No son cifras nada fáciles de alcanzar y menos con una misma camiseta. Pero ellos, los dos capitanes del Xota, lo han conseguido. Roberto Martil y Asier Llamas están de celebración. El primero alcanzará en breve los 500 partidos oficiales disputados con la elástica verde; y el segundo llegará a los 300 este mismo viernes en Anaitasuna, en el trascendental encuentro que su equipo jugará frente al Industrias Santa Coloma. El mejor de los regalos será, sin duda, una victoria.

Con orgullo y rostros de felicidad posaron este miércoles los dos jugadores de Osasuna Magna con las camisetas del equipo que lucían, junto a sus nombres, la increíble cifra que alcanzarán. Lo hicieron en las instalaciones de Citroën Torregrosa, patrocinador del club, donde estuvieron acompañados por el técnico Imanol Arregui y por dos de sus compañeros, los también navarros Ion Cerviño y Josu Mendive.

Uno de los que más valor le dio a esta hazaña fue, precisamente, el propio Imanol Arregui. “Para mí es casi más orgullo que para ellos. Al final, los dos empezaron conmigo. A veces no nos damos cuenta, con toda la vorágine de resultados y de presión de la competición, de lo que llevan esos números. Ahí van muchas historias, muchas alegrías y también muchos palos, aunque tendemos a acordarnos más de lo bueno”, decía.

Cifras tras las que se esconde, además, un componente emocional. Y es que no hay que olvidar que los dos jugadores son de Irurtzun, de un pequeño pueblo de la Sakana de algo más de 2.000 habitantes, que comenzaron a darle al balón en el Xota cuando eran sólo unos niños y que al final han llegado a lo más alto.

“Llevo desde los 5 años jugando en este club. Me acuerdo perfectamente de cuando mi padre me llevaba a los partidos. La verdad es que lo tengo tan normalizado que no le doy la importancia que tiene. Pero es la leche que tengamos a tres tíos del pueblo –incluido Cerviño– más el entrenador en un equipo que ha llegado a la elite”, valoraba Martil, de 35 años, primer capitán de Osasuna Magna y que cumplirá los 500 encuentros la semana que viene en la pista del Córdoba

Asier y Roberto Martil, acompañados por los también navarros Ion Cerviño (izquierda, detrás) y Josu Mendive. Unai Beroiz

“Son cifras bonitas, redondas, especiales. Van pasando las temporadas y no te das cuenta de lo que estás consiguiendo. Nos acordamos siempre más de los aspectos grupales, que al final es lo más importante. Pero cuando llegan estos números, te hacen pensar en los inicios y en todo lo vivido. Es para estar contento”, añadía.

Para Asier Llamas la celebración será antes. Este viernes, ante el Industrias Santa Coloma. En Anaitasuna celebrará sus 300 partidos con la camiseta del Xota, club con el que acaba contrato esta temporada. “Estoy muy contento de cumplir esta cifra con el equipo de mi pueblo, en el que me he hecho mejor persona y mejor jugador. Espero que de Irurtzun sigan saliendo más jugadores”, comentaba el portero navarro y segundo capitán, de 29 años, quien confía en celebrar esta cifra “con una victoria, ya que sería importantísimo para nosotros”.

Tanto Martil como Asier han acumulado durante su trayectoria en el Xota muchos recuerdos. El que jamás olvidarán, coinciden, es el de la final de la Copa del Rey de 2017 en Guadalajara ante ElPozo, a pesar de la derrota. El mejor, a partir de ahora, ojalá pueda ser el de una permanencia en la máxima categoría, por la que los de Irurtzun se están dejando la vida. 

ANTE INDUSTRIAS, OTRO "PARTIDO CLAVE"


Osasuna Magna recibe en casa este viernes (20.00 horas) a Industrias Santa Coloma, rival que le aventaja en sólo tres puntos. Un encuentro que vuelve a ser “clave” para la permanencia, como dice Imanol Arregui. “Quedan muchos partidos, pero si ganamos les empatamos. Si perdemos, se nos van a seis más el average”, recuerda el técnico navarro, feliz además por disponer, por primera vez esta temporada, de toda su plantilla al completo. “Al Xota no se le puede dar por muerto nunca. Somos capaces de ganar en cualquier lado, aunque sabíamos que iba a ser un año muy duro”, asegura.