La marihuana como droga ilegal ha eclipsado la utilización de otras variedades procedentes de la misma familia que no tienen la catalogación de narcótico, como el cáñamo. Durante décadas, la legislación no ha diferenciado entre un tipo de planta y otra.

Sin embargo, en este 2023 se prevén cambios para flexibilizar la normativa española que regula la producción y comercialización de esta planta.

En este nuevo escenario que se plantea, Navarra ya ha dado un paso adelante para aprovechar las posibilidades que entraña este cultivo. A comienzos de este año, el Gobierno foral ha impulsado la Asociación Navarra para la Investigación del Cáñamo (ANIC) en colaboración con la Universidad Pública de Navarra (UPNA), con el centro de investigación biomédica Navarrabiomed, con el Instituto de Agrobiotecnología del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC-IDAB), con las sociedades públicas INTIA y Nasertic, y con la empresa social Josenea para investigar, plantar y desarrollar variedades de cáñamo que tengan bajos porcentajes de THC –el principio estupefaciente por el que es más conocido–, y que puedan destinarse a fines científicos, investigación, médicos o comerciales.

Foro Hiria sobre el potencial del cáñamo en Navarra

Una iniciativa que en el futuro permitirá la adhesión de nuevos socios. En definitiva, esta asociación pretende agrupar y coordinar a todos los actores que pueden llegar a operar con cualquier tipo de cáñamo en la comunidad, desde centros de investigación hasta agricultores, así como empresas que se especialicen en la transformación industrial y comercialización del producto final. Una fórmula pionera en el territorio nacional que pretende hacer de este cultivo un nuevo sector estratégico con numerosos beneficios, dado que tiene su uso en la alimentación animal, aceites para cosmética, obtención de papel, bioplásticos o materiales de construcción, entre otros.

En la presentación de ANIC, la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, consideró que “tanto el cáñamo industrial como el medicinal pueden constituir un cultivo alternativo para zonas económicas desfavorecidas o en riesgo de despoblación”, destacando que “Navarra tiene un gran potencial en toda la cadena de valor: un sector agrario fuerte, personal y centros de referencia en investigación, así como importantes empresas tanto farmacéuticas como agroalimentarias”.

Proyecto experimental

Por el momento, la fase actual en la que se encuentra la asociación, además de su propia constitución, se centra en presentar un proyecto de investigación a la AEMPS (Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios), “quien otorga las licencias, para contrastar con ellos las posibilidades reales de impulsar un proyecto con una licencia de investigación; por lo que, “ahora, el objetivo no es el cultivo comercial”.

El enfoque de esta primera fase del proyecto es el testeo de variedades. Consiste en seleccionar las variedades de cáñamo de alto contenido en CBD (un componente del cáñamo no psicoactivo) y bajo en THC (componente psicoactivo), adaptadas a las condiciones de cultivo de Navarra, atendiendo para ello a caracteres morfológicos, fisiológicos, agronómicos (fenotípicos en general) y genotípicos (mediante la utilización de marcadores moleculares indicadores de la relación THC/CBD quimiotipo de las variedades).

Asimismo, el proyecto tiene un segundo objetivo y es el estudio y caracterización de los productos derivados para su comercialización por industrias del sector agroalimentario como proteínas y lípidos de interés nutricional y biocompuestos a partir de las variedades seleccionadas.

La finca de Josenea de Lumbier, que cumple con los requisitos previos marcados por la AEMPS –situada en un entorno cerrado, videovigilado, cerca de un núcleo de población y de una comisaría de policía o guardia civil– es la encargada de albergar este proyecto pionero que en la actualidad cuenta con la plantación de 30 variedades de cáñamo seleccionadas de países como Italia o Francia. En ella, se están analizando cuáles de ellas se adaptan a Navarra, además de realizar ensayos para controlar los índices de THC (0,3%) para cumplir con la normativa vigente.

Objetivos de ANIC

  • Agrupar y coordinar a todos los actores que operen con cáñamo industrial o medicinal en Navarra, en el presente o en el futuro, dotándoles de una herramienta jurídica de coordinación e interlocución sectorial para sus relaciones institucionales e intersectoriales.
  • Promover la cooperación entre empresas, centros de investigación y formación e instituciones para la dinamización, crecimiento y coordinación del sector del cáñamo industrial y medicinal en Navarra, en sus vertientes de investigación, cultivo, transformación industrial y comercialización de producto final, fomentando el diseño y lanzamiento de proyectos colaborativos.
  • Contribuir al fomento de la investigación, el desarrollo y la innovación en el sector del cáñamo industrial y medicinal en todos los eslabones de la cadena de valor y, con especial énfasis, en el desarrollo de nuevas variedades de cáñamo industrial y medicinal y en la investigación genética, médica, farmacológica, alimentaria, industrial y cosmética, así como en sus aplicaciones y potencialidades económicas como cultivo alternativo para zonas económicamente desfavorecidas y/o en riesgo de despoblación y en toda nueva línea de investigación que pueda resultar interesante para el sector y el territorio de la Comunidad Foral.
  • Crear, consolidar y potenciar una imagen sectorial para toda la actividad económica y de investigación que se genere en torno al cáñamo industrial y medicinal en Navarra, y que incluya todas las vertientes de investigación, agrícola o de cultivo, industrial, biomédica y comercial.
  • Facilitar y coordinar relaciones sectoriales a nivel nacional e internacional.

Legislación

  • Dos de las sustancias más conocidas del cáñamo son el CBD y THC, siendo esta última piscotrópica. Según la legislación vigente, el cáñamo industrial se puede cultivar en el territorio nacional, siempre que el objeto de su aprovechamiento sean las fibras y semillas, utilizando semillas certificadas cuyo contenido en THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), principal ingrediente activo de la planta, sea menor del 0,3%. De no cumplirse dichas condiciones, es necesaria la aprobación de la AEMPS.


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Foro Hiria sobre el potencial de cáñamo en Navarra Javier Bergasa