hay un dicho que reza que se cogen más moscas con miel que con hiel. Es decir, que es más fácil obtener algo con buenos modos que a las malas. Este refrán se lo podrían aplicar algunos jugadores. Como Agüero. El argentino está emperrado en irse del Atlético, perfecto. Pero quiere hacerlo por las bravas sin pensar en que si no llega alguien con 45 kilos (ahí es nada) seguirá siendo rojiblanco y entonces, ¿qué? También se lo pueden aplicar los clubes que quieren fichar megaestrellas. El Barcelona quiere a Cesc y encima se enfada si Wenger, con todo el derecho, dice que no suelta a su jugador si no le pagan lo que pide. ¿Y si Cesc se harta un día y ficha por el Madrid? Entonces, ¿qué?