El brasileño Neymar da Silva Santos, de ahora en adelante conocido como Neymar Jr a su voluntad, congregó en la tarde de ayer en su presentación como nuevo jugador del Barcelona hasta junio de 2018 a 56.500 personas que desde primera hora de la tarde aguantaron entre sol y sombra para ver a su nuevo ídolo, que llegó al feudo blaugrana tras pasar revisión médica y firmar su nuevo contrato, y ante los que ha asegurado que llega para "sumar" y ayudar a que Messi siga siendo "el mejor del mundo".

Después de más de dos horas y media de espera, el speaker del Camp Nou anunciaba la primera salida al terreno de juego blaugrana de un Neymar Jr que, vestido con la nueva camiseta del Barcelona, se dirigió hacia el centro para deleitar a los aficionados con algunos de los trucos de malabarista que le han hecho famoso y ser codiciado en el mundo entero. En un catalán más que correcto aseguró estar "muy feliz" por ser jugador del Barcelona y sorprendió con su discurso de respeto y sumisión a Lionel Messi. "Vengo a sumar y a ayudar a que Leo Messi siga siendo el mejor del mundo por muchos años más", dejó ir un Neymar que, a sus 21 años y en su primera experiencia lejos del Santos y Brasil, espera aprender y hacerse mejor al lado de un bloque ganador.

"Estoy muy feliz por ser jugador del Barça y por hacer realidad un sueño. Visca el Barça!", se arrancó el delantero, que en su primer y de momento único día en Barcelona se dio un auténtico baño de masas, pues en todo momento estuvo arropado además de por los suyos, un séquito de familiares y amigos, por aficionados que no querían perderse una sola instantánea de un Neymar Jr que todavía no tiene asignado dorsal para su camiseta.

Mientras, los aficionados barcelonistas, algunos con la camiseta del astro -a 92 euros se vende ya en la tienda oficial del Barça- le rindieron tributo desde la grada, con cánticos y pancartas de bienvenida, alguna haciendo una referencia jocosa al eterno rival.

"Florentino, en Madrid, ni hay mar ni Neymar", rezaba una de ellas en el graderío.