Cómo puntuar con siete

de cómo jugar con siete y no perder puede dar Unai Jáuregui un cursillo. El domingo lo consiguió en Murchante. El Pamplona perdió a dos jugadores por expulsión en el minuto 56 y a otros dos por el mismo motivo en el 83. Con siete, defendió su portería con uñas y dientes y terminó el partido como empezó: con empate a cero.

Un punto muy valorado tal y como se había puesto el partido. "Un choque limpio, sin apenas faltas", comenta el técnico, para dar una visión de lo que fue el choque. Unai Jáuregui planteó el partido de inicio con un sistema de 4-2-3-1, pero, nada más empezar el segundo tiempo, tuvo que hacer un ajuste importante al perder de golpe a dos jugadores. "Hodei vio dos amarillas, una por tocar el balón con la mano y otra por una falta. Expulsado por acumulación. Joseba comentó: 'Impresionante'. Roja directa".

Con dos jugadores menos en el campo, ante un equipo con once, Unai Jáuregui replanteó el 4-2-3-1 inicial y lo convirtió en un 4-3-1, defendiendo bien, ocupando espacios en su propio campo, pero sin renunciar a dar la sorpresa por medio de Salva, su jugador más adelantado.

Mantuvo el tipo. A falta de diez minutos, el Murchante se quedó con uno menos. Parecía que el partido se equilibraba. Pero fue un espejismo. En el minuto 83, el Pamplona volvió a perder a otros dos futbolistas en una misma jugada. "Julen vio la segunda amarilla y fue expulsado. Andoni, que consideraba injusta la decisión, comentó: 'Qué vergüenza'. Otra roja directa". Siete jugadores en el campo. Seis y el portero.

Quedaban diez minutos, contando con el tiempo de prolongación. Unai Jáuregui dio otro giro de tuerca a la situación. "Dos líneas de tres". Partido de balonmano. Solo que en un campo de fútbol. "No pasamos del centro del campo", admite Jáuregui. "Pero aún tuvimos una al final que lanzamos desde el centro del campo y se marchó fuera por poco. Aún pudimos ganar".

Pese a la angustiosa situación, el técnico reconoce que el partido no se le hizo largo. "Es que no nos hicieron apenas ocasiones. Tuvo Iván una buena y otra dio en el palo, pero yo creo que ellos se pusieron nerviosos al darse cuenta de la situación y de su superioridad y nos lanzaron mucho balón por arriba. Nosotros teníamos tan claro que íbamos a perder que jugamos tranquilos y lo hicimos muy bien. Y en el minuto 80 aún nos anularon un gol. La actitud del equipo fue muy meritoria. Lo dieron todo en el campo y se dejaron todo. Y al final me dijeron que habían disfrutado. Era una situación novedosa y supimos responder".

Fue el punto más celebrado de la temporada. Porque este episodio épico se sitúa en un contexto específico: el Pamplona viajó con 12 jugadores disponibles de la primera plantilla (incluidos los dos porteros) y cuatro juveniles: Aimar fue titular y Jaime salió en el segundo tiempo. "A los otros dos (Mikel y Álvaro), tal y como iba el partido, no les pude sacar".

Para colmo de males, a la vuelta fueron multados en el autobús. 1.400 euros en total por no llevar el cinturón de seguridad.