El Centro Europeo de Empresas e Innovación de Navarra (CEIN) encara el proyecto Security Lab, una iniciativa pionera que ofrece asesoramiento especializado en ciberseguridad a lo largo de todo el ciclo emprendedor. El programa, que se puso en marcha en 2024 y que está abierto hasta junio de 2026, cuenta con la colaboración del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y del Navarra Cybersecurity Center, y está dirigido a ideas de negocio, startups y pymes, con el objetivo de integrar la ciberseguridad desde la base de los proyectos.

“En CEIN incubamos startups, pero en el laboratorio de ciberseguridad creamos guardianes invisibles que piensan en cómo proteger la empresa”. Así concluyó Pilar Tellechea, responsable de Creación de Empresas en CEIN, su intervención en el Foro Hiria. Un cierre con vocación de mensaje, en un contexto donde la innovación tecnológica necesita, más que nunca, blindarse desde el origen.

A lo largo de su intervención, Tellechea presentó el balance del Cyber Security Lab de CEIN: “Este es el espacio ideal para mejorar el conocimiento en ciberseguridad junto a expertos y dentro de un ecosistema sectorial”, defendió Tellechea, subrayando la importancia de integrar esta práctica en todas las fases del emprendimiento. El programa, concebido como un laboratorio especializado, combina asesoramiento técnico, formación y diagnóstico para ideas de negocio, startups y pymes, con una triple vía de acceso: incubación, aceleración y línea express.

En cifras, el Security Lab trabaja hasta ahora con 16 nuevas propuestas de negocio y 8 startups, además de acompañar a una decena de pymes mediante servicios individualizados. “No hablamos solo de teoría: construimos propuestas de valor competitivas, seguras y confiables”, señaló.

Uno de los ejemplos que ilustró el impacto del programa fue el caso de Vitio Medical, una empresa dedicada a la telemonitorización de pacientes que validó sus procesos, integró la ciberseguridad en el ciclo de vida del producto y alineó su propuesta con estándares del sector salud. De esta experiencia nació incluso una nueva línea de negocio orientada a ayudar a otras compañías tecnológicas a incorporar la ciberseguridad desde fases tempranas.

Respaldo a proyectos

Además del trabajo técnico, el Security Lab actúa como espacio de comunidad y sensibilización. Actividades como Hack the Gap, Women for Cyber o el Investor Day permiten reforzar el enfoque práctico del laboratorio. En el horizonte inmediato, CEIN prepara nuevas jornadas para finales de junio centradas en el papel de la mujer en el ámbito STEM, y en noviembre, una cita dirigida a mostrar cómo los inversores demandan cada vez más garantías de ciberseguridad para respaldar proyectos.

“La inteligencia artificial está naturalizando cada vez más nuestra vida digital. Estamos monitorizados incluso cuando dormimos. El phishing y el malware ya no son amenazas externas: conviven con nuestro día a día como ciudadanos, como empresas”, advirtió Tellechea. Desde esa conciencia, insistió en la idea de que “el valor de una startup no está solo en lo que hace, sino en cómo lo hace con confianza”.

Con el Security Lab, CEIN quiere sembrar precisamente esa confianza. Un escudo invisible que permite innovar sin renunciar a la seguridad. Una forma de anticiparse a los riesgos antes de que se conviertan en amenazas.