Cinco años y medio después, el Athletic optará el domingo a un nuevo título de la Supercopa. Los de Marcelino García Toral, que parece que se ha estrenado con buen pie en el banquillo rojiblanco, han dado un soberbio repaso al todopoderoso Real Madrid. El equipo especialista en las grandes citas no ha podido con el ímpetu y el buen juego que han desplegado los leones. Para quitarse el sombrero. Parece mentira que estos jugadores sean los mismos que hace un par de semanas no carburaban a las órdenes de Gaizka Garitano. Pero la motivación, algunas correcciones tácticas y el viento a favor han posibilitado que el Athletic esté a un solo partido de aumentar sus vitrinas.

A pecho descubierto y sin complejos, así ha empezado el Athletic la primera parte de la semifinal. Con una presión muy alta y con un trabajo inconmensurable, como en los mejores tiempos, los rojiblancos no han dejado estar cómodos en ningún momento a los pupilos de Zidane. Atentos a las segundas jugadas y cerrando los espacios, los leones no han tardado en sacar rédito. Raúl García, el más listo de la clase, recuperado para la causa después de un inicio de temporada muy gris (similar al de buena parte de sus compañeros de vestuario), ha firmado el primer zarpazo pasado el cuarto de hora de juego. Dani García, titular esta noche en lugar de Mikel Vesga, ha robado un balón providencial en la medular y se la ha servido en bandeja al navarro, que delante de Courtois no se ha puesto nervioso.

La gestión del duelo que estaba haciendo el Athletic en esos momentos era perfecta. Las ayudas defensivas han sido constantes y el Madrid, con un ritmo mucho menor, no acertaba a meterle mano al partido. De mientras, el desparpajo entre los hombres de Marcelino era máximo. Solo basta con repasar la labor de Mikel Balenziaga. El lateral tenía la difícil papeleta de suplir al lesionado Yuri Berchiche y, lejos de flaquear, sus incorporaciones ofensivas han sido de destacar. En estas, cuando el Athletic había bajado un poco el grado de la presión, una mala decisión defensiva de Lucas Vázquez tras un claro agarrón a Iñigo Martínez generó el segundo de la noche. Ver para creer. Raúl García no se ha puesto nervioso desde los once metros y el conjunto bilbaino ha llegado al descanso con un merecido 0-2.

Con sufrimiento

La película no ha cambiado mucho tras el paso por los vestuarios. Era de esperar que el Madrid tocara a arrebato, pero los bilbainos han aguandado las embestidas con algo de sufrimiento. La defensa del Athletic ha sido espectacular. Incluso la renta de los leones ha podido ser mayor, ya que Muniain ha perdonado el 0-3 tras una jugada coral de sus compañeros que ha rematado con la cabeza desviado con Courtois batido. Es verdad que Asensio, el más activo de los merengues, ha mandado dos balones a la madera. Un espejismo para la tropa de Zidane hasta que Benzema, a un cuarto de hora para el final, haya recortado distancias tras un gol validado por el VAR cuando Martínez Munuera lo había anulado previamente al considerar que estaba en fuera de juego.

El Madrid se ha enganchado a la semifinal a última hora, pero el Athletic ha aguantado con tablas. Que nadie piense que los títulos no llegan con algo de sufrimiento. La Supercopa está solo a un partido.