La industria navarra, que aporta el 31% del PIB regional, se ha consolidado como un motor clave para la estabilidad económica y social, situándose como un referente a nivel europeo. Durante el Foro Hiria, varios expertos analizaron los retos y oportunidades del sector industrial en Navarra, destacando la importancia de la innovación, la digitalización y la colaboración público-privada. Asimismo, abordaron la necesidad de atraer y retener talento para asegurar el crecimiento sostenible en un entorno global cada vez más competitivo.

Orígenes y resiliencia

Iñigo Arruti, director general de Fomento Empresarial del Gobierno de Navarra, situó los orígenes de la industria navarra en la década de 1960, cuando la región era mayoritariamente agrícola y enfrentaba una fuerte emigración. La colaboración público-privada fue la clave para la transformación, a través del Programa de Promoción Industrial, impulsado por figuras como Félix Huarte y Miguel Javier Urmeneta.

Según Arruti, “Navarra apostó con valentía por su propio futuro, y esa base es lo que hoy dota a la región de mayor resiliencia para enfrentar crisis económicas y ciclos adversos”. Este programa asentó los pilares del actual tejido industrial, que sigue siendo un componente esencial en la economía navarra.

Hoy en día, esa capacidad para adaptarse y actuar con rapidez sigue siendo un activo estratégico para la región, algo que se refleja en la nueva Ley de Industria, diseñada para fomentar la agilidad en los procesos y mejorar la competitividad en un entorno donde las regiones europeas compiten entre sí por atraer inversión.

Los Retos de la competitividad

Ana Ursúa, directora general de AIN (Asociación de la Industria de Navarra), subrayó la importancia de la innovación como motor de crecimiento y destacó que uno de los principales retos de Navarra es “seguir avanzando en innovación aplicada a la industria”, algo que permitirá a las empresas ser más productivas y, por tanto, más competitivas.

También destacó la Estrategia de Especialización Inteligente S4, que ha permitido a Navarra liderar sectores como la automoción, energías renovables, biomedicina y agroalimentación. “La S4 ha brindado a Navarra una estrategia clara para liderar una economía que no solo es innovadora, sino también sostenible”, afirmó Ursúa.

No obstante, un desafío crucial es la captación, identificación y fidelización del talento, en un contexto donde las empresas navarras compiten no solo a nivel nacional, sino global. Con tres universidades y una creciente red de Formación Profesional, Navarra cuenta con un flujo de talento importante. Sin embargo, Ursúa resaltó que la atracción de talento y su retención son esenciales para mantener la competitividad a largo plazo: “Es necesario mantener y mejorar los servicios de alto valor añadido, que alimentarán la industria del futuro y atraerán a los mejores profesionales”.

En el ámbito de la digitalización, Ana Ursúa mencionó el papel de AIN en el apoyo a las pequeñas y medianas empresas para que adopten tecnologías digitales. Las oficinas de Acelera Pyme han sido un instrumento clave para concienciar sobre la importancia de la transformación digital y guiar a las empresas en este proceso continuo. Sin embargo, Ursúa advirtió que muchas pymes aún enfrentan barreras debido a su reducido tamaño, lo que limita su capacidad para invertir en innovación y digitalización.

Captación de proyectos

El papel de Sodena en la captación de proyectos de valor añadido fue otro de los puntos clave. Iñaki Larraya, director gerente de Sodena, subrayó que, aunque Navarra compite con 16 comunidades autónomas, 273 regiones europeas y otros territorios como Marruecos y Turquía, sigue atrayendo grandes proyectos empresariales. “Hemos facilitado inversiones para los próximo tres años por más de 350 millones de euros, con la creación de más de 800 empleos”, afirmó Larraya.

Entre los proyectos destacados en los que Sodena ha intervenido se encuentran Nordex Electrolyzer (69 millones de euros y 190 empleos), EnergyLoop en Cortes (8 millones de euros y 150 empleos), Mobis (214 millones de euros y 350 empleos), Beecycle (18,5 millones de euros y 72 empleos), Hahn Iberia (18 millones de euros y 73 empleos) y Glide Energy (29 millones de euros y 47 empleos). Además, proyectos en el sector de la energía verde como X1 Wind y Rose Holm, aunque de menor impacto socioeconómico, pero que destacan por su aportación al desarrollo sostenible.

En sus 40 años de historia, Sodena ha consolidado su papel como un actor fundamental en el crecimiento económico de Navarra.

La nueva Ley de Industria refuerza esta estrategia, ofreciendo a los inversores seguridad jurídica y agilidad en los procesos, dos factores clave para atraer nuevos proyectos industriales. “La política de clústeres y el impulso a las asociaciones empresariales son los ejes de esta ley, que será crucial para la captación de más inversión en el futuro”, añadió Larraya.

Salud financiera

Pello Bayona, director de Empresas de Navarra en Laboral Kutxa, proporcionó una visión detallada sobre la salud financiera de las empresas navarras. A nivel macroeconómico, Bayona señaló que la economía global está creciendo de manera robusta, en torno al 3%, y que las expectativas para Navarra son positivas, con un crecimiento previsto superior al 2% para 2025, superando la media europea. Sin embargo, subrayó que las incertidumbres geopolíticas podrían afectar a sectores clave como la automoción y las energías renovables.

Laboral Kutxa, como cooperativa de crédito surgida del ámbito industrial, entiende bien las necesidades del sector. Bayona mencionó herramientas innovadoras de apoyo como Laboral Next, que facilita el acceso a fondos europeos, Gaztempresa, orientado al emprendimiento, y Mondragón Hospitality, enfocado en el sector sanitario. Además, destacó la reciente incorporación de Laboral Kutxa a la Global Alliance for Banking on Values (GABV), una alianza que impulsa iniciativas de banca con valores, alineada con los principios de sostenibilidad.

“Queremos ser pioneros en la implementación de criterios de riesgos climáticos y medioambientales en la concesión de financiación”, señaló Bayona, destacando el compromiso de la entidad con la sostenibilidad y el impacto social.

Además, mencionó que Laboral Kutxa evalúa no solo la viabilidad financiera de los proyectos, sino también la capacidad innovadora y disruptiva, apoyando aquellas iniciativas que aportan valor añadido a la región.