Acaba de terminar una temporada en la que ha compaginado su faceta de jugador tras recuperarse de una gravísima lesión con la de segundo entrenador. Roberto Martil ha sido la mano derecha de Miguel Hernández tras la era Imanol y juntos han completado una campaña más que notable para Osasuna Magna, en la que no se han pasado los apuros por la salvación de otros años, finalizando en 12º posición con 34 puntos, jugando la Copa de España tras cuatro años de ausencia y quedándose a las puertas de una Final Four en la Copa del Rey. 

Sin embargo, no es seguro que el tándem Miguel-Roberto Martil continúe. El plan de la próxima temporada para el jugador de Irurtzun es “seguir ayudando en todo lo que pueda”. Pero... ¿en ambas facetas, la de jugador y técnico? “Ya veremos. A ver cómo se confecciona la plantilla, habrá que hablar. Nos hemos tomado un pequeño impasse y ya decidiremos. Estamos pensando un poco qué hacemos”.

Martil contestó así este viernes durante una comparecencia para hacer balance de la temporada. No aclaró si ejercerá labor alguna en el banquillo. Pero, posteriormente, tampoco dejó claro si continuará o no sobre la pista a sus 37 años. “Está en el aire”, dijo.

Martil acaba de cerrar una campaña con el Xota que calificó de “muy buena”, si bien con cierto sabor “agridulce” por el final de la misma, “que ha sido duro” por las lesiones de jugadores clave como Linhares o Saldise, y por los resultados. “Pero la primera vuelta fue increíble, casi perfecta”.

“Habrá que hablar. Ya decidiremos. Estamos pensando un poco en qué hacemos”

ROBERTO MARTIL - Capitán y segundo técnico del Xota

El capitán del Xota, además, volvió a jugar en enero tras diez meses recuperándose de la triada que se produjo en su rodilla izquierda. “Sales de la lesión y te encuentras bien y con chispa, pero empieza luego el cansancio y te sientes un poco peor. Aunque contento por jugar, porque hubo momentos en los que se nubló la vista y piensas que no vas a volver. Al final siempre sale el sol”, aseguraba el capitán navarro, quien se mostró “contento” por haber podido ayudar también desde el banquillo. Por “ser válido aun estando lesionado”.

Quien se puede sentir muy satisfecho con su trabajo es Miguel Hernández. El técnico pamplonés asumió el desafío de sustituir a Imanol y ha cumplido con creces. “Ha sido una temporada de mucha responsabilidad y un gran reto”, apuntó. “A nivel personal ha sido preciosa, maravillosa. Con sus momentos buenos y menos buenos. De aprendizaje también. Gracias a todo el mundo que está detrás empujando, que son muchos, ha quedado una temporada bonita. Con el sabor final de que somos una plantilla corta y cualquier contrariedad nos afecta de manera determinante”, destacó.

“Ha sido una temporada de mucha responsabilidad y un gran reto”

MIGUEL HERNÁNDEZ - Entrenador del Xota

La excelente primera vuelta permitió a los verdes regresar a la considerada competición más bonita del fútbol sala nacional, la Copa de España. "El equipo leyó muy bien cómo había que empezar y eso nos dio un valor, una autoestima y seguridad, y el premio de la Copa". Asimismo, destacó el trabajo de un equipo que "es difícil de batir y que va con su modelo de juego, algo que nos hace diferentes a los demás. Nos da ese valor añadido", dijo.

La lesión de Linhares, en uno de los numerosos parones que sufrió la competición, hizo que otros jugadores "tuvieran que dar un paso adelante, quizás un poco antes de lo normal". Los resultados no acompañaron como en la primera vuelta, "pero se ha competido hasta el límite".

Ahora, toca pensar en el proyecto del Xota para la que será la 27ª campaña en la elite. No estarán Linhares (al Cartagena) ni Fabinho (en el Nagoya Oceans de Imanol). Habrá que ver qué pasa con Josu Mendive y Ion Cerviño, cedidos este curso en El Ejido de Segunda. “Lo han hecho muy bien. Primero tengo que hablar con ellos, porque han terminado hace sólo una semana”. Pero seguro que tocará “reinventarse”, como “todos los años”, y afrontar “desafíos nuevos”. "Vamos a pedir y a apretar todo lo que sea", señaló en cuanto a los posibles refuerzos. "Al Xota hay que querer venir. Aquí no se viene en gran medida por dinero, sino por desafíos. Por modelo de juego. Por vestuario, por ambiente, pabellón y cultura deportiva. Somos lo que somos y lo que hay que hacer es afrontarlo. Y siempre pedir algo más".

De izquierda a derecha Dani Saldise,el técnico Miguel Hernández, Juninho, Asier Llamas, Jhonatan Linhares, Tony Escribano y Roberto Martil. Iñaki Porto

Linhares, arropado en su despedida

Jhonatan Linhares acompañó también este viernes a Miguel Hernández y a Roberto Martil en la comparecencia ante los medios. El jugador brasileño, de 30 años, quiso despedirse públicamente de Osasuna Magna, la que ha sido su casa durante las últimas cuatro temporadas. Lo hizo, además, arropado por sus compañeros Dani Saldise, Juninho, Asier Llamas y Tony Escribano.

“Este club me abrió las puertas para disfrutar de uno de mis sueños, que era jugar en la mejor Liga del mundo. Fue el Xota el que creyó en mí y me dio la oportunidad. Se convirtió en mi familia, en un lugar muy especial que siempre llevaré en mi corazón. Es difícil despedirse de un lugar donde me siento tan bien, pero ha llegado el momento de afrontar un nuevo desafío”, manifestó Linhares, quien jugará la próxima temporada en el Jimbee Cartagena.

“Sólo tengo palabras de gratitud”, prosiguió. “Seguramente eche de menos el ambiente, que aquí es muy familiar. La gente se ayuda y se preocupa por ti, como jugador y como persona”, destacó el ala brasileño, que este domingo cumplirá tres meses desde que le operaron de la lesión de ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.