Calahorra - El día señalado llegó para los aficionados de la Peña Azagresa, y el estadio La Planilla, de Calahorra, lo notó. Ya dos horas antes del partido, varios aficionados se hicieron notar en la ciudad riojana con numerosas banderas, bengalas y cánticos sin parar. Esto luego se transformó en un gran muro amarillo que adornó la grada norte del campo: cerca de 1.200 aficionados estuvieron animando a la Peña sin parar durante todo el encuentro. Empezaron con la salida de los jugadores a calentar, recibiéndoles con aplausos. Tambores, megáfonos y banderas hicieron de esa grada un auténtico ejemplo de la presencia de toda Azagra. Y de música, Thunderstruck y A quién le importa. Ambiente de partido grande.

Una vez ahí, varias cosas llamaron la atención sobre el campo, como la gasolinera detrás de la portería sur, las botellas que adornaban la grada principal, los banquillos, metidos junto al palco, casi como el autobús, que estaba delante del césped. La multitudinaria presencia de aficionados, muchos de ellos de pie, dejaron claro que La Planilla, pese a la aprobación de la Federación, no era posiblemente el mejor campo para este escenario, en el sentido de magnitud de la gente desplazada.

Una vez comenzado el partido, también empezó a moverse esa grada norte que tanta presencia tuvo. Al más puro estilo ingles: incluso, con la mascota de la Peña, una avispa. También el arsenal de cánticos. Muchos de ellos imitaban, incluso, a Osasuna. "¡Aúpa la Peña!", "Somos un equipo valiente y luchador? porque somos la Peñita, y esto nunca va morir", "¡Riau Riau!" o "¡La Peña nunca se rinde!". Un público que protestaba cada posible falta, que cada balón largo a Bicho, el delantero, lo vivía como si fuese una ocasión de auténtico peligro.

El banquillo no era menos. Eso se veía en el segundo entrenador de la Peña, Miguel Hernández, que no paraba de corregir situaciones junto al primer técnico, Rafa Bericat. Una lucha titánica de los navarros. El 0-1 de Juan Hernández no hizo más que encender otro cántico más: el de "Sí se puede".

El partido dejó más anécdotas incluso con el equipo rival, como un aficionado que pidió la camiseta de Santi Mina durante el partido, o la ovación de toda La Planilla a Pape Cheikh, jugador del Celta. De todo ese modélico ambiente inglés, solo existió un lunar: los cánticos de "A Segunda" justo antes del 0-2 que anotó también Juan Hernández.

Y es que, a pesar de que los aficionados riberos solo pudieron disfrutar de dos ocasiones -una de Gonzalo en el primer tiempo y otra de Pablo Imas en el segundo acto-, el ambiente de todo Azagra que se desplazó a Calahorra fue como lo que dijo el técnico, Rafa Bericat, en la previa: disfrutar y llegar hasta donde se pueda. Se acabó el recorrido, pero los aficionados pudieron vivir un día mágico.