Pamplona - El legendario futbolista del Real Madrid y Osasuna Ignacio Zoco Esparza recibió ayer en Pamplona el último adiós de sus familiares, amigos y personalidades del fútbol en el entierro por la mañana y en el funeral por la tarde, donde se elogió su “inolvidable” figura y legado humano y futbolístico.

A las 10.30 horas llegó al cementerio pamplonés el furgón con los restos mortales del exfutbolista navarro, así como su viuda, la cantante María Ostiz, acompañada por los familiares más cercanos.

Amigos de Zoco y exfutbolistas seguían a la familia, entre ellos el Director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, y los exjugadores del club blanco Amancio Amaro y Juan Emilio Castellano Macua.

Butragueño destacó que han sido “dos días difíciles para su familia y para todo el madridismo, porque Zoco significó y significa mucho” para ellos.

“Estuvo muchos años en el club, no solo como jugador, y el testimonio que nos dejó con su ejemplo va a permanecer siempre con nosotros”, manifestó.

El director de Relaciones Institucionales destacó que “una parte del Real Madrid se va con él” y ha elogiado su trayectoria como futbolista: “Tuvo una parte muy exitosa y hombres como él son los que han construido este club. El prestigio del Real Madrid se debe a jugadores como él”.

También Amancio Amaro elogió a Zoco y recordó con cariño que ambos llegaron en 1962 al Real Madrid, donde tuvieron una vida “muy llena y de una satisfacción muy grande”. Una amistad que seguía en la actualidad. “Nos veíamos todos los días”, dijo Amancio, que no ha dudado en calificar a su amigo como persona “inolvidable”.

Amaro aseguró que los navarros “tienen que estar muy orgullosos, porque era una bellísima persona” y sugirió que en la localidad navarra de Garde, de donde era originario Ignacio Zoco, se podría colocar un busto en recuerdo hacia su persona.

También quiso dedicarle unas palabras Juan Emilio Castellano Macua, quien subrayó que el legado de Zoco fue “máximo” y resaltó que con su muerte el exfutbolista ha dejado “un vacío enorme”.

Recordó además que Zoco supuso el origen de la Asociación de Exjugadores del Real Madrid, cuya presidencia ostentó hasta el día de su fallecimiento.

Al entierro acudieron también el exfutbolista del FC Barcelona Josep María Fusté o los exjugadores del Athletic José Ángel Iribar y José Mari Argoitia.

También acudieron representantes del fútbol navarro y de su club de origen, Osasuna, donde jugó de 1959 a 1962. Así, asistieron el presidente de Osasuna, Luis Sabalza, y miembros de la Asociación Deportiva Osasuna Veteranos como los exfutbolistas Pedro Mari Zabalza, Ángel López, Juan Jesús Ostívar o José Lucrecio Luquin.

Sabalza afirmó que el carismático futbolista navarro “mantuvo una muy buena relación con Osasuna, Oberena y sus amigos” y destacó el “ejemplo de su pundonor y total dedicación”.

Por su parte, el vicepresidente de la Asociación Deportiva Osasuna Veteranos, José Lucrecio Luquin, comentó que, como futbolista, Zoco fue “un fenómeno”, pero como persona “mucho más”. “Era un navarro auténtico y lo pregonaba por todos los sitios, lo mismo que osasunista”, señaló con cariño.

El funeral fue oficiado a las 19.00 horas en la iglesia San Francisco Javier de Pamplona, y a él asistió Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, en lo que fue la última despedida al “inolvidable” Zoco. - Efe/D.N.