REAL MADRID Casilla; Achraf (Carvajal, m.69), Nacho, Sergio Ramos, Theo; Marcos Llorente (Modric, m.69), Kovacic, Isco (Borja Mayoral, m.77); Lucas Vázquez, Marco Asensio y Benzema.
LEGANÉS Champagne; Tito, Siovas (Mantovani, m.58), Bustinza, Diego Rico; Brasanac, Eraso; El Zhar (Naranjo, m.80), Amrabat (Raúl García, m.70), Gabriel; y Beauvue.
Goles 0-1, m.31: Eraso. 1-1, m.47: Benzema. 1-2, m.55: Gabriel.
Árbitro Manzano (Comité extremeño). Amonestó a Ramos (79) por el Real Madrid; Tito (27), Champagne (75) por el Leganés.
Estadio Bernabéu. 46.400 espectadores
madrid - El Leganés alcanzó, con un recital de equipo en el Santiago Bernabéu, las semifinales de la Copa por primera vez en su historia, remontando la eliminatoria a un Real Madrid a la deriva, sin lucidez, que se dirige al abismo con Zinedine Zidane incapaz de reconducir un equipo perdido.
Un equipo con mayúsculas, trabajado de arriba abajo por Asier Garitano, escribió la página más brillante de su existencia con una conquista del Bernabéu histórica. Nunca al Real Madrid le habían remontado en su estadio una eliminatoria copera tras haber vencido en la ida, pero al actual, en plena destrucción sin freno, cualquier rival tiene capacidad para golpearle con dureza e instalarla en la duda.
La trayectoria del Real Madrid en Copa no podía ser más extraña en el Santiago Bernabéu y la remató. Sin la jerarquía a la que estaba obligado ante rivales de otras divisiones como Fuenlabrada o Numancia, con dos empates sonrojantes, la historia se repetía en cada eliminatoria. Victoria en la ida a domicilio y a jugar con fuego en la vuelta. Frente al primer rival instalado la elite, repitió los males y en esta ocasión los pagó caros.
Lejos de salir con ganas de comerse el mundo para encadenar tres victorias y ver al final la luz al final del túnel, los hombres de Zidane salieron como si nada hubiese en juego. El técnico reforzaba la segunda unidad con Ramos, Isco y Benzema, pero el contraste de ilusión era un golpe de realidad para la grada del Santiago Bernabéu que este curso asiste a un inacabable examen de paciencia.
Sin nada que perder, el Leganés salió a perseguir un sueño y no cesó en su empeño hasta que marcó. Desde el inicio avisó con sus intenciones, con un disparo de falta al palo de Beauvue. El planteamiento de Asier Garitano dejaba en evidencia a un Real Madrid sin fe, que llegaba tarde a cada balón dividido y con una distancia insalvable entre líneas.
El pamplonés Javier Eraso empezó a fabricar el milagro con su gol, aunque Benzema, en la reanudación pareció chafar la fiesta con su gol a los pocos minutos.
El Lega nunca dejó de creer en sus opciones. Todo debía quedar a favor del Real Madrid superado el susto, pero la falta de autoestima provoca que cada encuentro de local sea una lotería. Su juego era a impulsos de individualidades ante un ejemplo de bloque trabajado, equipo de autor el de Garitano, que volvió a golpear con la potencia del testarazo de Gabriel a un córner de Eraso. Con toda la fe del mundo, como la del Leganés. Con más de media hora por delante el Madrid no fue capaz más que de rondar su abismo.
"ES MI PEOR NOCHE" El entrenador del Real Madrid, Zinédine Zidane, aseguró haber vivido su "peor noche" desde que dirige al conjunto blanco tras quedar eliminado en cuartos de final de la Copa del Rey a manos del Leganés (1-2), además de señalar que ha sido un "fracaso" y "un palo muy duro".
"El adversario ha hecho su partido y nosotros no. Yo soy el responsable de esto. Es un fracaso, estoy muy decepcionado. Que nadie dude que voy a asumir la responsabilidad. Voy a seguir trabajando. Mañana es otro día y hay que levantarse para pensar en el partido del sábado. Hoy es un palo muy duro", reiteró el francés.
"Sí, es mi peor noche desde que soy entrenador del Madrid. No me arrepiento de cómo lo he planteado. Asumo siempre lo que hago, pero algo ha pasado porque ganando 0-1 allí no podemos afrontar así el segundo partido. Estoy enfadado y no entiendo algunas cosas. Ahora hay que ver cómo lo vamos a hacer para levantarnos", añadió.
"No hay que tirar todo, pero hoy es un palo duro. Es una eliminatoria y sabemos que hay dos partidos e hicimos lo que había que hacer en el primero, pero no en el segundo. No puedes empezar así. Yo hago un equipo y al final me he equivocado en muchas cosas. Analizaremos y mañana vamos a ver. Hay que levantarse y pensar ya en el próximo encuentro. Es una noche muy dura, nadie se lo esperaba, yo el primero, pero esto es el fútbol", dijo al respecto.
En este sentido, Zidane dijo que no está enfadado con sus jugadores y sí con él mismo. "No estoy enfadado con mis jugadores, es conmigo. Mis jugadores lo intentan, prueban, corren, a lo mejor mal, pero la culpa no es suya. Una parte sí porque están en el campo, pero principalmente es mía porque soy el entrenador. En un partido de 90 minutos tienes que cambiar las cosas y no hemos podido hacerlo. La culpa es de todos pero el responsable soy yo", indicó.
Ante este panorama, Zidane dijo que "la solución es seguir trabajando". "Voy a asumir la situación, voy a seguir trabajando como siempre he hecho. Es difícil que llegue esto después de dos resultados positivos y después del partido de ida. Hoy ha sido todo lo contrario, pero no queda otra. Vamos a seguir y lo tenemos que cambiar. Hay muchos partidos para hacerlo", apuntó.
"¿PELIGRAR MI PUESTO ANTE EL PSG? ESO ESTÁ CLARO"
En relación a su futuro y preguntado si se siente cuestionado, Zidane dijo que sabe que se juega el puesto en la eliminatoria de Champions ante el PSG. "Claro. Eso está clarísimo. Tengo que encontrar las soluciones, y tenemos algunas, pero no de forma suficiente ni con regularidad. Lo que tengo que hacer yo es asumir la situación. Siempre voy a pelear", aseveró.
Por último, el preparador merengue afirmó que desconoce si está ante la peor temporada de la historia del club. "No lo sé si es así, pero no me importa. Pedimos disculpas a los aficionados y dejamos claro que el año 2018 no está todavía terminado", concluyó.