¿Cómo llega a Osasuna al primer partido de Liga?

Vamos a llegar lo mejor que se puede llegar a estas alturas, igual que la mayoría de los equipos. Nosotros tenemos la circunstancia especial de que ha habido un cambio de entrenador y eso supone que hay cambios a la hora de trabajar, a la hora de lo que pensamos para afrontar los partidos y eso siempre requiere un tiempo de trabajo, que en este caso lo hemos tenido muy corto. Todo esto lo iremos acumulando a medida de trabajo y de partidos y se irá viendo. Pero estoy tranquilo, llegamos bien al primer partido de Liga. Lo más importante es que veo un equipo competitivo, que eso lo lleva de serie y eso no es poco para iniciar una competición.

¿Ha podido hacer todo lo que se había propuesto?

La sensación que se te queda es que, como llevas poco tiempo, te gustaría haber hecho más entrenamientos, pero son seis semanas desde que inicias y entran un número de entrenamientos, no puedes hacer más. Pero tengo tantas ganas de hacer cosas, de trasmitir información a los jugadores, pero también te das cuenta de que no puedes volverles loco y hay que ir paso a paso. Pero insisto en que estoy contento porque hay muy buena predisposición por parte de todos los jugadores y es un punto de partida importante.

¿Es bueno o malo llegar a un equipo que ha estado seis temporadas con el mismo entrenador?

Está claro que para Jagoba y para los aficionados de Osasuna ha sido bueno. Estamos hablando de seis años que han sido fantásticos, una relación espectacular para todas las partes. Es bueno, sin ninguna duda. Si lo trasladamos al entrenador que viene, que en este caso soy yo, es un hándicap porque llegas sabiendo que se va a una persona muy querida que ha hecho las cosas muy bien. Queramos o no, se puede caer en el peligro de hacer una comparativa que hasta que no lleves tiempo en el club y consigas objetivos siempre vas a salir perdiendo, pero es mejor no caer en eso. Hay que llevarlo con naturalidad, ya lo dije el primer día. Vamos a trabajar mucho, vamos a hacer las cosas bien para hacer nuestra propia historia más allá de la historia anterior que ha sido muy buena.

Tener un bloque es un buen punto de partida, pero también hay matices nuevos que quiere introducir.

Tener un bloque es muy bueno, pero los modos de trabajar que pueden haberse interiorizado y quieres cambiarlos es uno de los hándicap. Esa es la realidad, pero la predisposición de los jugadores es fantástica y todo es más fácil. Pero el equipo viene de seis años trabajando de determinada manera, que no es ni mejor ni peor, porque no hay dos personas exactamente iguales. Los patrones después de tanto tiempo están muy marcados y no venimos a darle la vuelta al calcetín, ni mucho menos. Queremos aprovechar las cosas que se hacían bien y darle continuidad, pero otras cosas las queremos hacer de forma diferente y eso es lo que requiere un poquito más de tiempo, va a costar un poco más y de puertas para adentro tendremos que tener más paciencia.

¿Cómo es como entrenador? Por los entrenamientos parece cañero, intenso, meticuloso...

Puedes poner todo lo que estás diciendo (se ríe). Al final, el entrenador, por decirlo de alguna manera, se vuelve un animal extraño. Tenenos que cuidar mucho los detalles, tenemos que controlar, sin que sea enfermizo, controlar todo lo que puede ser controlable y eso, al final, corres el riesgo de que uno se obesione un poco en nuestro trabajo. No sé cómo son los demás, pero yo me considero un friki del fútbol, se puede decir como se quiera. Me encanta mi trabajo, disfruto de venir a entrenar, estar con los jugadores; disfruto con el nerviosismo de que ahora llega el primer partido y necesitas ganarlo, de ese mal rato que pasas cuando no ganas un partido aunque fuese de entrenamiento. Creo que generamos una serie de comportamientos por las vivencias que tenemos que son muy diferentes a las del resto de los humanos.

¿Cómo le gustaría que jugase Osasuna?

Lo más importante es que el equipo gane, eso lo tenemos muy claro. Lo principal es ganar, aunque el camino para llegar a la victoria cada uno lo podemos ver de una manera distinta. Claro que voy de la mano de los valores que tiene Osasuna, de ser competitivos, de ser trabajadores, de dejárselo todo, eso hay que llevarlo como bandera. Sentir que cuando nos ponemos la camiseta de Osasuna y termina el partido la gente esté orgullosa porque lo hemos dejado todo. Y a partir de ahí, a mí me gusta que mis equipos jueguen bien también. Ahí es donde digo que todo tiene un proceso, estoy muy contento con la plantilla que tenemos, tiene muy buen nivel, tiene capacidad de hacer todas esas cosas que tengo en la cabeza, manejar todos los registros, pero todo tiene su tiempo y lo iremos consiguiendo poco a poco.

Ha introducido el término “registro” en el vocabulario de Osasuna para esta temporada. ¿A qué se refiere, a jugar en largo, en corto, a la variación por encima de los planteamientos iniciales, a la capacidad para la adaptación?

Nos vamos a enfrentar a equipos con formas muy dispares de poner en práctica el fútbol. Entonces, al final, al margen de que nosotros tengamos nuestra propia personalidad, virtudes y defectos, como todos, también hay que tener en cuenta al rival. Habrá equipos que nos dejen menos espacios, circular menos, deberás jugar más directo y habrá que hacerlo y disfrutar de ello. En casa quizás los equipos nos cedan algo más y debes tener entonces la capacidad de circular rápido, de jugar desde tu campo para llegar al campo rival asociándote un poco más. Y se trata de estar cómodos en todos los registros: con y sin balón, cuando seas más protagonista, cuando lo seas menos, cuando juegues más directo o más asociativo. A esto me refiero cuando hablo de registros.

¿Le gusta un esquema concreto?

No. Debes tener en cuenta qué jugadores tienes y cómo se encuentran ellos más cómodos. Yo hablo con los jugadores de que se trata de darles herramientas para que se sientan cómodos en su toma de decisiones y que sean buenas. Hay que ver los jugadores que tienes, las virtudes y que no aparezcan los defectos. Debemos ser buenos en todo y tenemos capacidad para ello.

El objetivo en Osasuna está claro.

Una de las cosas importantes que veo en Osasuna es que las cosas se tienen muy claras. Cuando uno va acumulando experiencias se da cuenta de que el objetivo de principio puede ser una motivación o puede ser un problema. Hay que tener cuidado con esto, hay que tener objetivos reales, alcanzables y siempre con la máxima ambición, sin ninguna duda. A mí me gustaría ganar todos los partidos de Liga, todos, no sé si alguien lo ha hecho... Es algo casi imposible. Pero a partir de ahí, de ese imposible, hay que intentar ganar el máximo número de partidos posibles y ver hasta dónde puedes llegar. Está bien que el club y la afición de Osasuna lo tengan claro. Estar en Primera División te puede dar jugar una competición europea una temporada o puedas jugar una final de Copa del Rey. A mí también me haría mucha ilusión esa posibilidad. No digo jugarla, sino ganarla. Pero son cosas en las que no hay que pensar ahora, sino en ganar al Leganés, que viene de ascender y eso supone una dinámica positiva, con un grupo de jugadores que ahora supone una ventaja y que nos va a poner las cosas muy difíciles, para lo que necesitaremos a nuestra afición. Ahora hay que tener la mente puesta en ganar el primer partido más que en encuentros a más largo plazo.

Empiezan con dos partidos seguidos en El Sadar. ¿Es mejor comenzar de local?

Sin ninguna duda cuando tenemos una afición y un estadio como el que tenemos. Si me das a firmar que los 38 partidos de Liga se jugaran en casa, sin ninguna duda que lo haría. Sí que es verdad que la estadística de las últimas temporadas señala que ha habido problemas, pero eso señala la dificultad de jugar de local cuando debes exponer algo más. Ahí está toda la energía de hacer las cosas bien en casa ahora que acumulamos varias jornadas seguidas aquí. Pero sólo pienso en ganar el primero, no quiero ir más allí.

Ha hablado de la afición de Osasuna y le da un plus.

He venido a jugar como jugador (con el Xerez), también de entrenador. Incluso me he jugado un ascenso a Primera División (con el Nástic) y he sufrido lo que es El Sadar, y ahora soy el entrenador local. Quiero disfrutarlo y eso no sólo se hace jugando, sino ganando. A ver si se dan todos los condicionantes, el primero es hacer las cosas bien, y podemos ganar ese primer partido que es muy importante cuando se da un cambio de ciclo o un nuevo proyecto.

¿Qué recibimiento espera?

Espero lo que veo siempre. La sensación es que la afición de Osasuna está siempre con el equipo, sin condicionantes. Y eso no pasa en todos los clubes. Cuando uno va acumulando experiencias no siempre es así. La afición está con el equipo, luego hay que darle cosas, motivarles, que vea que nos dejamos absolutamente todo en el campo y que luego sea una losa para el rival. Ahí la vamos a tener, no me cabe ninguna duda.

¿Qué le ha llamado la atención ahora que está dentro de Osasuna?

Algo muy difícil de encontrar: naturalista en las cosas, ser muy normales, tener los pies en el suelo, humildad, trabajo. Es lo que he encontrado y cuando tienes experiencias en otros clubes, aquí, el hecho de que haya tanto jugador de casa conduce al que llega a que lo sienta de la misma manera. Hay unos condicionantes especiales que no los hay en otros clubes.

Los jugadores son los de los entrenadores. Antes Lucas Torró e Iker Muñoz eran excluyentes uno con el otro. ¿Tiene percepciones distintas de otros futbolistas?

Se trata de que sean buenos jugadores. Sí que es verdad que hay jugadores que mezclan mejor unos con otros. En este caso, pueden jugar los dos porque son buenos jugadores y si deja de jugar uno de ellos y lo hace con Monca, Pablo, Aimar, Moi, como son buenos jugadores, todos pueden mezclar. Lo iremos viendo, no me cierro a nada. El rendimiento también influirá.

¿Qué ha supuesto la salida del equipo de David García?

Es una baja muy importante. Estamos hablando de la marcha de un jugador importante en los últimos años en Osasuna, todo el mundo así lo reconoce. Estamos hablando de un futbolista que ha dado un rendimiento fantástico. Pero cuando han entendido tanto David como el club que el momento había terminado, pues resulta una pena. Es una pérdida a nivel deportiva difícil de suplir. Tenemos otros jugadores de los que estoy encantado, es posible que se incorpore alguno más, pero a nivel deportivo y personal es muy difícil suplirle. Hasta el final estuve pensando que podía haber una marcha atrás, pero tenía las cosas claras.

¿Es necesario otro central?

Ahora mismo estoy contento con lo que tenemos, pero si el club decide que puede incorporar algo que nos mejore, todo lo agradecemos. Cuanta más calidad, es mejor para todos.

La llegada de Bryan Zaragoza le supone la suma de futbolista distinto, de los que no abundan.

Braulio se mueve bien en tiempos y forma y lo que parece difícil en este caso ha salido. Estamos todos contentos con la incorporación de Bryan. En los últimos meses ha tenido pocas posibilidades de jugar, también no ha sido muy feliz él porque es un chico que donde se encuentra feliz es jugando, con esa maldad, con esa caradura que tiene, y estoy seguro que no lo ha pasado bien en estos meses. Osasuna en los últimos años, de cara a afuera, se ve como un club muy serio y a cualquiera le gustaría trabajar aquí. Este hecho ha facilitado que venga. Se trata ahora de que entre en dinámicas pronto, no hay que correr riesgos tampoco porque no ha jugado mucho con el Bayern, pero puede entrar en la primera convocatoria esta semana.

¿Qué le aporta a Osasuna?

Cada jugador es distinto, cada jugador es especial y a cada uno lo queremos como es. En su caso, es un jugador que da desequilibrio en el uno contra uno, son situaciones en las que sabes que se va a ir, y si los jugadores saben que tienen un compañero que en una situación ventajosa, con espacios y para encarar sabes que se va a marchar, eso da posibilidades y confianza.

Y ya tiene a Aimar.

Es un jugador diferente, conoce Osasuna. Viene de empezar a entrenar una semana antes, ha jugado seis partidos, viene incluso más rodado que nuestros jugadores. Podríamos contar de inicio con él. Tanto él como Bryan van a ser jugadores importantes.

LOS DATOS

El protagonista. Vicente Moreno Peris (26 de octubre de 1974; Valencia) suma dos ascensos a Primera División con el el RCD Espanyol y RCD Mallorca, así como como otros dos ascensos a Segunda con el propio conjunto balear, al que en dos años llevó de la categoría de bronce a la de oro, y con el Gimnàstic de Tarragona. Osasuna es su cuarto equipo en Primera División.

El cuerpo técnico. Dani Pendín es el segundo entrenador; Dani Pastor, jefe de la preparación física y Ramón Alturo, analista principal. Se han incorporado con él al equipo.