Un centrocampista con el 9 a la espalda, un rara avis pese a las moderneces que acompañan al fútbol actual, que responde al nombre de Tomas Holes y que hasta ayer era prácticamente un total desconocido, ha sido el principal artífice de la primera gran sorpresa de la Eurocopa: la eliminación de Países Bajos en los octavos de final. La República Checa, gracias a los tantos del citado Holes y de Schick, uno de los grandes descubrimientos del torneo, en el que ha firmado ya cuatro goles, ha tumbado a la oranje, irreconocible durante todo el partido, y que ha pagado muy cara la expulsión de De Ligt por roja directa con más de media hora de juego aún por delante.

Unos pocos segundos antes de la roja al central de la Juventus, quizá algo dudosa, y que el colegiado ha tenido que revisar en el VAR, ya que inicialmente había mostrado amarilla, Malen ha tenido en sus botas el primer gol de su equipo, pero ha fallado en el mano a mano ante Vaclik. Bueno, para ser justos, el todavía portero del Sevilla le ha ganado la partida al atacante neerlandés, al que le ha adivinado las intenciones. En el contraataque ha llegado la acción que cambió el choque. De Ligt ha caído al suelo y para evitar que Schick se plantara solo ante Stekelenburg, ha golpeado claramente el balón con la mano en la frontal del área.

Ahí se han acabado las opciones de Países Bajos, que ha mostrado una imagen mucho peor que la exhibida durante la fase de grupos y que le había hecho ganarse la condición de favorita. Pero a la hora de la verdad, ha fallado. No han aparecido ninguno de sus referentes: Memphis, De Jong, Wijnaldum... y la expulsión de De Ligt, sobre el papel el mejor defensor del equipo, les ha condicionado en exceso el tramo final del partido.

Los dos goles de los checos han llegado en los últimos 25 minutos del encuentro. Tras una primera mitad sin excesivas ocasiones, en la que los centroeuropeos han sabido frenar el juego de Países Bajos, al verse con superioridad numérica sobre el césped la República Checa ha dadoun paso al frente y buscó con más insistencia la portería de Stekelenburg. Este ha podido hacer más a la salida de un córner, en el que ha medido mal y ha permitido dos remates de cabeza en el área. El segundo, de Holes, ha acabado en el fondo de la red.

SCHICK SENTENCIA

El tanto ha sido un jarro de agua fría para la oranje. Ha movido el banquillo el cuestionado Frank de Boer en busca de una reacción de su equipo que no ha llegado ante una selección como la checa que está muy bien trabajada tácticmente y que no ha dejado ni un solo espacio. Por si fuera poco, Schick, que está en estado de gracia, ha sentenciado el partido con un remate en el área pequeña a pase de Holes.

Así, en Budapest, se ha consumado la primera gran sorpresa de esta Eurocopa, en la que la República Checa o Dinamarca, que se verán las caras en los cuartos de final el próximo sábado, alcanzarán las semifinales del torneo.

LA FICHA

Países Bajos: Stekelemburg; Dumfries, De Vrij, De Ligt, Blind (Min. 81, Timber), Van Aanholt (Min. 81, Berghuis); De Roon (Min. 73, Weghorst), Wijnaldum, De Jong; Malen (Min. 57, Quincy Promes) y Depay.

República Checa: Vaclik; Coufal, Celustka, Kalas, Kaderabek; Holes (Min. 85, Kral), Soucek, Masopust (Min. 79, Jankto), Barak (Min. 90, Sadilek), Sevcik (Min. 85, Hlozek) ; y Schick (Min. 90, Krmencik).

Goles: 0-1: Min. 68; Holes. 0-2: Min. 80, Schick.

Árbitro: Serguei Karasiov (Rusia). Expulsó con roja directa al holandés De Ligt. Además, amonestó a Dumfries y De Jong, de Holanda; y a Coufal, de la República Checa.

Incidencias: Partido correspondiente a los octavos de final de la Eurocopa disputado en el Puskas Arena ante unos 55.000 espectadores.