Donostia - El club txuri-urdin tiene bien presente la hoja de ruta fijada por Roberto Olabe en lo que a la configuración de la plantilla se refiere. El primer gran objetivo, el de un futbolista que refuerce el centro del campo ante la marcha de jugadores importantes como Xabi Prieto y Canales, ya se ha cumplido con la llegada de Mikel Merino, que está a falta de concretarse unos últimos flecos con el Newcastle. Tras garantizarse el fichaje del centrocampista navarro por una cantidad que ronda los doce millones de euros, la entidad presidida por Jokin Aperribay se ha centrado en avanzar en la contratación de Nacho Monreal, el lateral izquierdo que desean al reunir las condiciones de veteranía y experiencia en grandes competiciones. Y como tercer puesto a reforzar, en la agenda txuri-urdin está marcado el de extremo o atacante desequilibrante.
Tres contrataciones que, al menos, pretende realizar una Real que no quiere forzar más de la cuenta en las negociaciones que está llevando a cabo. La paciencia es una de las virtudes que está exhibiendo el club realista en un verano con Mundial de por medio en el que algunas operaciones se van a disparar en el plano económico tras los precedentes de Cristiano Ronaldo (la Juventus pagará 100 millones de euros al Real Madrid), Neymar (el PSG abonó su cláusula de rescisión de 222 millones al Barcelona), Ousmane Dembélé (105 millones más 35 en variables acordó el Barça con el Borussia Dortmund) o Coutinho (el propio club azulgrana negoció con el Liverpool 120 millones más 40 en variables).
Merino y Monreal Los dos jugadores navarros, Mikel Merino y Nacho Monreal, han sido las preferencias del director de fútbol de la Real en los primeros compases del mercado veraniego. La primera opción, según venimos informando desde hace semanas, ya está acordada y se encuentra a falta de confirmación oficial; y la segunda, aunque es compleja, también es factible, tal y como adelantó NOTICIAS DE GIPUZKOA.
El proyecto presentado por Olabe satisface al carrilero pamplonés, quien ve con buenos ojos su regreso a la Liga y, sobre todo, a un club que quedaría a una hora de camino de su casa. Monreal, objeto de deseo de una Real que adolece de jugadores con peso específico en el vestuario tras las últimas marchas, es consciente de que en el equipo txuri-urdin gozaría de muchos minutos en la recta final de su carrera (tiene 32 años).
El inconveniente radica en los impedimentos que ha puesto de inicio el Arsenal, que espera sacar una buena tajada a pesar de que al defensa solo le queda un año de contrato más otro opcional. Cabe recordar que al Athletic, que en los últimos tiempos ha insistido mucho en su contratación, le solicitaron la temporada pasada doce millones de euros.
La Real no piensa llegar a esta cifra, pero también es cierto que, tras la marcha de Álvaro Odriozola al Real Madrid por una cifra de 30 millones más cinco en variables, su situación es mejor que la de hace años y está dispuesta a realizar un esfuerzo por un jugador que gusta mucho a sus rectores deportivos. Este verano, por tanto, pueden recalar dos navarros en Zubieta.