Osasuna Magna se complica la vida

Con un calendario exigente por delante, donde se verá las caras ante los pesos pesados de la categoría, Osasuna Magna estaba casi obligado a ganar el partido de este viernes ante el Noia Portus Apostoli si quería sellar prácticamente la permanencia, pero no fue así. Los navarros cayeron por un 3-6 en un partido plagado de postes, rebotes, errores defensivos también y mala suerte (si se cree en ella), con tres goles en contra en propia puerta.

No empezó mal el Xota, ni mucho menos. Cuando el juego ni siquiera se había asentado sobre el parquet de Anaitasuna, llegó el golpe inicial. Geraghty, con su zurda y asistido por Linhares, subió el 1-0 en el marcador y también la alegría a la grada.

El Noia estaba obligado a recomponerse, a remontar, y de primeras le costó, con un equipo local lanzado al ataque. Tony Escribano pudo ampliar la renta, pero se topó con Henrique bajo los palos. También Linhares lo intentó, pero cruzó el balón demasiado con su derecha.

A partir de ahí, todo se torció. Los gallegos espabilaron, comenzaron a presionar, a cortar la circulación de balón de los locales, a aprovecharse de fallos defensivos y a irse con peligro hacia el área de Asier.

Tanto fue así que comenzaron a caer los goles y, por si fuera poco, tres de los cuatro en este primer tiempo en propia puerta. El primero de Juninho, que se interpuso en el disparo lejano de Edu Jabá. El segundo, tras una jugada embarullada en el área, acabó por subir tras golpear en el guardameta de Irurtzun. El 1-3 fue obra de Marcelo, quien estuvo atento para empujar el balón a la red después de recibir un pase desde la izquierda. A estas alturas, Imanol Arregui pedía tiempo muerto, pero sin mucho éxito. Porque acto seguido, al reanudarse el juego, el conjunto de Marlon Velasco subía el cuarto al electrónico después de que tras varios rebotes, Rosic introdujera el esférico en la portería. Era el 1-4 (m.18), el Xota también había tenido sus opciones, como un tiro al larguero de Fabinho, pero era el Noia el que estaba dando un repaso de efectividad.

Desde el banquillo, el técnico de Irurtzun no se lo pensó dos veces y sacó, a poco más de dos minutos para el descanso, a Tony Escribano como portero-jugador. No obtuvo sus frutos, así que toda la apuesta acabaría yendo a la segunda parte.

La presión era mucha, había que remontar y el Noia tampoco aflojaba, con Henrique incorporándose al juego de cinco.

El encuentro entró en un bucle de lo más emocionante. Osasuna estaba lanzado al ataque y Fabinho la tuvo en sus zapatillas con una vaselina que acabó golpeando primero al travesaño y acto seguido al palo. También los gallegos estrellaron el balón en el poste por medio de Bruno Gomes tras una contra.

El ritmo era trepidante, la intensidad máxima, el acecho a las porterías constantes, pero sin recompensas. Imanol no estaba dispuesto a que se le escapara un encuentro tan crucial a estas alturas de la temporada y optó por Linhares como portero-jugador a falta de diez minutos para el final.

Dani Zurdo (d) fue expulsado con doble amonestación. Iñaki Porto

Geraghty, para no variar, estrelló otro balón en el palo, justo antes de que el Xota acumulase la quinta falta. A partir de entonces se jugaba con fuego, evitando al máximo un doble penalti en contra.

El que no falló poco después fue Fabinho. El brasileño, que lo había intentado de todas las maneras posibles durante el choque, acabó acortando distancias con un gol tras recibir de Linhares y situaba el 2-4 a falta de siete minutos.

Pero en este partido de locura máxima, de idas y venidas, y de ausencia de fortuna, la última palabra aún no estaba escrita.

Una falta cometida por Carlos Vento sobre Marcelo acabó con un lanzamiento desde los diez metros en contra y con el jugador del Noia expulsado (m.34), ya que tras ella le metió un codazo al ala venezolano. Pirata erró el tiro, pero el Xota no supo aprovechar su superioridad momentánea para marcar. Es más, Dani Zurdo vio su segunda amarilla poco después y también los navarros se quedaban durante dos minutos con uno menos sobre la cancha.

Con ambos equipos ya con todos sus efectivos, Osasuna sin renunciar al portero-jugador y a falta de dos minutos para el final, al partido aún le quedaban por añadir tres goles. El 2-5 que puso Power Raggiati, el 3-5 de Geraghty en un tiro lejano y el 3-6 definitivo obra de nuevo de Power Raggiati, sin portería, que dejaba hundido al equipo navarro.

Al final, una dolorosa derrota que obliga al Xota a intentar sacar como sea puntos en los cuatro compromisos que le quedan ante Barça, Jaén, Mallorca y Betis. La salvación está en juego.