No hubo piedad y a la 'cenicienta' le cayeron diez
españa firmó la mayor goleada de la historia del torneo Azpilicueta, Monreal y Javi Martínez, titulares en un choque con una diferencia de calidad abismal
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ESPAÑA Reina; Azpilicueta, Sergio Ramos (Navas, m.46), Raúl Albiol, Monreal; Javi Martínez, Cazorla (Iniesta, m.76); Silva, Mata (Cesc, m.69), Villa; y Fernando Torres.
TAHITÍ Roche; Aitamai, Jonathan Tehau, Nicolas Vallar, Ludivion, Lemaire (Vero, m.74); Caroine, Bourebare, Vahirua, Alvin Tehau; y Chong Hue (Lorenzo Tehau, m.69).
Goles 1-0, m.5: Torres. 2-0, m.31: Silva. 3-0, m.33: Torres. 4-0, m.39: Villa. 5-0, m.48: Villa. 6-0, m.57: Torres. 7-0, m.64: Villa. 8-0, m.66: Mata. 9-0, m.78: Torres. 10-0, m.89: Silva.
Árbitro Djamel Haimoudi (ALG). Mostró cartulina amarilla a Cazorla.
Estadio Maracaná. 71.000 espectadores.
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RÍO DE JANEIRO. La selección española está virtualmente en semifinales de la Copa de las Confederaciones, tras plasmar la abismal diferencia de calidad con Tahití, la cenicienta del torneo, en la mayor goleada de la historia de la competición y Maracaná, endosando diez tantos con Fernando Torres y David Villa como grandes protagonistas.
Vicente del Bosque cambió por completo la cara del equipo titular. Tan solo Sergio Ramos repetía y por obligación.
Avisó tanto España en la víspera de que el respeto a Tahití lo mostraría compitiendo y sin levantar el pie, que al final comenzó haciéndolo inconscientemente. Era un duelo de profesionales contra aficionados. Tanta distancia entre dos selecciones, que la grada se lo tomó a broma. Abucheó a los españoles de salida y se volcó con la selección oceánica, la cenicienta del torneo.
Después de 63 años, la Roja regresaba a Maracaná. Fernando Torres abrió el marcador a los cinco minutos, tras combinar con Mata, pero pasaron 26 minutos hasta que llegó el segundo. La imagen siempre está en juego y España no se podía permitir ir al descanso con muestras de dejadez. La movilidad de Cazorla, Silva y Mata comenzó a dar resultado según fue apareciendo el cansancio en el rival. Silva marcó el segundo, y en ocho minutos la Roja marcó cuatro goles para cambiar el panorama al descanso.
el festival continúa La entrada de Navas aumentó la tensión competitiva en la segunda parte. España jugó como quiso ante un rival para el que solo estar en la Copa de las Confederaciones ya es un motivo de fiesta. Los goles fueron enlazándose. A Tahití no le importaban los goles recibidos, y celebró como victorias el fallo de un penalti de Torres, que chutó al travesaño, y una buena parada a falta de Villa.
Del Bosque tuvo un gesto con Iniesta, que no se podía ir de Maracaná sin jugar. La afición brasileña le recibió en pie. Era el broche del partido. España dejaba su nombre inscrito en la historia al firmar la máxima goleada en el mítico estadio.