Cinco finalistas, un plato y una victoria de todas las empresas

Todos merecían un puesto en la final de Eventos MasterChef Navarra porque las 20 empresas demostraron una calidad y un trabajo excepcional. Pero solo podían pasar cinco. Y esto fue una decisión complicada para los jueces, ya que, mientras los participantes disfrutaban de un ratico de música y descanso, ellos se rebanaban los sesos entre 20 participantes que tenían que estar, sí o sí, realizando la última prueba. Tras un rato de dudas, los jueces escogieron: Grupo Enhol, Schnellecke Logistics, VW Sagamóvil, Grupo Ulzama y ADACEN. Y los concursantes lo celebraron con alegría, sorpresa y motivación por lo que estaba por suceder. Y, también, con pena porque solo quedaba una prueba para concluir el acto.

En el caso de ADACEN, Saray Valencia, María Basagoiti, Naiara Díaz Guerra y Miren Murguiondo –las cuatro representantes de la asociación– lo celebraron asegurando que, tal y como habían mencionado durante el photocall, “las últimas serán las primeras”. Por su parte, desde VW Sagamóvil aseguraron entre risas que su pase a la final había sido consecuencia de la “calidad alemana”.

Durante esta tercera y última prueba, los finalistas tenían que preparar un plato –taco de carrillera navarra con cítricos, hierbas y aire de cerveza AMBAR– y un postre –arroz con leche y caviar de pacharán navarro–. Una de las principales consignas fue la creatividad, por lo que, mientras los miembros del equipo MasterChef les preguntaban sobre el funcionamiento de la empresa, los finalistas tenían que comunicarse y organizarse para hacer las dos recetas perfectas.

De esta manera, todos los equipos contaron con un representante que se encargaba de ir al supermercado a por los productos Reyno Gourmet mientras el resto manipulaban los productos para crear el plato.

Y en toda esta escena –en este tercer y cuarto acto– la música cumplió con un papel esencial. No solo para que acompañara al resto de participantes que ya no jugaban pero disfrutaban del aperitivo junto con la cerveza, sino para que los miembros de MasterChef se aprovecharan de esa circunstancia para animar las últimas pruebas.

De esta manera, sin que las cinco empresas se lo esperaran, surgieron las tarjetas sorpresa, que facilitaban o dificultaban la prueba. Al Grupo Enhol lo congelaron durante un minuto –aunque se lo redujeron a cambio de bailar Saturday Night–; ADACEN ganó un punto extra de cara a la valoración –eso sí, para conseguirlo, les obligaron a bailar una canción de reggaetón a ritmo lento–; en el caso de VW Sagamóvil, un chef les podía ayudar durante un minuto con el plato; Grupo Ulzama tuvo el consejo de un chef y, finalmente, Schnellecke Logistics contó con dos minutos menos de tiempo, que también recortaron, ya que bailaron la Macarena con mucho arte.

Así, no solo los platos deslumbraron por lo bien trabajados que estaban, sino que los finalistas también pudieron demostrar sus aptitudes en el baile y su infinito sentido del humor, al auténtico estilo navarro.

Finalmente, justo antes de valorar a todos, sonó Limbo, lo que animó a los concursantes y al equipo a darlo todo durante los últimos minutos. “Esto ya es ganar”, dijeron entre risas los trabajadores de Grupo Ulzama.

Cuando ya concluyó la música, Roberto Serrano les indicó que contaban con tres minutos para prepararse un discurso y un nombre con el que presentar los postres, que eran muy heterogéneos, pero todos tenían muy buena pinta, como era de esperar. Y los títulos fueron muy originales –por ejemplo, Dulce Impresión, Aero (en honor a su actividad empresarial) o Dulce Toro, con la intención de homenajear al espacio en el que estaba teniendo lugar este primer evento–.

Revive el evento de la I Edición de Eventos MasterChef Navarra

De hecho, las explicaciones fueron tan estrambóticas que los jueces se quedaron sin palabras. “Ha sido un gustazo teneros como participantes. Para mí, habéis ganado todos”, confesó Serrano.

Sin embargo, solo podía quedar uno. En concreto, las cuatro chicas de Grupo Enhol, quienes llevaban meses peleando por estar ahí y quienes estuvieron un pasico por delante. “Hemos dejado el listón muy alto. A ver si en la próxima edición nos superan”, comentaron entre risas. Aunque lo que será difícil de superar es esta primera vez, tan especial y tan mágica.