiental.

La Laguna de Cascarruejos en la que se creará el observatorio. | FOTO: CEDIDA

Desde que la iniciativa se pusiera en marcha se han creado 10 bosques que han acogido las localidades de Arbizu, Tafalla, Tudela, Sangüesa, Baztan, Andosilla-Sartaguda, Lesaka, Alsasua, Arguedas y Barindano-Antzin-Lizarra. En los 15 años de andadura del proyecto se ha logrado plantar más de 50.000 árboles a lo largo de toda la geografía navarra.

Mauricio Olite, de la organización de ‘Oinez Basoa’. | FOTO: JAVIER BERGASA

En Tafalla el Oinez Basoa dio un salto en cuanto a dimensión, ya que se realizó un bosque de 8 con 3 hectáreas entre encino y roble. “Ha tenido una evolución muy positiva en cuanto a crecimiento intentando recuperar las zonas que fueron deforestadas en su momento”, explica Mauricio Olite, del equipo Oinez Basoa y presidente de la asociación Berdesia. Con Tafalla, dice, el Oinez Basoa pasó a ser el primer bosque y quizá único, monitorizado. “Hicimos un acuerdo con la Universidad Pública de Navarra, con el departamento de Estudios Naturales, y está monitorizado”.

Para esa monitorización, se realizaron tres áreas diferentes en el propio bosque maduro de encinas y en una finca cultivada anexa y en donde se van tomando muestreos. Con esos muestreos, se han hecho estudios sobre la capacidad de captación de CO2, sobre la microfauna o sobre la capacidad de retención del agua del suelo. “Es muy interesante porque se ha hecho pensando en un modelo educativo y con la participación de alumnos y alumnas de diferentes cursos”, asegura Olite, que añade que cada bosque tiene algo distintivo pero este rasgo al bosque de Tafalla le otorga un valor añadido.

El proyecto actual

Para el actual Oinez, la organización ha creado un proyecto novedoso que combina agua, observación de aves y nueva zona de arbolado. En la Laguna de Cascarruejos, Patrimonio Natural de Tafalla, se creará un Observatorio de aves “como un elemento más para el disfrute y la educación ambiental”. Situada entre los parajes de La Sarda y Candaraiz, Cascarruejos es una Laguna endorreica que se forma con agua de lluvia. Ahí, se plantarán encinos, pinos y, sobre todo, arbustivas. Hace 50 años se decidió drenar y convertir en tierra de labor y en 2009 decidieron recuperarla y no adjudicar las tierras para el cultivo. De forma natural, la Laguna fue recuperando todo el agua cubriendo un área de entre 4 y 5 hectáreas. En 2011 cesó el drenaje artificial para que recuperara sus características originales.

En cuanto al observatorio, su objetivo no es que acuda más gente, sino proteger el entorno natural. “Es un proyecto de educación ambiental. El refugio es suficientemente amplio como para albergar un aula y que puedan mirar la aves con cuatela”, asegura. Para ello, se construirá durante este invierno un observatorio lo más integrado posible en el territorio, “de aspecto similar a las edificaciones rurales del entorno, con materiales en lo posible reciclados, donde la piedra, cal, tierra y madera lo mimeticen con el paisaje”.

Respetando el espacio

Además de la infraestructura, se va a acondicionar un espacio detrás del observatorio para que los posibles vehículos aparquen allí y no invadan el espacio de la Laguna. El enclave, ideal para la realización del proyecto al estar rodeado de cultivo ecológico. “Son de los pocos cultivos ecológicos que quedan en la zona de Tafalla. Por lo tanto es un enclave con muy buenas condiciones de biodiversidad”, asegura el presidente de Berdesia.

Con el desarrollo de este proyecto, el centro fomentará la diversidad de la fauna y flora y generará además una vía pedagógica para el alumnado. El proyecto se ha realizado de la mano de Berdesia en colaboración con el Ayuntamiento de Tafalla y la autorización del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra.